Quién está detrás de los lobbies ultracatólicos que arremeten contra las mujeres y el colectivo LGTBI
Están presentes en todas las demandas contra grupos proabortistas, organizan manifestaciones a favor de la familia –la compuesta por madre, padre e hijos– o recogen firmas a través de Internet para presionar mediáticamente. Son las asociaciones homófobas y neoconservadoras que, desde hace algo más de una década, hacen campaña contra los homosexuales, las mujeres o los derechos sexuales y reproductivos.
HazteOir, CitizenGo, Profesionales por la Ética, Centro Tomás Moro, Abogados Cristianos, Más Libres, Instituto para la Política Familiar, Organización del Bien Común... Son los lobbies ultracatólicos, que cuentan con el apoyo más o menos directo de una parte de la Conferencia Episcopal Española. Pero, ¿quién está detrás de ellos?
“Son muy pocos, pero están en todas partes, hacen mucho ruido y tienen engañada a mucha gente, también en la Iglesia”, apunta el experto Santiago Mata, autor de la primera investigación sobre El Yunque en España. Esta organización secreta ultraconservadora está detrás de todas esas asociaciones, cuyos líderes surgen de centros de formación de movimientos eclesiales conservadores, como los Legionarios de Cristo, Comunión y Liberación o los Kikos, aunque sin el apoyo del todopoderoso Opus Dei.
La presencia de El Yunque en España arrancó a finales de los noventa y tuvo su apogeo en torno a 2005. Ese año, grupos como HazteOir, Derecho a Vivir o Profesionales por la Ética lograron que los obispos se manifestaran contra el matrimonio igualitario aprobado por Zapatero. Desde entonces, y coincidiendo con el momento de mayor poder del cardenal Rouco Varela, estos grupos consiguen congregar cada Navidad a decenas de miles de personas en las llamadas “misas de las familias de Colón”.
La igualdad LGTBI como diana
Aunque oficialmente no está reconocido por la Iglesia, los obispos más ultraconservadores (el de San Sebastián, Munilla; los de Alcalá y Getafe, Reig y López de Andújar; o el de Córdoba, Demetrio Fernández) acuden a sus actos, firman sus manifiestos y se sirven de sus aparatos para atacar sin descanso a las mujeres y al colectivo LGTBI.
Estas ramificaciones de El Yunque han activado su maquinaria llegando a amenazar, en el caso de HazteOir, a El Corte Inglés o a la cadena de restaurantes Vips por hacer publicidad de familias homoparentales o parejas homosexuales. “Los niños tienen derecho a un padre y una madre”, afirmaba en una de estas campañas la organización, fundada y dirigida por Ignacio Arsuaga, sobrino de Rodrigo Rato.
Entre sus “últimos retos conseguidos” se adjudican la retirada de la publicidad de muchas empresas de un espacio de Telecinco que, según los ultras, “fomentaba el incesto” y se han apuntado el tanto de la retirada del anuncio de El Corte Inglés en el que aparecía una familia homoparental formada por dos padres mientras la compañía alega otros motivos.
Destacan, además, maniobras de agitación como la defensa a ultranza de la carta de los obispos de Alcalá y Getafe, que tachan la ley madrileña contra la LGTBfobia de “contradicción con la ley natural” o la denuncia del “linchamiento”, según sus palabras, contra Antonio Cañizares, cardenal de Valencia, por sus declaraciones sobre el “imperio gay” o la “dictadura de género”.
“El Yunque es mucho más que una secta, es una organización secreta anticristiana, una sociedad que divide a los católicos”, afirma Mata, que señala, junto a Arsuaga, al periodista Luis Losada Pescador como uno de los líderes del entramado, así como a Gador Joya, portavoz de Derecho a Vivir; Eduardo Hertfelder, fundador del Instituto de Política Familiar; Jaime Urcelay, responsable de Profesionales por la Ética; o Leonor Tamayo, actual presidenta de esta última asociación, respaldada por medios de comunicación ultraconservadores, como el Grupo Intereconomía de Julio Ariza.
Una larga lista de procesos judiciales
La defensa de Cañizares fue uno de los objetivos del Centro Jurídico Tomas Moro, que también arremetió contra la ley de identidad de género de Madrid afirmando que pretende “manipular a los menores para fomentar entre ellos el cambio de sexo”. La organización presume en su web de haber impulsado una larga lista de procesos judiciales entre los que se encuentra la protesta de Rita Maestre en la capilla, caso en el que ejerció de acusación popular.
Otras de las de las acciones del grupo, presidido por el abogado de familia Javier María Pérez Roldán, han sido la querella contra las Juventudes Socialistas por la campaña contra el sida que incluía frases como “que no te den una hostia, ponte un condón” y “bendito condón que quitas el sida del mundo” o la querella en 2011 contra los convocantes de la “procesión atea” de Jueves Santo y las múltiples denuncias contra varias clínicas abortivas.
Muchos de los casos judiciales emprendidos por estas organizaciones, entre las que destaca la Asociación Española de Abogados Cristianos, se han impulsado en el marco del artículo 525 del Código Penal, que recoge el delito de ofensa a los sentimientos religiosos. Es de lo que la organización acusó a las participantes en la “procesión del coño insumiso” celebrada en Sevilla en 2014 a modo de manifestación, caso que ha acabado archivando la jueza.
Es también el denominador común de la denuncia, ya archivada, que interpuso Abogados Cristianos contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la poetisa Dolors Miquel por recitar un “padrenuestro feminista” el 15 de febrero en la entrega de los premios de cultura Ciutat de Barcelona. El poema, tildado por la organización de “blasfemo”, reivindica el cuerpo de la mujer con versos como “Madre nuestra que estás en el cielo, santificado sea vuestro coño, la epidural, la comadrona”.
Utilizan el entramado de la Iglesia
Abogados Cristianos también promovió la retirada de la declaración de utilidad pública de la Federación de Planificación Familiar Estatal tras una denuncia ante Interior y fue acusación particular en el juicio que sentó en el banquillo por primera vez en España a Femen. El colectivo representaba a la Asociación Enraizados en Cristo y pedía siete años de prisión para las activistas, que fueron absueltas, por interrumpir una marcha antiaborto convocada por Derecho a Vivir.
Muchas de las actividades de propaganda y agitación de este último y demás grupúsculos tienen lugar en espacios cedidos por parroquias o en actividades de las distintas diócesis aprovechando que la Conferencia Episcopal no ha desautorizado públicamente su pertenencia a una sociedad secreta como El Yunque.
Aunque el Episcopado encargó un informe privado sobre la existencia e implantación de El Yunque en instituciones eclesiales, la profunda división entre los obispos acerca de este tema –para muchos prelados, los miembros de estos grupos son parte activa de su feligresía y fuente de financiación– permite que este lobby de presión y agitación de la ultraderecha pueda continuar utilizando el entramado de la Iglesia católica para seguir llevando a cabo su misión.