La justicia rechaza la querella por la muerte del perro Excálibur
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid no investigará si el Consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, cometió un delito al ordenar el sacrificio del perro Excálibur, la mascota de la auxiliar de enfermería contagiada de ébola, Teresa Romero.
Los magistrados de la sala de lo Penal entienden que la querella presentada por el Partido Animalista contra el Maltrato Animal (PACMA) está fuera de lugar ya que debería, dicen, haber acudido “a la vía Contencioso-Administativa”. El TSJM subraya que hay que distinguir entre una ilegalidad y un delito como es el que el PACMA atribuyó al consejero Rodríguez. El PACMA acusaba al responsable madrileño de Sanidad de prevaricación por haber ordenado el sacrificio de Excálibur “por ser un posible riesgo de trasmisión de la enfermerdad”.
El 8 de octubre pasado, la Comunidad de Madrid mató al perro tras confirmarse la infección por ébola de su dueña. La orden por la que se autorizó el sacrifició pasó por el juzgado Contencioso-Administrativo Nº2 que dio el visto bueno a la entrada en el domicilio de Romero. Este hecho, para el TSJM, sitúa toda la actuación en esa rama legal y, además, subraya que el titular de ese juzgado no apreció ilegalidades flagrantes en el proceso. Por eso rechazan los magistrados la querella del PACMA y resuelven que la reparación de un acto administativo no es materia penal.
Además de la acciones del PACMA, la familia Romero–Limón tiene abierto un proceso de reparación patrimonial contra la Consejería de Sanidad por la muerte de su animal.