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“Es necesario que se regule la gestación subrogada para que familias y mujeres gestantes estén protegidas”

Pedro Fuentes (izqda) y su pareja con su hijo Alonso

Laura Galaup

Los cuatro partidos más votados, incluido el Partido Popular, se mostraron durante la campaña electoral a favor de legislar la gestación subrogada al ser preguntados en el programa La Sexta Columna. Esta técnica es una forma de reproducción asistida en la que, además de los futuros padres, participa una mujer que gesta al hijo de la pareja. “Este embrión puede ser el resultado de una inseminación artificial o de una fecundación in vitro y los gametos pueden proceder de uno de los progenitores y de una donación, de los dos progenitores, o de donaciones”, apuntan desde la Asociación por la Gestación Subrogada en España.

Actualmente en España no es legal ya que la Ley 14/2006 sobre técnicas de reproducción humana asistida establece que “la filiación de los hijos nacidos por gestación de sustitución será determinada por el parto”. Pedro Fuentes, miembro de la asociación Son nuestros hijos fundada en 2008, explica en una entrevista con eldiario.es que no existen datos oficiales sobre el número de familias que han acudido al extranjero para tener hijos mediante esta técnica. Según las estimaciones de su organización, la cifra oscilaría entre 800 y 1.200 niños al año.

Para aclarar los términos, ustedes se muestran contrarios a la denominación vientre de alquiler.

Consideramos que vientre de alquiler es una denominación ofensiva para las familias, para las gestantes, pero lo que más nos preocupa es que es lesivo para los niños. En la asociación tenemos niños grandes que están en la escuela y hay problemas porque ese término fomenta el acoso escolar. No pretendemos que se apoye la técnica porque se denomine gestación subrogada, pero el rechazo no puede suponer el uso de una terminología que dañe la dignidad del menor.

En la campaña electoral la mayoría de los partidos -a excepción de Izquierda Unida- se posicionó a favor de regular la gestación subrogada. ¿Consideran que es un gran avance?

La sensaciones son buenas. Se ha convertido en una demanda social para que gente que se resignó a no tener hijos vea que es posible. Nos hemos reunido prácticamente con todos los partidos. La gestación subrogada en España vive en una dicotomía porque no está regulada pero si te vas fuera y vienes con un niño, te lo inscriben. Es cierto que si se legisla seguiría sin poder hacerlo todo el mundo, debido a motivos económicos, ya que hay gente en España que no se puede ni pagar la pastilla de la tensión. Pero la regulación ayudaría a mucha más familias.

¿Cuáles son los puntos cruciales en una ley sobre gestación?

Tiene que ser una ley que garantice los derechos de las tres partes implicadas: los padres, la gestante y el niño. Lo que proponemos en nuestra Iniciativa Legislativa Popular es que el Ministerio de Sanidad elabore un registro de familias y de mujeres gestantes. Hay que cumplir una serie de requisitos, en el caso de las mujeres gestantes es necesario que tengan una estabilidad económica y que tengan al menos un hijo, porque una mujer que ha dado a luz sabe si es capaz o no de gestar para otros. También hace falta una serie de evaluaciones médicas y psicológicas previas, esas mismas pruebas hay que plantearlas a los padres.

La ley debe dejar clara la filiación del niño, el menor es de los padres aún antes de la gestación porque cualquier otra situación le genera inseguridad. Así hay que evitar casos como el del bebé Gammy en Tailandia, el parto fue de gemelos y los padres se llevaron a uno de ellos y dejaron a Gammy que tenía síndrome de Down. No se puede permitir que se haga una selección. La legislación también tiene que recoger el derecho de la mujer a decidir durante todo el embarazo. Su autonomía debe quedar salvaguardada por la ley.

¿Cuál es el primer paso que dan las familias que deciden tener un hijo mediante esta técnica?

Han proliferado mucho las agencias dedicadas a hacer de intermediarios. Lo que hace mucha gente es buscar en internet “gestación subrogada” y contacta con la primera que sale. A nosotros nos gustaría que antes se pusiesen en contacto con nuestra asociación porque defendemos una serie de principios éticos de reproducción asistida y no todas las agencias los aplican. Nos consta que hay algunas que intentan impedir la relación entre los padres y la gestante, a nosotros nos parece una aberración. ¿Cómo no voy a conocer a la mujer que está gestando a mi hijo?

¿Por qué consideran importante que las familias y las mujeres gestantes se conozcan?

Es muy importante que no exista anonimato porque si las familias y las gestantes se conocen y hablan sobre las complicaciones que pueden surgir en el embarazo, lo lógico sería que no hubiese problemas. Si la familia tiene claro que no abortaría en ningún caso y la gestante que sí, o al contrario; no pueden seguir adelante porque esa relación va a generar choques. El emparejamiento entre la familia y la gestante es importantísimo.

