John Bellamy Foster ha publicado recientemente un excelente ensayo con el título “Marxismo y Ecología: Fuentes comunes de una Gran Transición”. Foster aboga por un (eco) socialismo del estado estacionario. Sostiene que “un sistema de satisfacción de las necesidades colectivas basado en el principio de la suficiencia es obviamente imposible desde cualquier faceta, bajo el régimen de acumulación del capital”. Y continúa: “el capitalismo como sistema está intrínsecamente orientado hacia la máxima acumulación posible y hacia el máximo flujo de materia y energía”. “El crecimiento económico (en un sentido más abstracto) o la acumulación de capital (de forma más concreta) ... no pueden existir sin resquebrajar el sistema Tierra”. “La sociedad, particularmente en los países ricos, debe avanzar hacia una economía del estado estacionario, que requiere un cambio hacia una economía sin formación neta de capital”.
En principio, estoy de acuerdo. Intuitivamente, y dada nuestra experiencia sobre el capitalismo, esta visión tiene mucho sentido. El crecimiento económico apareció con el capitalismo, y se correlaciona con el crecimiento del uso de materiales y de energía en una proporción casi del 1:1. Pero permítanme ser un poco más escolástico con la intención de promover y fortalecer (más que de socavar) el argumento de Foster.
Para empezar, creo que tenemos que distinguir entre los diferentes conceptos que Foster introduce.
- Primero, crecimiento del flujo de recursos, es decir, crecimiento del uso de energía y materiales.
- Segundo, crecimiento económico, o sea, crecimiento del PIB (o de algún otro índice representativo del tamaño de la actividad productiva).
- Tercero, acumulación del capital. Desde una perspectiva marxista, podemos definir el capital como dinero en busca de más dinero a través de la producción de mercancías - circuito D-M-D' (dinero invertido en mercancías para ganar más dinero) y la acumulación de capital como el proceso de reinversión de la plusvalía en posteriores ciclos de valorización del capital.
- Cuarto, el “capitalismo”. Siguiendo el enfoque marxista de Foster (distinto del institucionalista, más centrado en la propiedad privada, el trabajo asalariado y las entidades de crédito) se definiría como un sistema en el que el circuito D-M-D 'es omnipresente y dominante (“el régimen de acumulación de capital” de Foster).
Ahora bien, la vaguedad en evaluar el grado de “dominación”, obviamente plantea la difícil cuestión de si hay sistemas capitalistas que son menos capitalistas o más socialistas que otros (en Cuba, por ejemplo, ciertas partes de la economía permiten circuitos D-M-D', pero eso no significa que haya un ‘régimen de acumulación de capital’). Esta es probablemente la razón por la que Marx evitó hablar de “capitalismo”. Pero sin, al menos, alguna referencia, no podemos evaluar la tesis de Foster de que existe un imperativo de crecimiento dentro del capitalismo.
Foster afirma que el capitalismo está intrínsecamente orientado hacia el crecimiento del flujo de recursos o, más específicamente, que: a) el crecimiento económico está intrínsecamente ligado al crecimiento del flujo de recursos, y b) el capitalismo está intrínsecamente orientado al crecimiento económico. Veamos cada uno de estos apartados:
Crecimiento económico y crecimiento del flujo de recursos
Estoy de acuerdo en que el crecimiento económico va ligado al crecimiento de flujos de recursos y energía y que no existen ejemplos de desacoplamiento absoluto bajo el capitalismo. Esto se debe a que la producción, junto con el trabajo humano, utiliza materiales y energía. Los llamados “aumentos de productividad” implican la sustitución de trabajo humano por combustibles fósiles (piensen en los tractores).
Sin embargo, la mayoría de economistas ambientales contestaría con el argumento de que es posible (aunque no se haya conseguido todavía) crecer de forma sostenible y a la vez reducir el uso de materiales y de energía mediante el aumento de la eficiencia, sustituyendo energías fósiles por renovables y con un cambio estructural desde la producción primaria hacia los servicios de alto valor añadido, con lo que se podría producir más valor sin un aumento equivalente del flujo (piénsese en un restaurante con una estrella Michelin, o en una compañía online).
