Los obispos se amilanan y eluden expulsar oficialmente a la sociedad secreta ultracatólica El Yunque
La Iglesia española amaga, pero no golpea a El Yunque. La sociedad secreta, muchos de cuyos miembros forman parte de lobbies ultraconservadores como HazteOir o Derecho a Vivir, fue objeto de debate en la pasada Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, celebrada en abril, aunque sin resultados: los obispos no se decidieron a prohibir la presencia de miembros de El Yunque en las diócesis dejando libertad a cada prelado para que tome esta decisión. Algo que ya han hecho, entre otros, los obispados de Getafe y Toledo.
Los obispos españoles abordaron la problemática de El Yunque, una sociedad secreta de la que forman parte destacados miembros de los lobbies provida. Así lo confirma el obispo auxiliar de Getafe, José Rico Pavés, quien denuncia el “neointegrismo” de estas asociaciones, que “quiebra la comunión” en el interior de la Iglesia.
La Organización Nacional de El Yunque es una sociedad secreta surgida en México con la supuesta intención de proteger los valores cristianos. Es conocida su infiltración en el Partido Acción Nacional (PAN). En España no alcanzó influencia política hasta las reformas del aborto y el matrimonio gay del primer Gobierno de Zapatero. Los tres principios que se inculcan a los miembros de El Yunque se llaman primordialidad (la organización debe anteponerse a todo, incluso la familia o la Iglesia), obediencia (que ha de ser incondicional) y reserva (secreto).
No hay consenso total
En una entrevista a la revista Palabra, Rico Pavés -quien fue llamado a declarar en un juicio contra El Yunque, y que ha sido objeto de continuos ataques por parte de los entramados mediáticos de estos lobbies- confirma que “existe una preocupación que va más allá” de las diócesis que, como Getafe o Toledo, han emitido ya comunicados prohibiendo a HazteOir utilizar las instalaciones de la Iglesia para llevar a cabo sus campañas. “Los obispos españoles nos han manifestado su apoyo y coincidencia con el diagnóstico que hemos hecho”, subraya.
Según ha podido confirmar eldiario.es, el tema de El Yunque fue abordado en la sesión reservada de abril, aunque finalmente los obispos decidieron no hacer una nota oficial al respecto. Por dos razones: la primera, para no desvirtuar el documento 'La Iglesia, servidora de los pobres' en el que, por primera vez, la Iglesia española se desmarcaba de los postulados de la derecha política y económica de nuestro país; la segunda, porque el consenso no es definitivo en este punto.
El Yunque, ¿auténticos cristianos?
Es más: son varios los obispos que consideran que actividades como las manifestaciones, campañas y alarmas contra el matrimonio gay, el aborto o en defensa de los cristianos perseguidos que llevan a cabo HazteOir y sus grupos de presión “son la auténtica expresión de lo que debería ser la actividad de los católicos en la vida pública”. De hecho, varios prelados, como el polémico obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig, o el auxiliar de Madrid -y exportavoz episcopal-, Juan Antonio Martínez Camino, han sido premiados por estas asociaciones en varias ocasiones, y no dudan en avalar, incluso personalmente, sus actividades.
Así las cosas, la Conferencia Episcopal decidió dar libertad a cada obispo para que, en sus diócesis, decidieran si prohibían o no las actividades de las asociaciones vinculadas a El Yunque. “Esta forma de neointegrismo quiebra la comunión eclesial”, denuncia Rico Pavés, quien subraya cómo “el daño llega a matrimonios rotos porque uno de los esposos considera más importante el juramento al Yunque que el vínculo matrimonial, o familias heridas porque los hijos han sido captados por el Yunque cuando toda la familia trabajaba en Hazte Oír”.
Un funcionamiento más propio de una secta que de una institución familiar o que propugna cambios en un sistema democrático. El obispo auxiliar de Getafe (quien, paradójicamente, está considerado uno de los prelados más conservadores de España), es muy claro al respecto: “Lo que está en el fondo de esta polémica es una nueva forma de integrismo que pretende ganar espacios de poder para alcanzar sus fines”, no dudando en emplear cualquier arma en su poder, como “la captación de jóvenes y el adiestramiento con métodos paramilitares, la infiltración y manipulación de asociaciones católicas o el acoso a las personas que dejan la organización”.
Mitad monjes, mitad soldados
“Sus miembros se consideran mitad monjes y mitad soldados, y reivindican para sí, inspirándose en un texto de san Ignacio de Antioquía, la firmeza y constancia de un yunque. Consideran el Yunque como un camino de santificación y se vinculan a la organización mediante un juramento de por vida que les obliga a mantener en secreto su pertenencia”, concluye Rico Pavés.
La existencia de El Yunque es una de las grandes preocupaciones internas de la Iglesia española, que durante la última década no ha sabido –o querido– atajar. Hasta la fecha, HazteOir y Derecho a Vivir han campado a sus anchas por todas las parroquias, centros y actividades de las diócesis españolas. Todo ello sin ningún tipo de cortapisa, hasta que hace unos años, y después de recibir numerosas quejas, el Episcopado encargó un informe privado que sacó a la luz la organización secreta y su implantación en distintas asociaciones católicas, como Ayuda a la Iglesia Necesitada. Un auténtico lobby de presión y agitación de ultraderecha que utilizaba el entramado de la Iglesia católica para llevar a cabo su misión. Todo ello con el apoyo de varios obispos, que continúa hasta ahora.
Siguiendo la línea marcada por las diócesis de Toledo y Getafe, que han impedido a asociaciones como HazteOir.org, Derecho a Vivir, CitizenGo o Profesionales por la Ética participar en actividades diocesanas o utilizar recintos eclesiásticos para sus campañas mientras no se dé una ruptura clara y sin ambages con El Yunque, buena parte del Episcopado español quiere preparar una declaración de la conferencia al respecto, que por el momento se ha frenado.