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“Los sistemas educativos deberían contribuir a la movilidad social, pero en la práctica no es así”

El portavoz europeo de Educación, Dennis Abbott, en la rueda de prensa de la polémica con el ministro Wert.

Daniel Sánchez Caballero

Menos gasto y un sistema injusto. La Unión Europea está preocupada por la evolución de ciertos aspectos de los sistemas educativos y cómo pueden afectar a los ciudadanos europeos y a los países, según admite Dennis Abbott, portavoz de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud de la Comisión Europea en una entrevista con eldiario.es.

“Reducir los presupuestos en educación trae grandes riesgos”, sostiene el representante comunitario, que reconoce que el tema de la equidad es otro de los quebraderos de cabeza en Bruselas. “Las políticas de educación y formación deberían permitir que todos los ciudadanos se beneficiaran de una educación de calidad para desarrollar todo su potencial, pero la realidad es diferente”, admite Abbott, quien durante la entrevista relacionará muchas veces educación con economía.

La austeridad que daña a Europa

Los recortes en educación “dañan la capacidad de Europa para producir una fuerza de trabajo altamente calificada y por lo tanto debilita el potencial de crecimiento de Europa y su capacidad para competir internacionalmente”, argumenta Abbott, que recuerda que ya en la estrategia de la UE Sacar Europa de la crisis, la CE expresa su “preocupación porque los Estados miembros no han hecho las inversiones necesarias en educación y competencias antes y después de la crisis”.

Por esta razón la Comisión Europea ha enviado “un mensaje claro a los miembros, exhortándolos a buscar la consolidación fiscal pero de manera favorable al crecimiento”. Aunque esa llamada no parece haber tenido mucho efecto. Al menos en España, donde según datos del propio Abbott la partida educativa se redujo del 5,1% en 2009 al 4,7% en 2011, y el total de las asignaciones presupuestarias para la educación disminuyó en un 4,1% en 2012 y un 7,3% en 2013. Muchos expertos sostienen que el gasto medio óptimo ronda el 7%, aunque es cierto que casi ningún país, tampoco los que califican mejor en PISA, alcanza esa cifra.

Pero Abbott insiste. El objetivo comunitario es “producir una fuerza de trabajo altamente cualificada” para “dinamizar el crecimiento”. Y sin embargo, destaca, hay regiones europeas “retenidas” por la escasez de mano de obra cualificada. “Es de sentido común que no podemos esperar un alto rendimiento de un sistema que está escasamente financiado”, zanja. Aviso para navegantes.

Sin igualdad de oportunidades

Otra de las grandes preocupaciones de Bruselas es la equidad de la educación en los países miembros. “Las políticas de educación y formación deberían permitir que todos los ciudadanos se beneficien de una educación de calidad para desarrollar todo su potencial. Sin embargo, la realidad es diferente”, lamenta. Abbott admite que “mientras que los sistemas educativos tienen el potencial de contribuir a la movilidad social (la posibilidad para alguien de mejorar su clase social), en la práctica a menudo no lo hacen”.

Esto se debe, continúa, a que “el origen social aún tiene un gran impacto en las oportunidades de una persona de acceder a la educación y tener éxito”. Aplicado al caso de España, sólo una de cada cuatro personas va a mejorar el nivel socioeducativo de sus padres, según Eurostat.

Para el portavoz europeo un sistema incluyente implica “que el acceso es realmente abierto a todos, el tratamiento se diferencia en función de las necesidades específicas de aprendizaje de los individuos y los resultados son independientes de la situación socio-económica y otros factores”. Por eso, asegura, la CE ha pedido a los Estados miembro “que refuercen la equidad en los sistemas educativos”.

En España caminamos en sentido contrario. El punto de partida era bueno, pero puede estar amenazado. Y aunque sigue con unos niveles por encima de la media europea, el último PISA alertó sobre un aumento de las desigualdades entre estudiantes según su origen, y también una mayor diferencia en el rendimiento entre Comunidades Autónomas. De hecho este fue uno de los aspectos que más destacó el analista de la OCDE Pablo Zoido en la presentación del informe, y hasta la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, reconoció que se trataba de un cambio de tendencia preocupante.

Y las diferencias van a ir a más, según vaticinan varios profesionales del sector. Los recortes que está planteando el Ministerio atacan precisamente a la parte del sistema en la que la Comisión pide que se actúe: desdobles, profesores de apoyo, departamentos de orientación, ratios de alumnos por aula -“que sigue siendo inferior a la media de la UE”, matiza Abbott- y atención a la diversidad, elementos que trabajan en la atención individualizada de los alumnos, son los principales afectados por la caída de la inversión en educación en los últimos años.

La polémica de los Erasmus

Abbott ha escarmentado tras la polémica con el ministro José Ignacio Wert. Tras el anuncio de que con el nuevo plan Erasmus+ Europa daría menos dinero a España para las becas de movilidad, el portavoz calificó de “basura” los argumentos del titular español de Educación. La noticia corrió como la pólvora en los medios internacionales y en las redes sociales, mientras que en España el escándalo acababa con una rectificación de Wert. Por eso el portavoz europeo evita con prudencia referirse al asunto, pero reitera sus advertencias a España si finalmente los recortes de los que hablaba el Gobierno se llevan a cabo.

Además, deja meridianamente claro que si en adelante hay menos becarios erasmus españoles será responsabilidad exclusiva del Gobierno. España es el país que más alumnos envía a Europa, 40.500 el pasado curso escolar. “El presupuesto global de la UE para Erasmus+ presenta un aumento del 40% para 2014”, explica Abbott. “Pero si las autoridades españoles deciden reducir sus contribuciones nacionales y regionales en el futuro el número de estudiantes españoles que participan en el Erasmus puede caer”, avisa. “Pero eso es una decisión de las autoridades españolas”. Otro golpe al titular de Educación, pero esta vez sin la salida de tono que tanto se le criticó.

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