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The Guardian en español

La ONU advierte de que una victoria militar de Asad aumentará el riesgo de terrorismo

Soldados sirios caminan entre los escombros en el oeste de Alepo (Siria)

Patrick Wintour

Si el conflicto en Siria no finaliza con un acuerdo de paz sino con la victoria militar de Bachar el Asad, aumentará el riesgo de terrorismo suní en Siria y en Europa, así como en Irak. Esta es la advertencia que ha lanzado el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, en una entrevista en exclusiva con the Guardian.

La entrevista ha tenido lugar en Londres, en la víspera de una reunión del diplomático con el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido y después de que se divulgara que las fuerzas rusas han vuelto a lanzar una ofensiva contra las ciudades de Idlib y Homs, controladas por los grupos rebeldes. De Mistura indicó que es poco probable que la Unión Europea y el Banco Mundial asuman el coste de la reconstrucción de Siria si Bachar el Asad impone sus condiciones en vez de aceptar una solución pactada.

“Si los esfuerzos se centran en lograr una victoria militar solo se conseguirá una victoria pírrica seguida de una guerra de guerrillas que será larga, de baja intensidad y que causará mucho dolor ya que los sirios seguirán muriendo”, explicó.

“Esta victoria crearía un ambiente propicio para que en cuestión de tres meses muchas más personas se unan al Estado Islámico (EI). No podremos derrotar al EI salvo que se alcance una solución política pactada”.

Un consejo a Trump

Las palabras de De Mistura serán interpretada como un sutil consejo diplomático al presidente estadounidense entrante, Donald Trump. Le advierte de la imposibilidad de garantizar una paz estable y duradera si la política en torno a Siria se centra en la destrucción militar del EI, probablemente con una alianza de facto con Rusia y el presidente sirio. De hecho, este el plan que Trump ha dejado entrever.

De Mistura, uno de los diplomáticos con más experiencia, indicó que “luchar contra el terrorismo es clave, vital, urgente e importante para todos. Esto es lo que dirían todos los ciudadanos de Washington, París, Londres, Estambul o Moscú”.

“El hecho de que Rusia y Estados Unidos hagan un frente común para dar un impulso a la lucha contra el EI y el Frente al-Nusra es una buena noticia. Sin embargo, una cosa es luchar y la otra, muy distinta, ganar. Para derrotar al EI es necesario diseñar una estrategia política que también tenga en cuenta a aquellos que consideran que sus opiniones y necesidades no son tenidas en cuenta, los suníes”, subraya: “Esto es exactamente lo que ha pasado en Irak; si no se aborda la sensación de exclusión de las tribus suníes, el líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, gana terreno”.

“Y esto también pasará en Siria si no se impulsa un proceso que incluye a todos los sectores de la población, en menos de tres meses muchas personas se unirán a las filas del Estado Islámico”.

En referencia al coste de la reconstrucción de Siria que tendrá lugar tras el conflicto, el diplomático indicó que “la reconstrucción va a costar una fortuna y no hay un solo país que lo pueda asumir individualmente”.

“Con toda seguridad, Rusia no asumirá el coste. Estados Unidos o Irán tampoco lo harán. Probablemente lo asuman el Banco Mundial y la Unión Europea. A la UE le conviene hacerlo y evitar una nueva ola de refugiados. Sin embargo, no lo hará si se impone una victoria. Solo lo hará cuando a través de un proceso político solvente se haya conseguido una cierta estabilidad”,

De Mistura negó que el proceso de paz haya fracasado o se haya suspendido hasta el 20 de enero, que es cuando tendrá lugar la investidura de Trump. El enviado especial de la ONU indicó que su plan para levantar cuando antes el bloqueo del este de Alepo, anunciado el mes pasado, está siendo debatido por las potencias regionales. Remarcó que este plan podría evitar la destrucción total de la ciudad, así como su rendición, que cree que sería “sangrienta, violenta y que daría lugar a una tragedia humana”.

El enviado especial de la ONU señaló que todavía estima conveniente que los cerca de 900 combatientes de Jabhat Fateh al-Sham, que en el pasado estaban vinculados con al-Qaeda y que ahora son conocidos como “el frente de al-Nusra”, salgan de Alepo. Al mismo tiempo, el gobierno sirio debería reconocer la autoridad del equipo político que gestiona el este de Alepo, liderado por Brita Haj Hassan, y permitir que sigan al mando de esta zona hasta que se pongan fin a los bombardeos.

Traducido por Emma Reverter

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