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Para qué sirve y para qué no sirve Bitcoin

Bitcoins

Sintetia

¿Qué es Bitcoin? Para algunos se trata de una moneda descentralizada ideal para romper la dependencia con la banca, para otros un bello experimento criptográfico. En nuestra opinión, Bitcoin tiene –con todas las ventajas y desventajas que ello supone-, un enorme parecido con los metales preciosos, hasta el punto de que podría definirse como el nuevo oro digital.

El principal parecido del Bitcoin con los metales preciosos es que su escasez (es decir, su oferta) está limitada porque su extracción es costosa en términos de computación… y de recursos. ¿Sabías que cada 24 horas de minería de Bitcoins se consumen en el mundo 147.000 dólares gastados en energía -asumiendo un precio de 15 cents/Kw-? Dicho coste es equivalente al que se precisa para alumbrar 31.000 hogares en América o la mitad del acelerador de partículas (LHC).

Dado que cada día se extraen unos 3.600 nuevos Bitcoins, ello implica que el coste actual de generación de cada Bitcoin es de unos 41 dólares, una cantidad nada despreciable. Como nota técnica, es necesario aclarar que el coste de extracción no implica que haya un “suelo” para el precio del Bitcoin, sino que, si el precio de mercado desciende por debajo de dicho umbral, existe muy poco incentivo para seguir minando –a no ser, claro, que sea otro el que paga la factura-.

Aunque sólo sea por el consumo de valiosos recursos energéticos, parece conveniente repasar las actividades para las que Bitcoin es un producto valioso y aquellas para las que, en realidad, no parece aportar gran valor añadido. Este ejercicio trata, pues, de separar lo útil de lo inútil del Bitcoin.

Funciones para las que Bitcoin es un medio adecuado

Criptografía

Si te interesan las aplicaciones reales de la criptografía, Bitcoin es un experimento al que prestar atención. El objetivo de su autor o autores (la creación ha sido firmada bajo el pseudónimo de Satoshi Nakamoto), era diseñar la forma de cambio más segura y robusta posible, y que además estuviese libre de la injerencia de un organismo regulador, el cual puede estar sujeto a demasiadas tentaciones.

Las propias cadenas llevan dentro de sí la información de las Bitcoins generadas en el pasado, de forma que el propio proceso de creación es el que aporta la seguridad del sistema: es instantáneo comprobar si un Bitcoin es “falso” comprobando su pertenencia a dicha cadena. Solo se conoce hasta ahora un único fallo de seguridad, el cual fue rápidamente remediado, con lo cual el Bitcoin ha sido en este sentido un rotundo éxito.

Transacciones bilaterales privadas

Si quieres comprar o vender algo a una tercera persona y ambos reconocéis el Bitcoin como medio válido para canalizar el valor de la transacción, entonces Bitcoin te ofrece la posibilidad de realizar una transacción online, segura, inmediata y sin coste alguno, independiente de tu banco comercial, y en última instancia del Banco Central. Si esto es lo que quieres, adelante.

Depósito de valor

Tienes dinero y no sabes dónde invertirlo. No confías en la deuda soberana por el riesgo político de la Zona Euro, tampoco en la bolsa por su volatilidad... o incluso, yendo más allá, por puros principios: no quieres mantener el actual sistema económico con tus recursos. En este escenario, Bitcoin actúa como una materia prima digital –con catacterísticas similares al oro o al petróleo, los cuales fluctúan según su oferta y demanda-. Así, Bitcoin puede tener valor como activo en el que invertir tu riqueza, ya que confías en que se revalorizará dado que en el futuro su uso se extenderá o su tecnología se utilizará para fines valiosos en sí mismos.

No obstante, y como veremos más adelante, el hecho de actuar como depósito de valor no es siempre bueno. De hecho, en términos macreoconómicos, como el mismo Krugman explica, puede ser contraproducente que una divisa o moneda se convierta en un tótem de seguridad y valor, ya que, de lograrlo, su precio podría dispararse durante las recesiones –como a menudo ocurre con el oro-, creando en la economía una espiral deflacionista y de deuda. Un sencillo experimento mental puede ayudar a comprender esto: imagina que tienes tu hipoteca en Bitcoins, que comienza una recesión y que el precio del Bitcoin se dispara. El valor de tu deuda sube también ya que conseguir los Bitcoins es ahora más difícil. Tienes menos recursos para realizar tus transacciones habituales y la actividad desciende aún más.

Activo refugio ante pánicos

Bitcoin alcanzó la fama definitiva con el colapso del sistema bancario de Chipre, en el que en vez de miedo hubo pánico. En una situación de pánico real, en la que temes que tu dinero fiduciario respaldado por el banco central y depositado en tu banco comercial desaparezca, el uso del oro, o del Bitcoin, puede tener cierto sentido como activo refugio, en tanto que es fácil e inmediato de comprar y almacenar (¡puedes guardar tus Bitcoins anotando la cadena en un papel!), de forma que el Gobierno no pueda quitarnos nuestros ahorros. Respaldan esta función las noticias de que en Chipre se instalarían los primeros cajeros de Bitcoins, o los buenos ojos con que los argentinos ven este activo.