Una vez se ha dado a luz y la familia vuelve a España, ¿cómo se inscribe al bebé en el Registro Civil?

Depende del país, en la mayor parte de los estados de EEUU se está realizando mediante una sentencia judicial. Mientras en otros sitios, como en Ucrania, se está haciendo mediante un acta notarial. Si se realiza por sentencia, hay que presentarla en el consulado español del país y el cónsul inscribe el nombre de los padres intencionales y lo traslada al Registro Civil. Así el niño desde el primer momento está filiado a nombre de sus padres.

En el segundo caso, sin sentencia, la vía es la misma que en cualquier filiación extramatrimonial. Se inscribe al padre biológico y a la mujer que ha dado a luz. Cuando la familia llega a España tienen que realizar los trámites para que la gestante ceda su patria potestad e iniciar el proceso de adopción por parte del cónyuge del padre biológico.

¿Qué factores influyen al elegir un país u otro para comenzar el proceso de gestación subrogada?

Básicamente depende del factor económico. No tiene el mismo precio en unos países que en otros. La sanidad más cara de todo el mundo es la estadounidense, es caro el tratamiento médico, los productos farmacológicos, el seguro. A nosotros el seguro de nuestra gestante nos costó 30.000 dólares. Sin embargo, en Ucrania no es tan cara. Existen otros motivos, como son el tipo de estructura familiar permitida o la relación genética con el futuro hijo. Hay países que no admiten mujeres u hombres solos, o familias homoparentales, o padres sin vinculación genética con el futuro hijo.

Su asociación intenta demostrar que no solo las parejas homosexuales deciden tener hijos mediante esta técnica. En su caso señalan que el 50% de los miembros de su organización son parejas heterosexuales, pero ¿hay países que siguen prohibiendo a los gays la gestación subrogada?

Las parejas homosexuales no pueden ir a Rusia, no pueden ir a Ucrania, no pueden ir a Grecia. Por ejemplo, en la ley ucraniana uno de los requisitos es un certificado médico que acredite que la mujer no puede gestar, un matrimonio de hombres no puede presentar ese documento. Las parejas homosexuales pueden ir a Estados Unidos y a Canadá, allí la filiación se establece por sentencia y no se exige que sea una pareja heterosexual.

Ha señalado que la gestación subrogada requiere un desembolso económico. ¿Es una técnica que solo está al alcance de familias o personas con un alto nivel adquisitivo?

Hay parejas que hipotecan su vida para lograr el sueño de tener un hijo. En España, la sanidad pública te ofrece dos o tres intentos de fecundación in vitro. Si ahí no te has quedado embarazada tienes dos posibilidades: desistir y olvidarte de la historia, o irte a la medicina privada. Eso requiere dinero. ¿Qué hace la gente? Financian el tratamiento, piden créditos, hipotecan la casa... Evidentemente es un factor limitante, si tienes dinero es más fácil que si no lo tienes. Pero no es una técnica de ricos. En España los miles de niños que nacen por gestación subrogada provienen de familias normales.

Ustedes abogan por el altruismo de la mujer gestante a la hora de participar en esta técnica. Pero por ejemplo en países del Tercer Mundo ¿cómo se puede evitar la mercantilización y explotación del cuerpo femenino?

Planteamos que la explotación es posible, igual que es posible que se trafique con órganos. Por eso, para prevenir el tráfico de órganos en España se elaboró una buena ley de trasplantes. Consideramos que para prevenir la posible explotación que pueden sufrir mujeres que viven en países del Tercer Mundo es necesario que se regule, lo ideal sería una regulación a nivel internacional. Nosotros abogamos por la regulación en España, consideramos que es el mejor método para que la mujer decida en libertad si lo quiere hacer o no.

Hay un estudio publicado en EEUU en el 2014 en el que se pregunta a las mujeres los motivos por los que han participado en una gestación subrogada. El 3% lo hicieron porque esperaban una compensación económica, el 80% por ayudar y el resto por una combinación de ayudar y autosatisfacción. Esta última situación es ideal y es la que tendríamos que extrapolar. No sé si la podremos extrapolar a los países del Tercer Mundo, pero si lo podemos hacer en el primer mundo se reducirá el flujo de gente que acuda a países en vías de desarrollo a buscar gestación.

¿Y a nivel europeo también hay estudios que respalden esos porcentajes que usted plantea?

A nivel social no hay muchos estudios, lo poco que se sabe es que no hay constancia de que se esté buscando ningún tipo de lucro. De hecho es una gestación altruista, en la que hay que compensar. La compensación tiene que ser ajustada a los gastos, pérdidas de ingreso y molestias que ha tenido la gestante.

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