Germán Fernández, el estudiante erasmus que descubrió por casualidad el recorte de Wert
“Esta rectificación es una muestra de la importancia que tiene el programa Erasmus no solo a nivel nacional sino europeo. Y ha sido posible gracias a la ayuda y la colaboración conjunta de miles de estudiantes españoles y de otras nacionalidades”. Así, emocionado y feliz por el logro, hablaba Germán Fernández para eldiario.es minutos después de que el ministro de Educación, Jose Ignacio Wert, anunciara en una rueda de prensa urgente que este curso se mantendrán las becas complementarias estatales para los estudiantes de Eramus con una convocatoria extraordinaria que les garantizará recibir la misma ayuda que el curso pasado (en torno a los 100 euros).
Germán fue el que dio la voz de aviso sobre el cambio de la normativa para otorgar las ayudas a los erasmus del Ministerio, que exige que el curso anterior fueran becarios generales. De todos modos, Wert ha dejado claro que la orden ministerial que agitó todas las protestas estudiantiles, de la oposición, de las CCAA del PP, en Bruselas e incluso dentro propio gobierno sigue en vigor, y que esta rectificación se realizará en base a una convocatoria extraordinaria mediante una enmienda a los presupuestos. Pero el próximo curso las cosas seguirán como se había anunciado inicialmente, es decir, será necesario ser becario general para tener una beca Erasmus estatal. “Estamos contentos por este año porque ha sido un gran avance para el programa Erasmus en España, pero el año que viene volveremos a luchar por un programa Erasmus real”, agrega Germán.
Estudiante de 5º de Medicina de la Università degli Studi di Foggia (Italia), Germán se dio cuenta del cambio impulsado por el ministerio el 30 de octubre consultando el BOE para ver qué pasaba con las ayudas del Gobierno. “La Universidad de Sevilla cometió un error a cobrar el importe de mi matrícula y me realizó un cobro de casi 200 euros más por equivocación. Me cobraron más de 700 euros en lugar de los 500 que me correspondían porque, al ser familia numerosa, pago la mitad de la matrícula. Como además soy de los pocos que aún no ha recibido la ayuda de la Unión Europea -me figura en trámites para el pago- y tampoco me habían ingresado nada de la Junta de Andalucía ni del Gobierno, obviamente, miré a ver qué pasaba”, relataba por Facebook tras salir de clase esta mañana.
Fue entonces cuando se lo comunicó a sus compañeros de Foggia (son alrededor de 60 estudiantes españoles) y confirmaron que era verdad. Entonces, decidieron crear el pasado domingo por la noche un grupo en Facebook, que hoy ya cuenta con más de 8.900 miembros, para movilizar al resto de estudiantes españoles de Erasmus de este curso. A ese grupo se sumó en la noche del domingo el hashtag en Twitter #ErasmusRIP que ya ha dado la vuelta en toda Europa y una la petición creada en change.org, impulsada Laura Zorzona, futura estudiante de Erasmus en el segundo semestre, para que se retire esta normativa con más de 191.000 firmas.
Foggia de hecho se ha convertido en estos días en uno de los epicentros de las movilizaciones de los universitarios, que tenían prevista una manifestación multitudinaria de los erasmus españoles para el 16 de noviembre frente a la embajada española en Roma, que iba a tener su réplica en todas las principales ciudades universitarias europeas. Ahora están debatiendo si mantener la convocatoria, ya que “el apaño” de Wert es sólo para este curso. Hoy durante todo el día habían hecho circular decenas de videos de erasmus desde distintas ciudades exigiendo al Gobierno que salvara el Erasmus y reivindicando que el Erasmus es Europa. “Estamos indignados”. “No tienen vergüenza”. “Nos estafan”. “Nos mienten”. “¿Dónde está nuestro futuro?”, aseguraba Germán y sus compañeros. “¿No es Europa el referente al que España aspira?”, se preguntaban. “Desde Venecia, Italia, aprendiendo a ser europeos, el Erasmus no se toca”, afirmaba otra colonia de estudiantes de Erasmus.
Antes de conocer la noticia, explicaba que con el dinero que ahora si tendrá este curso, 800 euros, “pago la mitad del mi alquiler durante cuatro meses. No es ninguna tontería”. Lo que también se ha ahorrado es hacerle pasar a sus padres por un mal trago. No le había contando el cambio de normativa de las becas Erasmus “porque lo último que necesitan es recibir una noticia como esa”, explicaba a la par que aseguraba que ya estaba pensando cómo “apretarse el cinturón”. “Estoy buscando la forma de ahorrar unos 100 euros al mes en comida”, ya que sus gastos fijos son comida y alquiler, decía esta mañana. Despúes de conocer lo que habían conseguido, respiraba mucho más aliviado.