Sobre la ley mordaza
Desde el jueves pasado la libertad es más pequeña.
La visión restrictiva y represora del PP se ha impuesto a dos siglos de lucha por la libertad. ¿Dónde estaban los liberales del PP cuando aprobaron esta Ley? ¿Dónde estaban los liberales que defienden que el Estado no debe interferir en la vida de las personas, que la opinión no personal no puede ser sometida a los intereses del estado? No estaban porque no hay liberales en el PP, sólo quedan los liberales de chequera.
El jueves fue un día aciago para los defensores de la libertad. Pero los socialistas queremos que sea el día del anuncio del fin de esta Ley Mordaza. Porque va a ser un Ley de corta vida. Porque después de las siguientes elecciones vamos a recobrar de nuevo los mismos niveles de libertad de pensamiento y crítica que antes de la existencia de esta Ley.
Esta Ley no defiende a las personas, no defiende el pluralismo de la ciudadanía. Lo que hace es promover la arbitrariedad y la falta de seguridad, arrebatando al sistema judicial algunas de sus funciones.
Los socialistas defendemos la libertad. Y libertad es poder decir lo que uno piensa y escuchar lo que no quiere oír, especialmente si se está en el Gobierno.
Reprimir las protestas, las criticas a la gestión del gobierno, no es defender la libertad ni la seguridad, es sólo reprimir.
La función de los cuerpos policiales es defender la libertad ciudadana, es asegurar espacios de libertad para garantizar la pluralidad y la diversidad en nuestro país. La función de los cuerpos policiales no puede ser defender al gobierno frente a la crítica ciudadana, que es lo que pretende el PP que hagan.
Esta Ley sirve, fundamentalmente para ir a la caza del disidente, a la caza de las personas que no comulgan con la forma de vida de la derecha. A la caza de las personas que discrepan de las políticas de derechas. A la caza de los grupos que quieren cambiar el gobierno.
Y la caza del disidente es una acción restrictiva y represora de un gobierno de derechas que se siente débil y amenazado por libertad política de la democracia.
Esta Ley:
- Habilita a la policía para el ejercicio de poderes de inspección, retención, investigación, represión y sanción, que extralimitan su función.
- Instaura un derecho administrativo sancionador preventivo fundado en sospechas dirigidas a generar desaliento en el ejercicio de derechos fundamentales.
Se imponen así sanciones de “por si acaso”. Sanciones de delitos que aún no se han cometido.
- Un sistema sancionador fundado en una definición abierta y ambigua de los tipos sancionadores, con la fijación de multas desproporcionadas.
- Además, se sustenta en juicios discrecionales y arbitrarios de la Administración lo que impide un efectivo control judicial de la limitación del derecho o de las consecuencias de su ejercicio.
Con esta Ley, pase lo que pase el Gobierno siempre tiene razón.
Con esta Ley, la derecha del PP, nos muestra la parte más radicalmente suya: el miedo a la libertad. Un gobierno que tiene miedo a la pluralidad. Que se siente débil frente a la crítica ciudadana, y por eso opta por prohibirla.
Los socialistas, por el contrario, no tenemos miedo a la libertad, hemos luchado por ella toda la vida. Defendemos las sociedades abiertas y plurales. Defendemos la calle como metáfora de la plaza pública que no es propiedad de nadie, que es el ámbito, el espacio para ejercicio de la libre crítica y de las nuevas propuestas.
Los socialistas no estamos dispuestos a levantar trincheras en las calles de España. A convertir la libertad en un ejercicio peligroso para los ciudadanos y ciudadanas que se niegan a renunciar a su propio criterio. Para los grupos que quieren hacer propuestas alternativas.
Hoy la libertad es un poco más pequeña para todos los españoles, pero este recorte, este candado a las voces libres, nace con fecha de caducidad. La hemos recurrido ante el Tribunal Constitucional, pero es que, además, el próximo Gobierno Socialista la va a derogar.
