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Series.ly, una víctima prematura de la reforma de la LPI

Series.ly es incapaz de comprobar si los 15.000 enlaces que recibe diariamente tienen o no derechos de autor

Pablo G. Bejerano

Madrid —

El portal social centrado en contenidos audiovisuales Series.ly solo admitirá enlaces de dominios como filmin, Wuaki.tv y otros videoclubs online similares, así como de YouTube o Vimeo, que probablemente también se mantendrán, según señala uno de los fundadores del proyecto, Oriol Solé. En la práctica esto supone que la mayoría de enlaces de la plataforma serán retirados. “Es probable que esta sea la única solución efectiva para no incurrir en delito”, aclara. “Recibimos al día más de 15.000 enlaces y no tenemos medios para saber exactamente si cada uno de los enlaces tiene derechos o no”.

La reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, aprobada el pasado 5 de noviembre, entra en vigor el 1 de enero de 2015 e introduce cambios relevantes para las páginas de enlaces. “Antes un administrador no era responsable del contenido que aportaban sus usuarios, porque cuando tienes volúmenes de audiencia significativos resulta inviable mantener una plataforma de este estilo”, señala Solé. Si un propietario de derechos de autor les enviaba un mail pidiendo que retiraran un contenido lo hacían. “Nuestra obligación terminaba ahí. Con la modificación del artículo 158 de la LPI se especifica que cuando una web ofrezca listados clasificados de enlaces, aunque estos mismos enlaces los añadan los propios usuarios de esta comunidad, estará incurriendo en un delito de propiedad intelectual”.

Solé se refiere en concreto al artículo 158 ter. que detalla en contra de quiénes se dirigirá “el procedimiento de restablecimiento de la legalidad”. En el texto se puede leer “En particular, se incluirá a quienes ofrezcan listados ordenados y clasificados de enlaces a las obras y prestaciones referidas anteriormente, con independencia de que dichos enlaces puedan ser proporcionados inicialmente por los destinatarios del servicio”.

La Comisión de Propiedad Intelectual, dependiente del Ministerio de Cultura, es quien pide la retirada de los enlaces y tiene que comunicar a los administradores exactamente qué URL ha de ser eliminada. Pero el punto 6 del artículo 158 ter. introduce otra novedad. Dice así:

La reanudación por dos o más veces de actividades ilícitas por parte de un mismo prestador también se considerará incumplimiento reiterado a los efectos de este apartado. Se entenderá por reanudación de la actividad ilícita el hecho de que el mismo responsable contra el que se inició el procedimiento explote de nuevo obras o prestaciones del mismo titular, aunque no se trate exactamente de las que empleara en la primera ocasión, previa a la retirada voluntaria de los contenidos. Incurrirán en estas infracciones los prestadores que, aun utilizando personas físicas o jurídicas interpuestas, reanuden la actividad infractora.

El abogado Carlos Sánchez Almeida lo expresa de forma más inteligible. “Si te han pedido que borres Avatar, lo borras y posteriormente un usuario lo vuelve a subir, te pueden sancionar con 600.000 euros”. No solo eso, la ley también permite interpretar que subir cualquier contenido cuyos derechos estén en manos de la productora de Avatar (titular de los derechos de autor de la película) estará sujeto a sanciones. Estas van desde los 150.000 a los 600.000 euros.

“Lo lógico es que a raíz de esta ley todas las páginas de enlaces españolas vayan cerrando”, afirma Almeida. Aunque añade que existen otras alternativas, como irse de España o, en lugar de ofrecer 'listados ordenados y clasificados' de contenido, ofrecer un buscador. Los motores de búsqueda, desde Google a torrents.com o The Pirate Bay, quedan excluidos de la ley.

La envergadura de Series.ly

La decisión del Series.ly se ha visto condicionada por el bloqueo de seriespepito.com y peliculaspepito.com. Por este motivo han adelantado el comunicado que ya tenían previsto, anunciando la retirada de enlaces, así como un informe con abundantes datos sobre su web y la demanda de los usuarios. En este último se destaca que Series.ly ha aportado en los últimos 12 meses casi 20 millones de visitas a plataformas de la industria audiovisual. También se señala que la plataforma representa de media más del 50% del tráfico que tienen videoclubs online como Wuaki.tv, Filmin, Nubeox, Atresplayer.com o Mitele.es.

