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La mujer en la Economía Social y Solidaria

Imagen de archivo.

Economistas Sin Fronteras

Quartiers Du Monde —

Junio de 2008, un grupo de mujeres senegalesas, madres, hermanas y familiares de las y los jóvenes de la red internacional de jóvenes Barrios del Mundo, reunidas en su primer encuentro internacional en Dakar, interpelaron a la red: “Nosotras las mujeres también necesitamos un espacio como el suyo un espacio donde puedan encontrarse mujeres de culturas diversas, hablar libremente, aprender y fortalecerse”. Así comenzó el desafío, construir a través de un Programa en Red sur- sur-norte, espacios seguros de encuentro y empoderamiento para y con las mujeres.

Desde el inicio del programa Mujeres del Mundo (MDM) se exploraron las distintas corrientes y modelos económicos y, finalmente, se optó por la Economía Social y Solidaria (ESS) por poseer unos valores que eran compartidos por la red. Sin duda, existe la necesidad de integrar la perspectiva de género en la ESS para transformar las relaciones de poder y los roles asignados a las personas de distintos géneros.

Cuatro colectivos en El Alto, Bolivia, forman parte de esta Red y han sido acompañados por el Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza (CPMGA). Los miembros son mujeres de 30 a 50 años, con bajos recursos económicos y bajo nivel educativo y con urgencia de generar ingresos a sus familias. El programa de MDM, integrado en el área de empoderamiento económico, se inscribe en un sector ya trabajado por el CPMGA. El programa comenzó por un diagnóstico participativo de la situación de las mujeres en términos de acceso a sus derechos y el estudio preliminar determinó lo siguiente:

Una gran mayoría de mujeres de la red desconocían sus derechos y sufrían situaciones de violencia muchas veces no reconocidas por ellas mismas y por lo tanto no denunciados.

Todas las mujeres tenían un trabajo poco valorado, invisible, precario o no remunerado.

El trabajo de las mujeres era desvalorizado tanto por la sociedad como por las propias mujeres, en consecuencia, cuesta estimar el coste real de su fuerza de trabajo para contabilizarlo en sus emprendimientos. Cuando generan ingresos, siguen pensando en su aporte a la familia, como un aporte secundario. Gracias a la acción del CPMGA, los colectivos de mujeres de la red en Bolivia tienen acceso al mercado de trabajo y al crédito. Este acceso les ha posibilitado una brecha de discusión en sus hogares sobre ciertas decisiones, pero no impide que sigan siendo sus parejas quienes ejerzan el control de los recursos. Para acabar, siendo construidas en el patriarcado, suelen reproducir relaciones de poder entre ellas por razones de edad, educación…

Construyendo igualdad en la Economía Social y Solidaria

A pesar de que la ESS es portadora de valores como la sostenibilidad y la justicia social, las mujeres en este sector siguen teniendo un menor acceso que los hombres a puestos de alta responsabilidad y ocupan la mayoría de empleos a tiempo parcial. ¿Cuáles son las oportunidades y los espacios de reflexión, promoción y fortalecimiento de las mujeres en la ESS? ¿De qué manera las empresas sociales y solidarias tienen en cuenta los obstáculos y frenos que las mujeres encuentran de manera generalizada en la creación de sus empresas, en el acceso al crédito, a la formación y acompañamiento adaptado? A este hecho se suman los obstáculos específicos con los que se encuentran las mujeres de barrios populares, y/o migrantes de zonas rurales o de otros países, menos capacitadas, a veces analfabetas o con dificultades de movilidad, con menor acceso al financiamiento y al crédito y viviendo en un nivel de necesidad inmediata y permanente.

Por todas estas razones la Organización Quartiers du Monde y la Red MDM, integran la perspectiva de género a la ESS con el fin de transformar la mirada, la acción y el impacto de este modelo en la vida de las mujeres, de cuestionar y transformar las relaciones de poder entre hombres y mujeres, y de mujeres entre ellas mismas, de convertir sus emprendimientos en espacios de fortalecimiento y empoderamiento.

Para cumplir con estos objetivos, la red de MDM, acompañada por tres referentes en ESS, género y liderazgo, integró la perspectiva de género y la reflexión sobre la construcción de liderazgos colectivos, transparentes y democráticos en las herramientas y etapas de la creación y consolidación de emprendimientos sociales y solidarios.

