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Una guía para visitar el CERN en Ginebra

Detector LHCb en el CERN de Ginebra | Foto CERN

Héctor García

Ginebra, Suiza —

En estas fechas se están cumpliendo dos años del descubrimiento más importante que se ha hecho en las últimas décadas en física de partículas. El bosón de Higgs tomó un carácter mediático nada más salir a la luz y han sido muchos los artículos, libros y documentales que se han dedicado a explicar de manera más o menos comprensible el mecanismo que se esconde detrás de él. Gran parte de la publicidad que se ha generado en torno a tan preciada partícula es gracias, precisamente, al lugar donde se descubrió: el CERN.

El CERN y su historia

El CERN es el Laboratorio Europeo de Física de Partículas y el más grande del mundo. Cuenta con más de 3.000 personas en sus filas pero al mismo tiempo establece relaciones de colaboración con más de 10.000 alrededor de todo el mundo. En el CERN no solamente se pueden encontrar físicos. Más bien todo lo contrario. Entre el personal podemos encontrar numerosos ingenieros de todas las especialidades (mecánico, químico, de materiales, electrónico), informáticos, arquitectos, personal de administración y servicios, contabilidad, relaciones públicas y servicio de prensa entre muchos otros.

Se encuentra cerca de Ginebra y la frontera pasa por medio del laboratorio, de manera que podemos estar trabajando en nuestra oficina en Suiza e ir a comer a Francia (ese es mi caso).

El CERN se fundó en 1952 con el apoyo de 12 países europeos, entre los cuales no estaba España. Mientras que la ciencia en Estados Unidos crecía rápidamente gracias al impulso que había proporcionado el desarrollo de la bomba nuclear y a que muchos de los científicos del antiguo continente habían cruzado el Atlántico, Europa por su parte, todavía se encontraba recuperándose de los estragos causados por la Segunda Guerra Mundial.

En un tratado de colaboración sin precedentes, los grandes científicos europeos decidieron que la única manera de poder competir con el avance científico norteamericano era trabajar conjuntamente en la creación del CERN. El primer gran colisionador de partículas fue el Proton Synchrotron (PS) que todavía hoy sigue en funcionamiento. A lo largo de las siguientes décadas, se han ido desarrollando nuevos aceleradores cada vez más potentes que han permitido descubrir nuevas partículas y fenómenos fundamentales de la naturaleza que llevaron a la obtención el 1984 del premio Nobel a Carlo Rubbia por el descubrimiento de los bosones Z y W y a Simon van der Meer por el avance de las técnicas de los aceleradores. Hoy en día, la colaboración se ha extendido a nivel global.

Qué hay que hacer para visitar el CERN

Visitar el CERN es muy sencillo, pero se recomienda planearlo con tiempo para que el viaje sea más barato y, sobretodo, para que la visita sea más completa. La manera más sencilla de reservar una visita es mediante la página web del servicio donde se puede ver la disponibilidad. Es probable que para las fechas que estáis pensando hacer el viaje, ya haya algún grupo que haya concertado visita en alguno de los idiomas que conozcáis. Si no, podéis pedir que os creen un grupo nuevo. Aquí seguramente contará el número de personas que tengáis pensado ir. Cuanta más gente, más fácil será reservar una plaza. Si el inglés o el francés no os suponen un problema, podéis uniros a los numerosos grupos que visitan al CERN a diario en este idioma. Si no habéis podido o no habéis encontrado un hueco en las fechas que os gustaría no os preocupéis, podéis presentaros directamente allí y el servicio de visitas os dará alguna solución. Eso sí, probablemente la solución sea en inglés. No hace falta decir que las visitas son totalmente gratuitas (y los guías no aceptamos propinas).

Cómo llegar

La opción más sencilla para llegar hasta Ginebra desde España es el avión. Dos compañías tienen vuelos directos desde varias ciudades: Swiss e Easyjet. La segunda es más barata que la primera, aunque la primera te regala una chocolatina de chocolate suizo. Reservando el vuelo con tiempo y sin tener en cuenta fechas especiales, el precio de ida y vuelta puede rondar entre los 60 y los 90 euros por persona desde Barcelona por ejemplo.

Una vez en el aeropuerto, se puede coger un taxi, aunque el CERN está muy cerca, así que lo más recomendable es coger un autobús que te lleve a la parada de Blandonnet situada debajo de un puente. Entonces hay que subir las escaleras que van a dar a la parada del tranvía donde hay que coger el número 18 destino CERN. La última parada se encuentra situada entre la recepción principal (edificio 33) a la izquierda (según el movimiento del tranvía) y el globo a la derecha. Tanto si tenéis una visita concertada como si no, hay que dirigirse al edificio 33 y allí se puede encontrar personal dispuesto a ofrecer información.

