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Opinión - ¡Nos comerán! Por Esther Palomera

Por unas compras responsables

Economistas Sin Fronteras

Gloria González —

“Estoy convencido de que a esta sociedad consumista, cegada por el mercado, la sucederá otra que se caracterizará por el hecho trascendente de que no dejará de lado la justicia social y la solidaridad”

René Favaloro

Recuerdo a mi primera profesora de Economía, siendo yo estudiante de Bachillerato, cuando en clase nos hablaba de alternativas al consumo, de cooperativas de mujeres dedicadas a la obtención del aceite de karité en Benin, o de cómo nos animaba a participar en certámenes de jóvenes emprendedores, incluso de que presentáramos el proyecto empresarial de una tienda de comercio justo. Recuerdo acudir con mis compañeras al organismo correspondiente para pedir información sobre cómo constituir una empresa en nuestro municipio, y que nos preguntaran si una tienda de comercio justo era un “todo a cien”…

Lejos queda esto en el tiempo, sin embargo, dudo que los hábitos de consumo hayan cambiado tanto como yo soñaba que lo hicieran años atrás.

De nuevo un año que termina, dando el pistoletazo de salida a las compras navideñas, a veces compulsivas, otras responsables, otras por compromiso, que bien pueden ayudarnos a reflexionar sobre nuestros perfiles como consumidores y consumidoras.

Para ello, propongo detenernos en nuestra educación con respecto al consumo, la gestión del gasto y las estrategias aplicadas de ahorro e inversión. Y no me refiero a las políticas financieras de las corporaciones, sino a la economía doméstica. ¿Eres consciente de la manera en que gestionas tus recursos financieros?, ¿quién te enseñó a hacerlo así?, ¿crees que fue un proceso de aprendizaje consciente?

Ahora que sabes algo más sobre tu punto de partida, observa cómo actúas en la actualidad. ¿Qué tipo de compras realizas en estas fiestas?, ¿a qué tiendas acudes?, ¿están vinculadas al comercio justo?, ¿qué impacto crees que generan tus compras? (no sólo en tu economía y entorno más cercano, sino en los agentes que intervienen en la cadena de producción).

Te invito a que repases tus hábitos de consumo en el marco de estos días festivos, prestando atención a las siguientes categorías:

Consumo energético, principalmente de electricidad y combustible

Alimenticio

De ocio

Otro tipo de consumo, vinculado a los regalos, adornos, textil…

¿Consideras que son compras responsables? Si cada una de las personas que habitamos el planeta consumiéramos a ese ritmo y esas cantidades, ¿estaríamos ante una situación sostenible?, ¿qué coste no económico (medioambiental y social) está asociado a esa pauta de consumo? No todo vale. Tus acciones tienen un impacto y este es un buen momento para que comiences a valorarlo si nunca antes lo habías hecho.

Hasta ahora nos hemos detenido en el consumo, ahora bien, ¿qué ocurre si nos planteamos esto mismo desde la óptica de la inversión? Existen diferencias entre unas modalidades de inversión y otras y, cada vez más, quienes deseamos conocer el destino de nuestros ahorros nos interesamos por la banca ética, las inversiones socialmente responsables, las inversiones de impacto, que en Europa han crecido un 132% en los dos últimos años sobre los que se conocen datos, pasando de 8.750 millones de euros en 2011 a 20.269 millones de euros en 2013, según el último informe de Spainsif (Foro Español de la Inversión Socialmente Responsable), publicado este mismo año.

Y ante todo esto… ¿Por dónde empezar? A continuación te propongo una serie de sugerencias que pueden ayudarte a actuar de manera diferente, antes de que el espíritu del consumismo pueda contigo:

Reflexión: antes de comprar, pregúntate: ¿para qué lo compro?, ¿qué deseo satisfacer con esta compra?

Empatía: empatiza con las personas que hacen posible tu regalo: ¿reciben un salario digno?, ¿han trabajado en un entorno saludable y seguro?, ¿hay mano de obra infantil tras lo que vas a comprar?, ¿la empresa garantiza y respeta los derechos humanos y laborales de quienes han intervenido a lo largo de la cadena de valor del producto? Para responder estas preguntas pueden ayudarte informes como el que todos los años publica el Observatorio de RSC, sobre las memorias anuales de las empresas del Ibex 35.

Responsabilidad: pregúntate cómo varía tu gasto en combustible y qué impacto medioambiental suponen tus compras. ¿Sería igual si lo hicieras en un comercio de proximidad?

Plan de acción: diseña tu plan de acción navideño, indicando qué hábitos deseas mantener y cuáles modificar, en lo relativo a tus compras para estas fechas. Puedes aplicarlo también al resto del año y te ayudará a mantener esa nueva costumbre adquirida.

En definitiva, no se trata de vivir en el más absoluto aislamiento, sino de disfrutar y compartir los días de fiesta de la manera más responsable y comprometida posible; de dejar de echar balones fuera y saber que con tu manera de consumir generas un impacto; se trata de contárselo a tus amistades y familiares, de hacer propuestas sostenibles, de darles a conocer el comercio justo, de hablarles a las/los pequeños de la casa sobre el consumo y el gasto familiar, para conseguir, como soñaba Favaloro, una sociedad basada en la justicia social y la solidaridad.

Este artículo refleja la opinión y es responsabilidad de su autora. Economistas sin Fronteras no necesariamente coincide con su contenido.

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