Los españoles se casan, de media, 11 años más tarde que en 1976

Los españoles tienen cada vez menos hijos y cada vez lo hacen más tarde. Los datos de la estadística del INE sobre Movimiento natural de la población e indicadores demográficos básicos dibujan un país en el que la natalidad desciende por quinto año consecutivo, con tan sólo 425.390 nuevos niños, un 6,4% menos que un año antes.

La bajada es tal que los nacimientos se redujeron en todas las comunidades autónomas en 2013, y en siete de ellas el saldo vegetativo fue negativo, es decir que hubo más defunciones que nacimientos.

Menos fecundidad se traduce en menos nacimientos. La estadística muestra una bajada progresiva del número de hijos por mujer. En 2013 fueron 1,26 (en 2012 había sido de 1,32). También se debe a la la progresiva reducción del número de mujeres en edad fértil. De hecho, según explica el INE, el número de mujeres entre 15 y 49 años comenzó a reducirse en 2009 debido a que llegan a ese rango de edades generaciones menos numerosas, nacidas durante la crisis de natalidad de los '80 y primera mitad de los '90.

También hay que contar con el éxodo de extranjeros que, a consecuencia de la crisis, han decidido regresar a sus países o emigrar a otros. El aporte que los inmigrantes han estado haciendo a la natalidad durante el periodo de expansión económica se ha reducido en estos últimos años. De hecho, en 2008 la tasa de natalidad trepó hasta 1,44 hijos por mujer. En época de vacas flacas también los extranjeros que siguen viviendo en España reducen el tamaño de sus familias. De los 425.390 nacimientos del año pasado, 78.942 fueron de madre extranjera (18,6% frente al 19,2% de 2012).

De hecho, el descenso de la fecundidad se puede ver tanto entre las extranjeras como en las españolas. En ambos casos el indicador se redujo seis centésimas: 1,21 hijos por mujer española y 1,50 hijos por mujer extranjera.

Tenemos menos hijos y más tarde. En España, la edad media a la que las mujeres tienen su primer hijo continúa aumentando y, en 2013 se situó en 32,2 años (32,7 las españolas y 29,7 las extranjeras), frente a los 31,6 de 2012.

Lo de pasar por el juzgado es algo que también se hace cada vez menos. Y también con más edad. Según los datos del INE, en 2013 contrajeron matrimonio 155.098 parejas, un 8% menos que el año anterior. Esto reduce la tasa bruta de nupcialidad a 3,3 matrimonios por mil habitantes. La edad media en la que ellas se casan es más alta que la de las madres primerizas. Las mujeres dan el sí con 34,1 de media y los hombres, con 37,3 años. En 1976, el primer registro estadístico, ellos se casaban (entonces sí o sí había que pasar por el altar, ya que no había matrimonios civiles) con 26,6 y ellas con 24,09.

En el 18,1% de los matrimonios celebrados con cónyuges de distinto sexo, al menos uno de ellos era extranjero. El total de matrimonios registrados, un 2% (3.102) correspondieron a parejas del mismo sexo.

Siete comunidades con saldo negativo

El número de nacimientos se redujo en todas las comunidades autónomas. De hecho, no aumentaron en ninguna comunidad, con notables descensos en Asturias (12,5%), Navarra (9,9%) y La Rioja (8,9%).

El País Vasco es la novedad en el grupo de autonomías con saldo negativo, del que en 2012 ya formaban parte Galicia, Castilla y León, Asturias, Aragón, Extremadura y Cantabria, han tenido saldo vegetativo negativo. Las comunidades del noroeste, Galicia, Asturias y Castilla y León son las que ofrecen datos más preocupantes: están a la cola en natalidad y a la cabeza en mortalidad, y en saldo vegetativo negativo.

También los fallecimientos descendieron en todos los territorios de España, con la excepción de Ceuta, donde aumentaron un 8,4 %. La estadística refleja que en España la diferencia entre los nacimientos y las muertes se redujo un 30,7% en 2013 hasta situarse en 36.181 personas, el saldo más bajo registrado desde al año 2000.

El año pasado murieron en España 389.699 personas, un 3,3% menos que en 2012 con lo que la tasa bruta de mortalidad se situó en 8,3 defunciones por mil habitantes, frente a los 8,6 de 2012. El número de defunciones también se redujo en todas y sólo aumentó en la ciudad autónoma de Ceuta.

Las tasas más elevadas de natalidad, además de en las ciudades autónomas, se dieron en Murcia, con 11 nacimientos por cada mil habitantes, y en Madrid, con 10,2, mientras el noroeste peninsular arrojó las más bajas: 6,3 en Asturias, 7,1 en Castilla y León y 7,2 en Galicia.

Los mayores descensos se localizaron en Murcia (5,7%), en La Rioja (5,0%) y en Baleares y Castilla-La Mancha (4,9%). Las tasas de mortalidad más elevadas también son las del noroeste: Asturias, con 12 muertes por cada mil habitantes; Galicia, con 11,1, y Castilla y León, con 10,9.

Esas tres autonomías son las que presentaron un saldo vegetativo más negativo, en especial Galicia, donde las muertes superaron en 10.701 a los nacimientos, por 9.603 de Castilla y León y 6.051 de Asturias. En el extremo contrario, en Madrid los nacimientos superaron a las defunciones en casi 23.000, en 15.666 en Andalucía y en 11.010 en Cataluña.