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Vengo del futuro y no os traigo una lejía

lejia

Barbijaputa

¿Os acordáis de aquel anuncio noventero en el que una chica con el pelo azul nos traía del futuro una lejía? A nosotros, que del futuro sólo esperábamos coches voladores y vacunas contra el cáncer, pues claro, enseguida lo tachamos de metedura de pata total y no paramos de hacer chistes hasta que empalmamos con el siguiente anunciante/cantante/político que metió la pata.

Pero hagamos un caso práctico. Quedaos ahí, en los noventa, en ese momento de sobremesa en el que estáis frente la tele y aparece una chica con el pelo azul, ese instante en que alzáis la vista y veis que la muchacha no trae una lejía, sino que os trae una visión de lo que de verdad será el futuro.

Primero os alerta de que todos los avances que habéis hecho en cuanto a la aconfesionalidad del Estado, no sólo se han paralizado, sino que han ido pelín para atrás. Y que desde el propio Gobierno os van a bombardear con un BOE como éste:

“La educación de la dimensión religosa es parte fundamental para la maduración de la persona”. Y a ver, ¿dónde te deja eso a ti? ¿Que ni rezas ni nada y en las bodas te quedas fuera de la Iglesia?

“Tienes que reconocer que las cosas, los animales y el ser humano no se dan el ser a sí mismos. Luego Otro los hace ser, los llama vida y se la mantiene”.

¿Quién necesita la teoría de la evolución teniendo los hechos que dicta la Santa Sede? ¿Quién necesita la ciencia teniendo la teología? ¿Quién quiere filosofía teniendo ancianos con sotana que ya nos dicen qué y cómo pensar? Quizás en este punto aún no lo veáis claro, pero todo son ventajas.

“El ser humano pretende apropiarse del don de Dios prescindiendo de Él”. ¡Habrase visto semejante osadía! “En esto consiste el pecado. Este rechazo de Dios tiene como consecuencia en el ser humano la imposibilidad de ser feliz”. No cabréis en vosotros de gozo: ahora los ateos ya sabréis por qué no sois felices aunque creyerais que sí. No sois felices porque pecáis al buscar explicaciones en vuestra historia y vuestro entorno al sentido de la vida, sentido que ellos ya te dan masticadísimo. Es que, ¿a quién se le ocurre? Menos mal que a nuestros hijos se lo van a enseñar desde bien pequeños, para que ellos sí puedan ser felices.

Además, te trae este vídeo de un colegio andaluz cualquiera y su presentación de la Semana Santa para los alumnos.

Y, ¿qué es esto si no felicidad?

Imaginad también que antes de que apaguéis la tele con lágrimas en los ojos y la barbilla arrugada, la chica os cuenta que en 2015 y, después de cientos de denuncias y condenas a cuerpos de seguridad por montajes y abusos policiales contra ciudadanos, el Gobierno decide legislar para que no suceda más y aprueba una Ley por la que queda terminantemente prohibido fotografiar a policías abusando o apalizando ciudadanos. Ley con la que podrán multarte, además, hasta con 30.000 euros por protestar frente a una central nuclear o por ofrecer resistencia pasiva en un desahucio.

Al final, el futuro no eran autopistas aéreas ni reconocimiento ocular como llave para entrar en casa. Ni siquiera era verdad lo de la triste lejía. Al final el futuro se parece mucho al pasado, curiosamente: mantillas, adoctrinamiento y represión policial.

Y la visita de la chica del pelo azul bien podría acabar con un:

“Y sí, el futuro del que vengo lo habéis elegido vosotros solos. Entendéis ahora por qué la otra vez os traje sólo lejía, ¿no?”.

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