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La justicia sentencia que los Aznar-Oriol se saltaron los permisos en el acceso a su mansión de caza en Cabañeros

El camino de acceso a la casa de caza en Cabañeros de los Aznar-Oriol / EA.

Raúl Rejón

El matrimonio formado por Alejandro Aznar y Mónica Oriol –el naviero de la bilbaína Sota y Aznar S.A. y la expresidenta del Círculo de Empresarios– se saltó las condiciones obligatorias impuestas en julio de 2014 por la dirección del Parque Nacional de Cabañeros para autorizar la restauración del camino de acceso a su mansión de caza en en el corazón del espacio protegido, según relata y acredita una sentencia judicial del 7 de octubre pasado a la que ha tenido acceso eldiario.es.

El magistrado Gregorio del Portillo García confirma que los Aznar-Oriol obtuvieron un permiso con una serie de salvedades muy claras “de obligado cumplimiento” para hacer las obras. No respetaron ninguna. Al ser descubiertos, el Ministerio de Medio Ambiente les impuso una multa de 10.000 euros. Aunque la carretera seguirá allí, a los propietarios les pareció demasiado precio y recurrieron ante los tribunales. El fallo pormenoriza cómo incumplieron los requisitos y mantiene la multa.

El juez detalla al rechazar las reclamaciones de los Aznar-Oriol que la autorización del Parque Nacional que dio el visto bueno a los trabajos exigía que los gestores fueran informados, “al menos con una semana” de antelación. Además, prohibía expresamente modificar el ancho del camino o su trazado y tocar la vegetación más allá de las cunetas “ya existentes”.

Con ese papel en la mano, la propietaria de la finca hizo las obras que le convino para que los automóviles llegasen cómodamente a la puerta de su mansión: no avisaron a las autoridades, ensancharon la vía asfaltada, ampliaron las cunetas y eliminaron la vegetación –protegida por la ley– que les molestaba. La carretera llega así hasta un aparcamiento construido al mismo tiempo, que también es irregular.

La sociedad propietaria legal de todo el complejo, Inmobiliaria del Bullaque, demandó ante el juzgado de lo Contencioso-Adminstrativo nº10 de Madrid a Medio Ambiente y la Sociedad Española de Ornitología (Seo-Birdlife) por haber estado presente en todo el expediente sancionador en representación de los grupos ambientalistas WWF y Ecologistas en Acción.

Inmobiliaria del Bullaque ha aducido ante el magistrado que, al haber una presencia constante de los agentes medioambientales en el parque, eso bastaba para dar por informada a la dirección de Cabañeros. Además aseguraba que hubo una llamada telefónica para avisar. El magistrado afea este argumento: “El pretendido aviso telefónico no ha sido acreditado en forma alguna”, deja escrito.

Sobre el ancho del camino, que no podía ampliarse, Inmobiliaria del Bullaque utilizó en su descargo que “no constaba su anchura anterior” pero al mismo tiempo añadía que las fotos aéreas atestiguaban que “su anchura no ha variado”.

Tras examinar los informes técnicos, el juez determina que ahora el acceso es, en su parte más estrecha, más amplio de lo que era antes en su parte más ancha. Así lo pormenoriza la sanción del Ministerio recogida en la sentencia: “La anchura del camino estaba en torno a los tres o cuatro metros con alguna zona de seis u ocho. Actualmente la anchura mínima es de cinco metros y otros cinco adicionales de vegetación afectada lo que suma 10 metros”.

El camino acondicionado de manera irregular es el acceso a una mansión de caza construida por los Aznar-Oriol aprovechando un permiso para restaurar una antigua edificación. La autorización que amparaba trabajos para “impermeabilizaciones, mejora en la instalación eléctrica, la calefacción y los saneamientos” terminó en un complejo de casi 2.000 m2 con piscina, pradera, un aparcamiento y una explanada para eviscerar los venados y jabalíes cobrados en las monterías.

Ni el aparcamiento ni la explanada estaban autorizados. Así que Parques Nacionales calificó finalmente como falta muy grave su construcción. Con todo, pidió la mínima multa para estas infracciones: 201.000 euros. Tampoco ha satisfecho esta benevolencia administrativa a los Aznar-Oriol que también han recurrido ante la justicia el castigo. El juicio está pendiente.

Dominio público convertido en privado

Sin embargo, sobre el camino que utilizan en Cabañeros han actuado como si fuera un vial privado. Y no lo es. De los 1,4 kilómetros de longitud, más de 1.000 metros son de la Cañada Real Segoviana: el ganado tiene derecho a transitar. La Junta de Castilla-La Mancha tuvo que sancionar a la Inmobiliaria del Bullaque por haber instalado sobre la vía una “puerta que la ocupa transversalmente”, para impedir el paso. También le multó por “disponer un alambre en el cerrojo”, explica la sentencia del juzgado madrileño. En definitiva, por sellar el paso de una vía pecuaria que es dominio público. Todo se salda con 6.000 euros.

Tras perder definitivamente el caso, ya que la sentencia es firme y no admite más recursos, ahora los dueños deberán permitir que la vegetación crezca de nuevo y “recolonice” el terreno que se explanó y desbrozó para que el camino fuera más carretera que sendero.

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