El portal, que cuenta con una comunidad de cinco millones de usuarios, obtiene ingresos por publicidad y por cuentas premium. Solé se muestra reticente ante la palabra lucro y afirma que todos los ingresos que han obtenido durante estos años se han reinvertido en el proyecto. “Por un lado Series.ly es propiedad de una empresa privada, una SL que opera dentro de España, cuyo modelo de negocio es la publicidad. Esta publicidad aparece en una red social de millones de usuarios que hacen muchísimas cosas. Dentro de esta red social hay una sección en la que los usuarios pueden aportar estos enlaces y nosotros cada vez que un propietario de derechos nos dice que hay un contenido sin derechos lo retiramos”, explica.

Almeida explica que hasta la fecha los jueces han interpretado que es delito si alguien sube una obra a internet, la aloja en su servidor y además lo hace con ánimo de lucro. “Esa actividad de enlazar un contenido que ha subido otro, en sí misma no es delictiva”. Las cosas cambiarán si se toca el código penal con el proyecto que el Parlamento tiene ahora entre manos. “Con el proyectado artículo 270 no solo te podrán meter multas de hasta 600.000 euros sino que te podrán meter hasta seis años de cárcel y te obligarán a indemnizar por todas las películas que hayas subido”, concluye el abogado. Esta es una pena mayor que los cinco años de máxima previstos actualmente para quienes suben contenidos de pornografía infantil.

Una mano tendida a la industria y la Administración

En su informe Series.ly incluye una lista con los 50 contenidos más demandados por su comunidad, haciendo hincapié en que menos del 40% de estos se distribuyen actualmente por la industria audiovisual en España. Series.ly  también ha llevado a cabo entrevistas a algo menos de 10.000 personas, dando como resultado que el 42% de la muestra (formada por usuarios del portal) cree que la forma más justa de ver series y películas online es la reproducción gratuita con publicidad. Un 17% se decantan por la suscripción y un 32% estarían dispuestos a pagar una media de 10 euros al mes por un catálogo amplio.

“Sabemos lo que la gente quiere”, Solé confía en que con esta información y con la receptividad de la industria se puedan crear nuevos modelos. “Desde que empezamos Series.ly hemos hablado con los principales agentes de este sector. Le hemos presentado el proyecto a algunos de los más destacados videoclubs online. Y nuestra intención es abrir una nueva ronda de contactos en las próximas semanas con todos estos actores para intentar buscar modelos de futuro”.

Solé explica que algunas de las ideas que tienen podrían pasar por la sindicación de contenidos entre plataformas. “Uno de los problemas que vemos es que estas plataformas están ofreciendo todas unas tarifas planas a sus comunidades para unos catálogos que la audiencia considera incompletos. A lo mejor habría alguna manera de juntar toda esa oferta de manera que lo que al final pueda acceder el usuario sea mucho mayor en cantidad y calidad y menor en precio”. Series.ly propone prestar el valor de su experiencia y su conocimiento de lo que demandan los usuarios.

“Somos optimistas y nos gustaría pensar que las cosas van a ir a mejor. Tenemos argumentos para decirlo. Uno de ellos es que la oferta de hoy es mucho mayor que la que existía en 2011 y vemos una clara tendencia al aumento de oferta de contenido”, Solé se refiere aquí a los servicios de streaming con modelos como los de Wuaki TV, Yomvi o Filmin. “Creo que este es el camino a seguir. Por supuesto que el creador tiene que recibir unos ingresos justos por su trabajo y el distribuidor por su inversión”.

“Lo que pasa es que cuando existe una oferta que está pensada para ser distribuida y existe un medio que se llama internet que permite al usuario conseguir lo que quiere, cuando quiere y como quiere; o la industria cambia el chip y se lo pone muy fácil para conseguir esto o lo tiene difícil para evitar que la gente vaya a buscar lo que quiere”, subraya Solé.

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