De hecho, hemos vivido hace poco un experimento natural sobre la capacidad de Bitcoin como activo de cobertura ante pánicos. El 23 de abril de 2013, una cuenta de Twitter de Associated Press fue hackeada, enviando a las 1:05 pm el siguiente tuit:

Tras los atentados de Boston, el pánico a un nuevo atentado en EEUU era máximo, y la posibilidad de que afectase al presidente de los EEUU, aterradora. Se produce así el primer “Tweet Crash” de la historia, durante el cual el Dow Jones (y resto de bolsas americanas) se desploman, causando pérdidas transitorias de unos 100.000 millones de dólares. El pánico duró apenas 3 minutos, pero sirvió sorprendentemente para que el Bitcoin experimentase un brusco aumento de la demanda en el mismo instante en que la Bolsa se desplomaba.

El siguiente gráfico muestra en la parte superior el Dow Jones y en la parte inferior el volumen de compra de Bitcoin en ese mismo instante. La barra verde en las transacciones de Bitcoins refleja un aumento súbito de su demanda, es decir una correlación negativa casi perfecta que refleja la cobertura ante un pánico. La eficiencia en la respuesta fue sorprendente por su rapidez, en tanto que el crash fue tan fugaz ni siquiera el oro tuvo tiempo a reaccionar así. Esto supone un tanto para Bitcoin por la facilidad y rapidez con la que se pueden realizar coberturas.

Funciones para las que NO ES un medio adecuado

Realizar pagos imposibles de rastrear

La realización de transacciones privadas y ciegas para el resto de la comunidad no significa que las transacciones sean secretas. Es posible trazar hacia atrás la precedencia de los Bitcoins, y ocultar el origen parece bastante complicado. Así, las autoridades no deberían obsesionarse con esta posibilidad, ya que el dinero físico en efectivo seguirá siendo un medio mucho más seguro para las actividades al margen de la ley.

Convertirse en una moneda de circulación generalmente aceptada

La economía se basa en la confianza, y parte de esta confianza viene por el respaldo legal. Un sistema para realizar transacciones seguras y baratas no tiene por qué cumplir los objetivos necesarios para sostener una economía completa. Parte de la aceptación generalizada de los euros y los dólares en circulación proviene de que, independientemente de con quien operemos, la ley dice que todo billete en mi cartera tiene un valor facial y que este billete debe ser aceptado en todos los establecimientos (aunque cada establecimiento puede aceptar además lo que le parezca oportuno). Esto me permite realizar no sólo transacciones inmediatas, sino operaciones a más largo plazo, es decir, tener crédito en la economía: prestar dinero a cambio de un tipo de interés con el objetivo de recibirlo de vuelta.

¿Puedo dar préstamos en Bitcoins? Claro, en la misma medida en que puedo realizar un préstamo en iPhones o manzanas. Pero ¿y si mi Bitcoin dentro de 1 año vale el 10% de lo que vale hoy? Esto es algo que difícilmente sucederá con un préstamo denominado en Euros. Si ignoramos la posibilidad de una hiperinflación como las de Zimbawe o Argentina (nos remitimos al uso de Bitcoin como cobertura de pánicos) las economías desarrolladas aseguran un respaldo legal de los Euros y que el Banco Central se encargará de mantener estable su valor. Esto con Bitcoins no es posible, en tanto que su valor reside en la confianza / desconfianza relativa en el resto del sistema.

Así, la más poderosa razón por la cual Bitcoin no puede ser una moneda aceptada ampliamente para realizar transacciones y crédito es la más sencilla y evidente: su volatilidad. La mayor utilidad de un medio de cambio consiste en su capacidad para dar estabilidad y certidumbre. Por ejemplo, uno no puede salir con comodidad de viaje teniendo como unidad de gasto el Bitcoin, ya que si en el transcurso del mismo pierde la mitad de su valor puede quedarse sin fondos incluso para volver a casa. ¿Se imaginan por otra parte un préstamo realizado con el Bitcoin a 10 euros y que unos meses después valga 140 dólares? ¡Su deuda se ha multiplicado por 14! ¿Cómo diablos iba a devolverlo? Tan mala es una moneda cuyo valor se erosiona por una hiperinflación, como en Zimbawe o Argentina, como una moneda que puede experimentar explosiones en su precio con la misma facilidad.

Por lo tanto, Bitcoin tiene usos interesantes y legítimos, pero, lamentablemente, no es a día de hoy un instrumento viable como moneda de uso generalizado. Así, y dadas sus similitudes con las materias primas clásicas, la mejor denominación posible para el Bitcoin es la de “materia prima digital”.

[Descargo de responsabilidades: este artículo no es, desde luego, una recomendación de compra ni de venta, sino una llamada a la cautela. De hecho, es ilustrativo mencionar que la principal plataforma o bróker online en la que cotiza el Bitcoin, Mt.Gox, tiene su origen en la compraventa e intercambio de un juego de cartas (aunque hoy esté camuflado en la página para intentar ganar seriedad, el acrónimo proviene de Magic The Gathering Online eXchange)]

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