Yo respondería a este argumento economista que las ganancias en eficiencia sufren un “efecto rebote” (la “paradoja de Jevons”), ya que las ganancias de productividad se invierten en un mayor crecimiento; que los servicios incorporan un montón de energía y materiales, a menudo no contabilizados, que se importan desde otras partes del mundo; y que esta sustitución, mientras sea plausible, no supone un crecimiento económico, ya que las fuentes renovables (o la energía nuclear) proporcionan mucha menos “energía neta” (energía producida menos energía utilizada para su producción) que los combustibles fósiles y, por tanto, la productividad y el crecimiento se reducirán.
Pero: primero, mis argumentos son empíricos. No puedo establecer una “ley” intrínseca basada en la teoría económica, que demuestre de forma lógica que el crecimiento y el flujo de recursos siempre estarán vinculados. Ahora bien, Foster propone 'una ley general y absoluta de la degradación del medio ambiente bajo el capitalismo' aplicable en cualquier lugar. Esto significa básicamente que los capitalistas, impulsados por la competencia, buscarán explotar el medio ambiente de la forma más barata posible, y por lo tanto lo degradarán.
Téngase en cuenta que las “leyes marxistas”, tales como la tendencia del capital a explotar la mano de obra hasta su nivel de subsistencia, se entienden mejor como tendencias estructurales, en condiciones constantes de “los demás factores”, más que como resultados inevitables (añadir que el resto de factores no son constantes desde el momento en que la clase trabajadora puede organizarse y reclamar mejores condiciones y que un aumento de la productividad puede reducir los costos de reproducir la clase obrera, o permite repartir parte de las ganancias al trabajador, etc.).
Del mismo modo, si las renovables se vuelven más baratas que los combustibles fósiles o si los servicios más ligeros en materiales terminan siendo más rentables que las actividades intensivas en recursos, teóricamente podría ocurrir que el capitalismo llegase a descarbonizarse / desmaterializarse. Creo que es poco probable que esto ocurra, pero todavía no creo que tengamos una ley que lo pruebe.
En segundo lugar, mis argumentos no son específicos del capitalismo. Se aplican a cualquier sistema alternativo concebible; el “crecimiento verde” es poco probable, ya sea bajo el capitalismo o el socialismo por los razones que ya expliqué (la paradoja de Jevons, los límites de sustitución y la baja energía neta de fuentes alternativas de energía). El desacoplamiento absoluto entre la economía y el crecimiento del flujo de recursos no se ha observado ni en las sociedades capitalistas ni en ninguna de las variedades existentes en los países socialistas. Claro, que podemos imaginar un sistema socialista diferente de los existentes, que no tuviese que perseguir el aumento de PIB y que pudiese redefinir lo que se entiende como bienestar, incluso lo que se entiende como ‘actividad economica’, pero lo que no podría hacer es, solo por cambiar el nombre, que la actividad económica y los flujos de materiales y energía pudieran continuar creciendo. Una sociedad ecosocialista tendrá que ser una ‘sociedad de abundancia frugal’, como la llamó Serge Latouche.
“El imperativo del crecimiento” del capitalismo
El segundo argumento de Foster es que el capitalismo está intrínsecamente orientado al crecimiento económico. Esto depende de lo que entendamos por “orientado” e “intrínseco”.
Si definimos el capitalismo como acumulación de capital y la acumulación de capital como crecimiento, entonces, por supuesto, el capitalismo está intrínsecamente orientado hacia el crecimiento económico. Pero esto sería una perogrullada semántica que se daría de bruces ante la evidencia del registro histórico de las tasas variables de crecimiento en las economías capitalistas (a menos que concedamos al capitalismo una supremacía económica que no merece, con el argumento de que está destinado a crecer siempre a largo plazo, salvo en los ciclos y las crisis periódicas).
