Bitcoin cotiza en máximos, pero está rota
Bitcoin supera la barrera de los 300 dólares por unidad, y este hecho es descrito por muchos analistas como una señal de la confianza que despierta la criptomoneda. Ni el FBI obligándoles a registrarse como moneda electrónica, ni el cierre de su mayor cliente, SilkRoad, o los ataques a sus plataformas más conocidas de cotización, como MtGox, han conseguido frenar la tendencia alcista del valor.
Si no es especulación, ¿es un cambio de paradigma económico-financiero? Quizás haya llegado el momento de la desrregulación, la panacea donde unos bancos centrales no controlan la cantidad de moneda en circulación y la libertad se instaura en el sistema descentralizado con Bitcoin como medio de intercambio en el que todos confían ¿O no?
¿Es realmente Bitcoin un medio de pago que nadie puede controlar?
El gran avance de Bitcoin es que debido a su sólida concepción a nivel de protocolo permitía tener una cantidad de monedas Bitcoin prescritas bajo circulación. Ya no dependerías de tu banco para guardar tu dinero, sino que lo tendrías en tu propio monedero electrónico, cifrado de manera única e irrepetible.
De manera que podríamos decir que éste es el valor intrínseco que defiende Bitcoin como respaldo de su cotización: no habría posibilidad de que una serie de instituciones reguladores supranacionales pudieran controlar el funcionamiento del sistema monetario, provocando inflaciones o deflaciones, con las consiguientes mermas en nuestros poderes adquisitivos.
Lo siento, pero Bitcoin está rota
Inversores podrá seguir habiendo, el valor de Bitcoin podrá seguir subiendo, pero esta vez es serio: un informático ha demostrado que Bitcoin está rota a nivel de protocolo. No se trata de un analista económico o de un legislador. Se trata del valor fundamental o intrínseco de Bitcoin, que ninguna élite pueda hacerse con el proceso de creación de valor de la moneda.
¿Qué quiere decir esto? La mecánica de emisión de moneda Bitcoin mediante el proceso conocido como minería es defectuosa, de manera que una minoría egoísta de los mineros podría hacerse con el control del proceso y centralizar el beneficio. En resumidas cuentas, cualquier minero deshonesto que hiciera este ataque se llevaría un beneficio seguro sobre el resto de la comunidad y, en cualquier caso, si hasta un tercio del total de mineros coluden y atacan al resto de mineros honestos, siempre podrán dominar la creación de la divisa.
La buena noticia es que los investigadores que han demostrado esto proponen una solución a esta debilidad que permitiría establecer un mínimo necesario del 25% de los mineros coludiendo para conseguir hacerse con el control de la minería.
Dos notas merecen especial atención aquí: ni siquiera con la solución propuesta está el esquema de Bitcoin asegurado, ya que si un total del 33,33% de la comunidad se une de manera deshonesta, ahí siempre habrá beneficio para un grupo de mineros “elitistas”. Por eso se define el problema como una demostración de un error de protocolo en la esencia de Bitcoin: ser el paradigma de la descentralización.
Y llega aquí la segunda nota peculiar del asunto. ¡Qué gran ironía que la única solución para arreglar el paradigma de la descentralización y desrregulación sea… regularlo! Efectivamente, los informáticos y autores de este potente paper proponen una solución para minimizar las probabilidades de éxito de su ataque, que se basa, ni más ni menos, que en ¡regular a los mineros!
Ya lo dijimos más veces: no llamen a Bitcoin moneda. Aquellos activos que tienen un valor intrínseco elevado estable y pueden usarse como mecanismo de pago serán una divisa cuando tengan, precisamente, respaldo legal. Mientras carezcan de ese respaldo, las denominaremos “materias primas”. Por otro lado, aquellos activos que no tienen valor intrínseco, pero sí valor legal, como el dinero del “El Corte Inglés” o la moneda de Amazon, son las denominadas “fiat currencies”. Eso no quita que el valor de las divisas fiat o de las materias primas suba como la espuma, o caiga en picado, como el de cualquier otro activo que la gente valore, por la razón que sea.
Por lo tanto, la conclusión sería: Bitcoin no es una moneda porque no tiene respaldo legal, y el valor intrínseco de Bitcoin, como paradigma de método de pago desrregulado, ha sufrido una estocada que, técnicamente, sería letal.
Obviamente, las expectativas superan siempre a la realidad, y Bitcoin sigue cotizando al alza. Pero sepan y tengan claro que Bitcoin no es un sistema antiélites donde ninguno puede enriquecerse o perjudicar al resto como hacen los bancos centrales. En Bitcoin, si un tercio de los usuarios colude en un ataque concertado como el descrito en esta investigación, se harán con el dominio y los beneficios de la minería. ¡Quién tuviera un Banco Central ahora!