Qué ver

Pese a que en el CERN se desarrollan estudios de física de partículas, de tecnología de aceleradores e informática entre otros, podemos decir que el propósito principal de la visita al CERN es para saber cómo funciona el LHC y cuáles son las preguntas que los experimentos intentan resolver. Así que el itinerario de las visitas guiadas se centra en aquellos sitios relacionados con le LHC, que son a su vez, casi todos. A continuación introduciré brevemente cada uno de los sitios que se visitan, no desvelando los detalles y explicaciones que seguro que el guía que es lleve por las instalaciones dará.

Introducción por un guía oficial

Los guías oficiales son investigadores del CERN que voluntariamente se ofrecen para guiar a las visitas a lo largo y ancho del CERN. Éstos o éstas pueden ser desde estudiantes de menos de 25 años o gente con más de 40 años de experiencia en el CERN. No hay que subestimar las capacidades ni de unos ni de otros. Él o ella, después de una breve introducción, dará las indicaciones que debéis seguir durante la visita y sobretodo, él es el experto que va a resolver todas las preguntas que aparezcan durante la visita.

La magia del Globo de la Ciencia

El Globo de la Ciencia y la Innovación se ha convertido en el símbolo del CERN después de que el cantón de Ginebra regalase esta estructura de madera por la conmemoración del 50 aniversario desde la creación del centro. Dentro del edificio se puede encontrar un auditorio y una exposición llamada “El universo de partículas” donde el visitante puede encontrar diferentes elementos que rodean el mundo de la física de partículas. Y, cada media hora (cada hora y cuarto en francés y cada hora y tres cuartos en inglés) un vídeo proyectado en las paredes interiores del globo. Todo se encuentra en un ambiente muy especial y atractivo.

La foto de familia

Como en todos los sitios turísticos, en el CERN también existe un lugar donde es típico hacerse la foto. Delante del Globo de la Ciencia y la Innovación se puede encontrar un ejemplar de un módulo criogénico exactamente igual a los que se encuentran en el túnel. Destaca por su color azul típico. Con el globo de fondo, miles de personas han posado para inmortalizar el momento

Un pequeño gran museo: Microcosmos

Justo después de la entrada a la recepción se puede encontrar un pequeño museo donde se exponen algunos de los conceptos básicos que explican algunos de los fenómenos que tienen lugar en los experimentos del CERN, así como muchos elementos desmantelados de antiguos experimentos.

ATLAS visitor center

Uno de los sitios típicos a visitar es el centro de visitantes del experimento ATLAS. Siempre acompañados de un guía, aquí se puede ver en directo el funcionamiento del detector (siempre que se visite cuando el LHC está en marcha) desde la sala de control. Una breve presentación introducirá al visitante los conceptos básicos de funcionamiento y los distintos tipos de partículas que se pueden detectar. Seguido, se pasa al visionado de un vídeo en 3D sobre la construcción de tan inmenso detector.

SM18

El lugar con el nombre en clave, SM18, es quizás el que más agrada a los visitantes que quieren realmente saber cómo funciona el LHC. SM18 es el hangar donde se han comprobado todos y cada uno de los imanes que se han instalado en el túnel a 100 metros bajo tierra y que se encargan de hacer girar las partículas para que éstas formen una trayectoria circular. Aquí se examina que el comportamiento de dichos imanes sea el óptimo bajo las condiciones de bajas temperaturas extremas (-273 grados centígrados) y de alta intensidad y muy alto vacío. El guía que os lleve explicará con detalle qué significa y porqué son necesarias estas condiciones tan extremas.

Por otro lado también se pueden observar las cavidades de aceleración de protones e iones. Para que las partículas que circulan por el LHC adquieran la energía requerida para las colisiones, se les aplica un campo eléctrico que de manera sincronizada las va acelerando a su paso cada vuelta. En la visita se explica también con detalle este mecanismo y se pueden observar modelos reales de los instalados en el LHC.

Computing Center

El CC o Computing Center es el lugar donde los informáticos más alucinan. Toda la información que se genera en el LHC y en sus experimentos pasa por el gran cerebro del CERN: una granja de computadoras conectadas en paralelo que trabajan a destajo día y noche, además de ofrecer otros servicios al resto del mundo. El guía explicará para qué tanto ordenador y el sistema por el cual la información fluye alrededor del globo terráqueo, el GRID. Además se puede disfrutar de un pequeño museo donde se recogen algunas de las herramientas informáticas del pasado y que hoy vemos como prehistóricas pese a que la mayoría de ellas no tienen ni 40 años.

