El papa: “No podemos seguir insistiendo en el aborto, el matrimonio homosexual o los anticonceptivos”
El papa Francisco I quiere que su mandato en el Vaticano represente un paso modernizador. Por eso reclama que la Iglesia de pasos hacia delante para abandonar algunos postulados como el la oposición al aborto, al matrimonio homosexual o el uso de anticonceptivos: “No podemos seguir insistiendo sólo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos”, rechaza en una entrevista concedida la revista jesuita 'La Civiltà Cattolica'.
Jorge Mario Bergoglio reclama más cambios en la Iglesia, como la atribución de un mayor peso a las mujeres en la institución al considerar que necesita el “genio femenino”. El papa reconoce que “las mujeres están formulando cuestiones profundas que debemos afrontar. La Iglesia no puede ser ella misma sin la mujer y el papel que esta desempeña”. “Es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. Temo la solución del 'machismo con faldas', porque la mujer tiene una estructura diferente del varón. Pero los discursos que oigo sobre el rol de la mujer a menudo se inspiran en una ideología machista”, señala.
El jefe de la Iglesia reconoce que no es de derechas, aunque lo hace después de decir que tiene una manera autoritaria de trabajar. “Mi forma autoritaria y rápida de tomar decisiones me ha llevado a tener poblemas serios y a ser acusado de ultraconservador. Tuve un momento de gran crisis interior estando en Córdoba. No habré sido ciertamente como la beata Imelda, pero jamás he sido de derechas. Fue mi forma autoritaria de tomar decisiones la que me creó problemas”.
El pontífice vuelve a mostrar cautela al hablar de las personas homosexuales. Considera que se trata de 'heridos sociales' a los que hay que “acompañar”. “En Buenos Aires recibía cartas de personas homosexuales que son verdaderos 'heridos sociales', porque me dicen que sienten que la Iglesia siempre les ha condenado. Pero la Iglesia no quiere hacer eso”.
El papa ya utilizó un encuentro con la prensa para mostrar cierto respeto con las personas homosexuales aunque criticó el “lobby gay”. “Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”, dijo entonces y expresó que “no se debe marginar a esas personas y deben ser integradas en la sociedad”.
Los postulados que tibiamente defiende el papa chocan con la postura de la Iglesia en España, dirigida por el arzobispo Rouco Varela, que ha ejercido una gran presión sobre el Gobierno de Rajoy para que modifque la ley del aborto y que ha cargado contra la ley del matrimonio homosexual por considerarla “injusta”, apesar de contar con el aval del Tribunal Constitucional.