Como Piketty nos ha recordado con citas de Austen y Balzac, el capital, en los siglos XVIII y XIX, gozaba de altas tasas de retorno al capital (5%) mientras que las economías estaban estancadas. Grecia ha perdido un tercio de su economía, pero al mismo tiempo se han conseguido enormes ganancias. El capitalismo no está funcionando bien en términos de acumulación agregada, pero los cambios institucionales bajo los dictados de la Troika amplían el reino del D-M-D.
¿Cómo puede continuar la acumulación del capital sin crecimiento? En primer lugar, sabemos que el volumen del capital no solo aumenta por la producción de plusvalías, sino también por la desposesión y la redistribución desde el trabajo hacia el capital (austeridad, etc). Así, el capital puede crecer sin haber crecimiento económico, al menos hasta llegar el límite en que el trabajo cubra únicamente las necesidades básicas de subsistencia, punto muy alejado de aquel en que se encuentran las economías más desarrolladas.
En segundo lugar, incluso si la acumulación agregada de capital está funcionando mal y disminuye, una parte de los capitalistas van a seguir invirtiendo dinero y ganando más dinero (beneficios). Aunque algunos de ellos verán reducidos sus beneficios, otros podrán aumentarlos. Los capitales individuales, impulsados por la competencia, tratan siempre de obtener beneficios como nos dice Marx; pero esto no significa que siempre lo logren. Es perfectamente plausible que en una economía estancada o en recesión, existan muchos capitales individuales que continúen haciendo sus beneficios.
Lo que está sucediendo en Grecia es una mezcla de estas dos cosas. La acumulación de capital continúa en crecimiento negativo. La austeridad y las privatizaciones redistribuyen el valor a favor del capital y, mientras que los oligarcas y algunos capitalistas que han logrado sobrevivir aumentan sus beneficios, muchos otros han visto cómo sus beneficios se han reducido o bien han quebrado.
Cuando afirmo que un capitalismo sin crecimiento o en declive es plausible, no estoy lavando la cara ideológicamente al capitalismo ni tampoco estoy diciendo que un decrecimiento sostenible sea compatible con el capitalismo. Mi punto de vista es que no hay ninguna ley 'intrínseca' que demuestre que el capitalismo o bien genera crecimiento o bien colapsa si no lo consigue. Un capitalismo sin crecimiento es posible, y es un capitalismo de rostro cruel y, de hecho, es cómo ha sido en muchos períodos y lugares: quiebras, desempleo, reducción de los niveles de vida, bienes comunes privatizados, desahucios y desigualdad creciente.
¿Hasta cuándo una economía capitalista puede soportar una 'Gran Depresión' al estilo griego antes de que colapse y se convierta en alguna otra cosa mejor o peor? Probablemente una situación de depresión no puede prolongarse indefinidamente, pero no hay ninguna “ley” económica que sugiera que el capitalismo va a llegar a su fin de forma natural, independientemente del impacto que puedan tener las luchas en favor de su transformación. El reconocimiento de una “ley” por sí sola, no nos dice mucho sobre la dirección y las características de esta transformación.
En conclusión, no hay ningún imperativo del crecimiento bajo del capitalismo en abstracto, sino sólo en un sentido muy concreto: sin crecimiento el capitalismo se vuelve inestable política y socialmente. El crecimiento desactiva los conflictos distributivos y hace más fácil la vida de los capitalistas. Es por esta razón que es difícil imaginar naciones donde los poderosos intereses capitalistas reinen aceptando voluntariamente el decrecimiento o un estado estacionario. El crecimiento como objetivo es un imperativo del capitalismo, pero no su realización. Pero a medida que el crecimiento se vuelva más y más difícil de conseguir y el estancamiento se convierta en la nueva norma, se hace más verosímil la aparición de un contra-movimiento, la “revolución social y ecológica por el…. proletariado ambiental” que Foster propugna.
Traduccion del Inglés: Neus Casajuana