El Gobierno trata de pagar 25.000 euros por cada tratamiento de Sovaldi contra la hepatitis C
El Partido Popular asegura que el Ministerio de Sanidad está dispuesto a pagar “25.000 euros por cada tratamiento” del fármaco contra la hepatitis c, Sovaldi. Para ello tiene que conseguir rebajar su precio comercial un 41% desde los actuales 60.000 euros que ha marcado el laboratorio propietario de la patente: Gilead. El 2 de septiembre se celebrará una reunión entre el ministerio y la empresa para ahondar en la negociación.
En la Sesión Permanente del Congreso, el diputado popular Mario Mingo Zapatero ha asegurado que “es criterio del ministerio que [sovaldi] tenga un resultado terapéutico y precio acorde con otros productos” por los que Sanidad ya ha acordado abonar esos 25.000 euros. Por lo tanto ahí ha colocado el diputado el horizonte de pago con el que trabaja el departamento dirigido por Ana Mato. “Si no lo hiciéramos así, nos acusarían con razón de no usar todas las herramientas para garantizar la sostenibilidad del sistema”.
Mingo ha recordado cómo otros dos fármacos contra el virus de la hepatitis c han entrado en el sistema de financiación público (el sineprevir y el boceprevir) con esos precios a los que quieren asimilar el gasto por el sofosbuvir, el principio activo de la pastilla de Gilead: sovaldi. Cabe decir que sovaldi es un medicamento que ha mostrado eficacia en humanos por sí mismo, sin necesidad de combinarlo con otras terapias y en casos de estados muy avanzados de la patología.
El Ministerio de Sanidad consideró “inasumible” el precio de este producto por lo que lo ha mantenido fuera del alcance de los pacientes de manera regular desde que fue aprobado por la Agencia Europea del Medicamento a principios de año. Muchos de los cientos de miles de enfermos de hepatitis c en España contrajeron el virus en el propio sistema sanitaria mediante transfusiones de sangre cuando el análisis de las donaciones no era preceptivo.
De igual manera, los problemas económicos de financiar sovaldi fueron cuestionados por grupos de pacientes y profesionales al comparar los costes de otros tratamientos más prolongados y hasta de los trasplantes de hígado a los que se ven abocados un alto porcentaje de infectados al degenerar la condición de sus órganos.