CLIC

Citando a Albert Einstein: “No me gusta pensar en el futuro pues llega muy pronto” y cuando hace 5 años que se puso en marcha el LHC, los físicos e ingenieros del CERN ya están planeando cómo debería ser su sucesor. Una de las opciones con más peso es CLIC: un acelerador en línea recta de unos 50 kilómetros de largo que colisionará electrones y positrones, la antipartícula del electrón. Si queréis saber más sobre el futuro de los aceleradores, os recomiendo que preguntéis al guía sobre el FCC, o Futuro Colisionador Circular de 100 kilómetros de longitud.

LINAC/LEIR

Otro de los grandes atractivos de la visita es el LINAC y el LEIR. La visita al LINAC incluye la visita a la fuente de donde se extraen los protones que luego colisionarán después de recorrer miles de kilómetros. Junto a la fuente se puede observar el LINAC, que es el primer tramo de aceleración de unos 70 metros de largo donde los protones reciben su primer empujón.

Cerca del LINA, y desde una vista desde arriba se encuentra el LEIR, un acelerador con forma de cuadrado que da el primer empujón a los iones de plomo que también se utilizan para producir otro tipo de colisiones durante unas pocas semanas al año.

CAST

CAST es un detector de partículas instalado en el interior de unos de los módulos criogénicos del LHC. Este detector apunta siempre en la dirección del Sol con el propósito de descubrir el impacto de una partícula hasta hoy hipotética llamada axión.

AD

Si se ha tenido la suerte (o la desgracia) de haber leído la novela o haber visto la película “Ángeles y demonios” probablemente venga a la memoria el tema de la antimateria para crear una bomba que acabe con la ciudad del Vaticano (y media Roma probablemente). Sin entrar en cuestiones religiosas, el sitio del CERN donde se produce y se acumula antimateria se conoce como Antiproton Decelator (AD) junto con sus correspondientes experimentos, como ALPHA.

CCC

Toda gran máquina necesita de una sala de control para manejarla. En la zona de Prevessin, se puede visitar el CERN Control Center, el edificio desde donde se pone en marcha y se controla el LHC y toda la cadena de inyectores. La sala se encuentra dividida en 4 sectores desde los cuales se controlan las diferentes partes del complejo de aceleradores.

Aquí recomiendo preguntarle al guía sobre si hay o no un botón rojo de emergencia y qué pasa cuando se aprieta y también sobre si conoce la anécdota de Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna, acerca de éste.

AMS

Pese a que la mayoría de experimentos del CERN se encuentran en la superficie o bajo tierra, hay uno que se encuentra a más de 400 km de altura. Instalado en la Estación Espacial Internacional (ISS) se encuentra el Alpha Magnetic Spectrometer (AMS). La misión del AMS es descubrir tipos de materia poco comunes mediante la detección de los rayos cósmicos que provienen de los confines del universo.

El CERN fue el sitio donde se construyó este detector y es desde donde se hace un seguimiento constante de su funcionamiento, incluyendo su posición alrededor de la órbita terrestre y la monitorización de las partículas detectadas en tiempo real. La sala de control está dentro del recorrido de la visita donde se puede observar in situ cómo funciona y dónde está en cada instante.

Curiosidades

Aparte del recorrido oficial, el visitante puede descubrir también pequeñas curiosidades que hacen la visita algo más completa. Aquí resumo algunas de ellas pero seguro que se pueden encontrar muchas más.

Detector de rayos cósmicos en la entrada

Cuando se cruza la puerta automática de la recepción (edificio 33), uno se encuentra pisando la superficie metálica con luces de colores encendiéndose y apagándose. Es un detector de rayos cósmicos, partículas muy energéticas que provienen del espacio exterior y que nos atraviesan constantemente. El guía de la visita, seguro que os puede dar mucha más información.

Foto detector rayos cósmicos

Placa de Tim Berners-Lee: creador de la world wide web

Por los pasillos del CERN se puede encontrar la placa conmemorativa de la creación de la World Wide Web (www). Pese a no formar parte del recorrido oficial, no está lejos de una de las rutas principales y quizás el guía pueda acercar al grupo hasta su posición.

Jaula de ratones

A los informáticos del CERN no se les puede tachar de no ser amantes de los animales. Una jaula a la entrada del Computing Center mostrando variedades exóticas de ratones da buena muestra de ello.

