Los artistas que prometieron irse a Canadá si ganaba Trump nunca se fueron
En la historia de la política estadounidense hay un hecho que ya es tradición: en algún momento del ciclo electoral, figuras conocidas del mundo del arte y el entretenimiento dicen que si su candidato favorito no gana, se mudarán a Canadá.
En la última campaña presidencial, estas amenazas –o promesas– comenzaron a aparecer al comenzar las primarias. Y en esta ocasión, como Donald Trump prometió construir un muro a lo largo de la frontera con México y vetar temporalmente a los musulmanes en el país, parecía que algunas de ellas realmente se cumplirían.
“Conozco a mucha gente que ha estado amenazando con hacer esto, pero realmente lo haré”, dijo la creadora de 'Girls' Lena Dunham a los espectadores neoyorquinos en 2016. “Conozco un lugar muy acogedor en Vancouver y podría hacer mi trabajo desde allí”.
La actriz Raven-Symoné aseguró que ya tenía el billete listo y estaba preparada para “mudarse a Canadá con toda su familia” si cualquier candidato republicano se convertía en presidente.
Este sentimiento fue también constante durante la noche electoral. Las búsquedas online sobre mudarse a Canadá se dispararon. Incluso las autoridades del país aseguraron que la web de inmigración más importante del país se cayó, en parte, por culpa de estadounidenses angustiados.
Los medios de ambos lados de la frontera se hicieron eco de historias de estadounidenses que habían dejado atrás el crispado clima político de su país de origen. Otros detallaban lo tedioso y complicado que era el proceso para mudarse a Canadá.
Pero, un año después de que Trump se hiciera con el poder, ¿ha habido un aumento de estadounidenses –famosos o no– que se hayan mudado a Canadá?
Mucho interés, pero pocas mudanzas
Las cifras que maneja el Gobierno de Canadá apuntan a un aumento en el interés. En 2016, Canadá recibió 7.745 solicitudes para residencia permanente por parte de ciudadanos estadounidenses, un incremento del 13% con respecto a 2015. Cuando Trump llegó al Despacho Oval, el número permaneció estable, con 7.446 solicitudes recibidas durante los primeros 11 meses del año.
Entre los famosos, que siguieran adelante con sus promesas era menos seguro. Días después de que Trump fuese elegido, Dunham dijo que no se iba a Vancouver. “Es fácil hacer bromas sobre mudarse a Canadá”, escribió en redes sociales. “Es más difícil vivir, plena y dolorosamente consciente de las injusticias que te rodean, querer y temer a tu país al mismo tiempo. Pero estoy dispuesta a intentarlo”.
La cómica Chelsea Handler, que dijo que estaba preparada para mudarse a Canadá si no podía vivir en España, dijo que le habían animado a seguir viviendo en EEUU. “Ayer, todo mi equipo me recordó que plataformas y voces como la mía son ahora más importantes que nunca; dejar el país ya no está en mis planes”, tuiteó después de que Trump fuese elegido.
La promesa de Raven Symoné de mudarse al norte dio lugar a un vídeo cómico de seis minutos en el que ella viajaba a la Columbia Británica, vestida como la Policía Montada Canadiense y lanzaba hachas junto a un hombre vestido de franela en un intento de probar cómo es la vida en Canadá. Pero el vídeo terminaba con ella preparándose para volver a EEUU.
Otros simplemente nunca cumplieron su promesa. La actriz Chloe Sevigny nunca volvió a hablar del tema después de decir a Vanity Fair que se iría a la provincia de Nueva Escocia en la costa este canadiense si Trump se convertía en presidente. Un representante de la actriz ha dicho que no tenía más información sobre ese tema.
Algo parecido le ha pasado a Barbra Streisand, que aseguró que se mudaría a Australia o Canadá. También al protagonista de 'Breaking Bad', Bryan Cranston, que dijo que se “mudaría definitivamente al norte”. Nada de esto ha pasado desde que tuvieron lugar las elecciones. Sus representantes no han querido hacer comentarios al respecto.
El cantante Ne-Yo y el rapero Snoop Dogg dijeron que se marchaban a Canadá. Ne-Yo dijo en TMZ que estaba planeando convertirse en vecino de Drake, mientras que Snoop Dogg pidió a su compañero el “contacto de alguna propiedad” en Toronto vía Instagram. Ninguno ha vuelto a mencionar nada del tema y sus representantes tampoco han querido comentar nada.
Estudiantes y migrantes, los más interesados
Durante las elecciones, la actriz Neve Campbell –que nació y se crió en el sur de Ontario– dijo que le horrorizaba la idea de Trump como presidente. Cuando el Huffington Post le preguntó qué haría si ganaba, su respuesta fue clara: “Volver a Canadá”. Después de que Trump ganase, Campbell escribió en su cuenta de Instagram que estaba “muy orgullosa de tener el honor de vivir en EEUU”. Su representante tampoco ha querido hacer comentarios.
Aun así, algunos grupos han estado acudiendo en masa a Canadá a raíz de la toma de poder de Trump. En los primeros 11 meses de 2017, el número de solicitudes de estadounidenses para estudiar en Canadá aumentó un 29% hasta llegar a los 3.057. En 2016, el país más al norte recibió 2.363.
Pero el repunte mayor se corresponde a los solicitantes de asilo que viven en EEUU. Por miedo a lo que pueda significar la presidencia de Trump, comenzaron a enfrentarse a temperaturas gélidas, campos con nieve que les llegaba hasta la cintura y ríos helados para cruzar hasta Canadá por lugares remotos y desprotegidos. Esto empezó a suceder poco después de que Trump fuese elegido.
Ocho meses después de la llegada de Trump a la Casa Blanca, el número de personas aumentó hasta llegar a las 250 personas cada día. La Policía Montada de Canadá dijo que interceptó a 18.615 migrantes a lo largo de la frontera con EEUU en 2017. En 2016, interceptó a 2.464.
Traducido por Cristina Armunia Berges