Habéis roto el hechizo, gracias por la libertad (¿Aún no dimitió Rajoy?)
Catalanas, catalanes, escribí esto antes de hacerse público el resultado de las elecciones catalanas. Hayáis votado lo que hayáis votado, todas las personas que vivimos en España debemos daros las gracias porque unos y otras habéis ganado vuestra libertad pero también habéis roto el hechizo que tenía atrapadas nuestras vidas. Le habéis roto la espina al miedo con alegría y naturalidad.
En este mismo día en que todos miramos hacia ahí escrutando los números para imaginar vuestro futuro, que también nos afecta, hace cuarenta años cinco pelotones de hombres armados fusilaron a cinco jóvenes antifranquistas. Aquellos asesinatos fueron un ritual de magia negra ejecutado por aquel régimen; pretendía condicionar el futuro. Y lo consiguió, nadie se engañe, la historia de España estuvo tutelada y condicionada en adelante. Cuando los representantes de los partidos redactaban la Constitución llegó a aquel despacho una nota de la Junta de Jefes de Estado Mayor señalando el límite que les pareció que estaban olvidando, que era la indisoluble unidad de la nación española. Y tras el 23-F y los pactos para cerrar el episodio, el gobierno inmediatamente siguiente redactó la LOAPA para limitar el sentido de la autonomía de las nacionalidades. Y siempre planeó esa sombra, siempre. Y, aunque parezca increíble y ahora nadie parece recordarlo, cuando se discutía el “estatut” que finalmente apuntilló el Constitucional hubo de nuevo conspiración militar y un general sancionado. Pues bien, la ciudadanía catalana, con independencia del resultado electoral, han acabado con todo eso. Ciudadanos y ciudadanas españolas, sois libres.
Podéis discutirlo todo, se ha acabado el miedo. Podéis y debéis debatir si queréis monarquía o república, si queréis república unitaria o federal, si os consideráis nación o región y si queréis autodeterminaros, si queréis banca pública o no, si queréis esta constitución u otra nueva.
Hace cuarenta años aquel brujo siniestro y su corte de criminales tejió una tela de araña que nos ha mantenido envueltos a todos. Y así han seguido naciendo y creciendo españoles que solo han conocido ese aire viciado, su patria misma es el miedo. Por eso causó asombro a muchas personas fuera de Catalunya vuestra osadía: “¿Cómo se atreven? Les mandarán al Ejército, a la Policía, a la Guardia Civil. Los jueces los detendrán...”. Efectivamente los señoritos franquistas que siguen viviendo de mantener vivo ese miedo jugaron con él. Pero no les tuvisteis miedo. ¡Bien por vosotros! ¡Bien por los demás!
Cuando el presidente de un gobierno que no sabe quiénes son los ciudadanos con nacionalidad y quiénes no, sólo entiende de súbditos atemorizados, habló hoy de “este lío en el que nos han metido” y se refería a que habéis deshecho la tela de araña que nos envolvía. Él y los suyos no saben cómo comportarse ahora en un país distinto donde al fin ha entrado aire fresco.
Los medios de comunicación que nos llegan y los dirigentes de los partidos estatales siguen hablando de vosotros sin vosotros, aturdidos, atontados, intentando explicarse..., justificarse. Justificar lo injustificable. Pero la historia les ha pasado por delante a toda velocidad y ya son pasado.
A aquellos cinco jóvenes los fusilaron al alba y vosotros, catalanes, abrís un alba para vosotros y para los demás. Al final era cierto que existe la historia y tiene un sentido: no es casualidad que hayáis roto la soga del temor en el aniversario del fusilamiento de aquellos cinco jóvenes, lo que hicisteis es también un homenaje a Xosé Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo, Ramón García Sanz, Juan Paredes Manot y Ángel Otaegui.
La noche más larga, tituló García Sánchez una película con guión de Gutiérrez Aragón sobre aquellas muertes tan incómodas que nadie quería mentar y todos olvidar. Hace un año publiqué un libro que eran sombras de aquella madrugada, pero ahora acaba de salir Mañana cuando me maten, de Carlos Fonseca, y recupera lo que hay que saber de aquel hechizo perverso. Este día 27 de septiembre de 2015 habrá que recordarlo con una canción de Aute, Al alba, y otra de Llach, La estaca. O quizá La gallineta.
Eso sí, catalanes, catalanas, salgan las cuentas electorales que salgan, no nos olvidéis porque no os olvidaremos. Ahora más que nunca sois gente nuestra.
Postdata: acabo de conocer los resultados electorales: ¿De verdad que aún no presentó su dimisión Mariano Rajoy y con él su gobierno? ¿Y el Rey qué opina?