Placa de Niels Bohr

De camino al LINAC/LEIR el visitante pasa rápidamente por una placa donde aparece el nombre de Niels Bohr, uno de los fundadores del CERN y también uno de los más grandes físicos de la historia. Hay que estar atento ya que puede pasar desapercibida. Se encuentra exactamente en una de las columnas del exterior de la sala de control auxiliar del CMS.

Nombres de las calles

El visitante puede comprobar sus conocimientos de historia de la ciencia repasando los nombres de las calles del CERN, todas ellas dedicadas a figuras tan importantes como Albert Einstein, Richard Feynman o Marie Curie.

Visitas subterráneas

Desgraciadamente (o afortunadamente ya que si no ningún visitante volvería con vida) las visitas a los experimentos ya al túnel están restringidas a los momentos en los que el LHC no está en funcionamiento. No obstante, durante lo que queda de año 2014 todavía se podrán hacer visitas siempre que se concierten con antelación. El procedimiento es algo más complicado que en las visitas generales. Lo más sencillo es ponerse en contacto con alguien que trabaje allí o preguntar al servicio de visitas si es posible realizar una visita subterránea.

ATLAS

Es el detector más grande de los cuatro. Con sus 40 metros de longitud, sus 25 metros de altura y un peso similar al de la Torre Eiffel, sorprende. Si se ha tenido la oportunidad de visitar el ATLAS Visitor Center, el visitante podrá ver lo que ha podido observar anteriormente en imágenes. Es tan grande que es difícil apreciarlo en todo su tamaño, pero la experiencia de estar delante del detector más grande del mundo es única.

CMS

Tiene una forma similar a ATLAS, pero al tener un tamaño algo más reducido se puede apreciar mucho mejor que el anterior. Es muy interesante ver como todos los componentes del detector están comprimidos de manera que no quede ni un hueco libre por donde las partículas puedan escapar sin ser detectadas.

LHCb

LHCb tiene la particularidad de que no es un detector completo como los anteriores sino que se es medio detector solamente, hecho que lo hace único. Su estructura de láminas hace que se puedan entender mejor las diferentes partes que lo componen.

ALICE

El más pequeño de todos pero no por ello menos interesante. Dedicado a las colisiones entre núcleos de plomo, ALICE se puede observar en todo su esplendor incluyendo detalles que probablemente no se puedan observar en el resto de detectores.

Información práctica

Dónde comer

Si se ha concertado una visita guiada probablemente se tenga la opción de ir a comer a uno de los dos restaurantes del CERN. En ellos se puede encontrar una gran variedad de menús, incluyendo pizza, pasta y ensaladas al gusto. Probablemente los restaurantes del CERN sean los que mejor relación calidad precio tengan en todo Ginebra. Por menos de 15 francos se puede obtener un menú interesante.

Clima

El clima en Ginebra es bastante peculiar. En invierno las temperaturas oscilan entre los -5ºC y los 5ºC con posibilidad de nieve entre noviembre y marzo. La primavera y el otoño son bastantes suaves pero con una alta probabilidad de lluvia. En verano se puede disfrutar de días soleados con temperaturas que pueden llegar a los 30ºC algunos días.

Dónde dormir

El alojamiento en Ginebra puede resultar algo caro y quizás en Francia se puedan encontrar opciones más baratas en Ibis o Holiday Inn. Los grupos de estudiantes suelen alojarse en albergues que están mejor de precio y de una calidad aceptable.

Transporte

Ginebra es una ciudad pobremente adaptada al coche (y mejor así). Es mucho mejor utilizar el transporte público pese a ser un poco caro: 3.5 francos el trayecto simple con derecho a trasbordo durante 90 minutos. El CERN está conectado con el centro de Ginebra mediante el tranvía número 18.

Qué más se puede hacer

Ginebra es una ciudad más bien pequeña donde no hay muchos sitios típicamente turísticos a visitar. Pero sí que es una ciudad muy tranquila por donde pasear a orillas del lago o por el casco antiguo es una de las mejores atracciones. Para los amantes de la montaña, cerca de Ginebra se encuentra el monte Saléve y los montes Jura. En verano, subir y apreciar las vistas de Ginebra y del Lago Léman desde más de 1500 metros de altura es maravilloso.

Para los que prefieran la alta montaña, Chamonix se encuentra a una hora y media de Ginebra donde miles de alpinistas y esquiadores se reúnen en todas las épocas del año para disfrutar de la variedad de actividades que ofrece el macizo del Mont-Blanc.

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