Desde Andalucía, un Podemos diferente
Se cierra un ciclo en Podemos. Pasada la época de los comicios, es momento de analizar dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos, para lo cual es imprescindible evaluar si el modo de funcionar que establecimos en la Asamblea de Vistalegre es lo que necesitamos para este nuevo ciclo que se abre.
En este sentido, nos alegra ver que hay una asombrosa unanimidad entre todas las sensibilidades que habitan Podemos. En los procesos internos que ya se han lanzado, en declaraciones públicas, redes o foros de debate, todo el mundo habla a las claras de superar/enterrar/transformar/... Vistalegre. Pero lo que resulta más asombroso (o no tanto) es que nadie está proponiendo nada concreto para hacerlo.
Centrándonos en Andalucía, constatamos que todas las iniciativas, candidaturas o espacios presentados hasta ahora, de cara a la inminente Asamblea Ciudadana Andaluza, presentan manifiestos con ideas comunes y perfectamente complementarias: descentralización, participación, federalización, municipalismo, revitalizar los Círculos, feminización… Si tuviéramos que decidirnos por un manifiesto exclusivamente, nos costaría bastante hacerlo. Todos suenan muy bien. El problema es que estos manifiestos no se ven acompañados por propuestas organizativas y participativas a la altura. Muy por el contrario, lo que vemos son pequeñas e insuficientes modificaciones al modelo organizativo actual. De hecho, las candidaturas optan a copar los mismos órganos y cargos creados en la Asamblea de Vistalegre.
Suponemos que Einstein sabía de lo que hablaba cuando dijo que había que hacer las cosas de manera diferente para obtener resultados distintos, por lo que somos bastante escépticos con todos los manifiestos presentados hasta ahora, pues ninguno está siendo acompañado de una propuesta que pueda materializarlo. Esta disonancia se ve agravada, además, por el Reglamento de Primarias elaborado por la Ejecutiva de Podemos, que impone la homogeneidad de las propuestas con el modelo actual, dejando poco margen a la novedad si no se desobedece.
Pero como nosotros no somos muy buenos en eso de obedecer y cumplir con modelos y órganos que nos parecen fallidos y antidemocráticos, nos hemos concentrado en hacer realidad lo que las diferentes iniciativas presentadas hasta ahora prometen en sus manifiestos.
La propuesta de organización y participación que presentamos se caracteriza por volver a dar sentido a los Círculos. Por un lado, eliminando esa doble estructura municipal que suponía la existencia de Círculos y Consejos Ciudadanos Municipales. De facto, los CCM vaciaban de contenido y funciones a los Círculos, favoreciendo el desánimo, el aburrimiento y la frustración que han llevado a la desmovilización y el hartazgo de buena parte de las bases. Existiendo Círculos municipales o de barrio, tiene poco sentido que las decisiones se tomen en un órgano completamente separado. Por tanto, proponemos la eliminación de los CCM y sus secretarios generales para que el Círculo territorial vuelva a ser el espacio de propuesta, deliberación y toma de decisiones, dotándolo de responsables y áreas, cuya función no es dirigir sino asegurar que todo funciona bien. Mandar obedeciendo.
Por otro lado, encontramos actualmente que los Círculos sectoriales (sanidad, educación, vivienda, economía…) han sido también sustituidos por las “áreas” del partido, espacios no muy abiertos donde se deciden las posiciones respecto de estos ámbitos. De nuevo, proponemos refundir áreas y Círculos sectoriales, para que sean el verdadero motor de Podemos en la investigación, elaboración y propuesta, desde el rigor, de alternativas y políticas públicas.
Junto a los Círculos sectoriales y territoriales, proponemos la creación de Equipos de apoyo, que garanticen el buen funcionamiento de los círculos, el abastecimiento racional de recursos y el correcto flujo de la información. Estos Equipos contarían con personas elegidas en las provincias, mezclando votación y selección por sorteo, de manera que se desincentiven los intentos de control de órganos a través de listas y planchas.
La clave de todo este diseño se encuentra en la constitución de espacios colaborativos, con reuniones periódicas, en las que personas de los distintos órganos pongan en común cuáles son las líneas de trabajo que se están llevando a cabo, compartiendo experiencia, coordinando acciones y construyendo, al final, un proyecto colectivo y colaborativo de partido y de Comunidad.
Junto a la propuesta organizativa presentamos otra participativa, describiendo cómo una persona cualquiera puede aportar ideas y trabajo en cualquier ámbito del partido, cómo una iniciativa individual podría convertirse en un punto programático o en una prioridad del Grupo Parlamentario. Además, adjuntamos un sistema de participación integral para la elaboración de leyes que combinaría la acción de todos los órganos del partido, de los Equipos, de las oficinas provinciales, del Grupo Parlamentario y de los actores sociales relacionados con la iniciativa legislativa que se quiera presentar.
La propuesta participativa se cierra afianzando un mecanismo de rendición de cuentas de Círculos y Equipos que sirva, además, para establecer las líneas y la dirección política de Podemos Andalucía, a través de votaciones abiertas de los diferentes trabajos y propuestas que se vayan elaborado por periodos de seis meses. De esta forma, serán las bases y las personas inscritas en Podemos las que evalúen y decidan cuáles son los objetivos y necesidades prioritarias que debe abordar el partido.
Toda esta propuesta la podéis encontrar en la web www.andalucíacomolaquemas.org, y no implica que, como autores, vayamos a presentarnos a nada. De hecho, ponemos este trabajo a disposición de todas las candidaturas y espacios, de todo Podemos, para que lo 'remezclen' y mejoren, pues somos conscientes de que es sólo un punto de partida en la construcción de una organización más útil, abierta, participativa, democrática y mejor. Y, a pesar de que supone una transformación importante de las estructuras que funcionan actualmente en Podemos, esperamos que la dirección actual del partido vea en esta propuesta una oportunidad de mejorar, en lugar de un desafío a sus posiciones, y no intente bloquearla amparándose en reglamentos internos.
Para construir el partido del que hablamos, el partido que queremos, hay que empezar por creernos lo que decimos para, después, ponerlo en práctica. ¡Vamos!