Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE
Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.
La cabina de un avión no se puede abrir desde fuera si la puerta se ha bloqueado desde dentro
La puerta de acceso a la cabina de pilotos de un avión se puede abrir desde fuera, incluso cuando no hay nadie en su interior, salvo que desde dentro se bloquee su apertura, según ha explicado a Efe el secretario del Sepla, perito e investigador de accidentes, Álvaro Gammicchia. La causa más habitual por la que un piloto abandona la cabina es por necesidades fisiológicas, ha asegurado, aunque también puede ausentarse para comprobar cuestiones mecánicas, como las alas o el estado de los motores.
Un vídeo de Airbus recrea las situaciones en las que una persona de la tripulación puede comunicarse con los pilotos para entrar en la cabina del avión y cuáles son las medidas de seguridad previstas, en caso de que, por ejemplo, ambos pierdan el conocimiento.
La Fiscalía francesa ha confirmado este jueves que el copiloto del avión de Germanwings que se estrelló el pasado martes en los Alpes con 150 personas a bordo se encerró voluntariamente y solo en la cabina. El piloto, que había abandonado el habitáculo, intentó entrar de nuevo, pero no pudo. Posteriormente, Andreas Lubitz activó el mecanismo de descenso del A320 hasta que chocó con tierra, según las primeras conclusiones de los investigadores.
Gammicchia ha explicado que existe un protocolo que determina que se pueda acceder a la cabina desde fuera incluso si las personas que permanecen en el interior no pudieran abrir, por ejemplo, por haber sufrido un desvanecimiento.
Así funciona la puerta de un avión
Desde el despegue de la aeronave y por cuestiones de seguridad, la cabina debe permanecer siempre cerrada y existe un protocolo reservado para poder abrirla desde fuera basado en códigos que solo conocen los miembros de la tripulación.
Para solicitar un acceso “normal” a la cabina, el tripulante marca un código concreto que en cabina se traduce en un aviso acústico que suena una sola vez.
En este caso y a través de unas cámaras situadas en el exterior de la cabina, los pilotos pueden comprobar que no se trata de nadie ajeno a la tripulación antes de abrir la puerta.
Desde fuera, la tripulación también se puede comunicar con el interior de la cabina por medio de un “microteléfono” para avisar, a través de claves que solo ellos conocen, de si están solicitando entrar bajo coacciones.
En caso de emergencia, en el panel de acceso a la cabina se tecleará un código diferente que no dejará de sonar y que, transcurrido un tiempo, hará que la puerta se abra automáticamente, salvo que desde dentro se impida, ha afirmado Gammicchia.