La mayoría de las herramientas provienen de la educación popular y se trabaja a partir de las experiencias de vida y de la cotidianidad de las mujeres. Las facilitadoras las adaptan a los contextos locales, las traducen culturalmente, y así se construye un programa que responde a las realidades y desafíos del colectivo. A partir del retorno de experiencias y de los intercambios de la red, se sistematizan las herramientas en guías diversas: Liderazgo colectivo con perspectiva de género y acompañamiento al emprendimiento social y solidario con perspectiva de género.

Dos herramientas utilizadas en la creación de la empresa, que la Red ha adaptado a la ESS y les ha integrado género son las siguientes: la evaluación de los activos y pasivos y El Canvas.

En la propuesta de la red MDM, los “activos” de las mujeres no son únicamente los recursos materiales que las mujeres poseen, no se trata únicamente de bienes económicos, sino también de recursos inmateriales como los conocimientos y capacidades que hayan adquirido en sus experiencias de vida.

Estos “activos” no son necesariamente individuales, también pueden ser colectivos, socio-culturales, civiles y políticos. Los “activos” se convierten en “recursos de las mujeres” en la medida en que ellas conocen su existencia, la reivindican y la utilizan en su propio interés para un proyecto concreto.

Por otro lado, los “pasivos” son los obstáculos, frenos, deudas, y compromisos no respetados o suspendidos por alguna razón y que impiden a las mujeres realizar sus actividades de manera óptima.

Todos estos elementos se deben tener en cuenta en el acompañamiento que se realice a los emprendimientos de las mujeres. Para hacerlo, se adaptó la herramienta de base integrando preguntas evaluativas sobre los diferentes tipos de obstáculos que impiden a las mujeres crear sus emprendimientos con buenos resultados.

Lo esencial en los dos casos es que las mujeres, las entidades, los financiadores, y el resto de actores tomen conciencia de que estos conceptos van más allá del sector financiero y es importante tenerlos en cuenta para transformar los frenos particulares que encuentran las mujeres y les impiden desarrollar sus actividades económicas.

Para la etapa del plan de negocios, se adaptó el “Canvas model business plan” cuestionando la misión y la visión del emprendimiento en relación a las transformaciones que se quieren producir de manera estructural. Esta misión y visión que integra la igualdad de género tiene que verse reflejada en cada espacio del Canvas desde el funcionamiento interno del emprendimiento hasta la organización y comunicación hacia la clientela. El Canvas es una herramienta participativa que permite al colectivo de emprendedoras construir juntas su iniciativa.

Dos grandes desafíos

En esta etapa de trabajo y de consolidación de la Red MDM, se han planteado dos grandes desafíos:

El primer desafío es cómo organizar el mercado local a nivel de cada entidad y territorio, construyendo la cadena de valores de los emprendimientos de las mujeres acompañadas por la Red favoreciendo emprendimientos dentro del sector de la ESS. Esta organización del mercado local implica articularse con otras asociaciones y colectivos de mujeres del territorio, promover la ESS y organizar plataformas y redes entre los colectivos y asociaciones de mujeres. Además, es necesario que éstos sean espacios de fortalecimiento e intercambio para las organizaciones y las mujeres, en donde se pueda cuestionar la situación y los obstáculos que encuentran en la realización de sus emprendimientos con el fin de integrar la perspectiva de género.

El segundo desafío a nivel mundial se produjo durante el Tercer Encuentro Internacional de la Red Mujeres del Mundo en Bolivia. En ese espacio se escucharon experiencias de corrientes y perspectivas económicas diversas: la ESS, la Economía Comunitaria y la Economía Feminista. Esta última contiene propuestas de transformación profundas del sistema patriarcal, como la división sexual del trabajo, el doble mecanismo de producción y reproducción de dominación y la subordinación entre hombres y mujeres.

Quartiers du Monde se inscribe en esta corriente y persigue el mismo objetivo implementando la perspectiva de género a la ESS e integrando en las herramientas de la economía cuestionamientos sobre la división sexual del trabajo y resignificando el trabajo de cuidados que realizan las mujeres en el mundo.

Por tanto, nuestro desafío como Red, es que las diferentes entidades miembros se posicionen frente a los objetivos de las diferentes corrientes y perspectivas económicas con el fin de construir una posición común y compartida desde la Red MDM.

Resumen del artículo 'La red Mujeres del Mundo construye herramientas para facilitar la automatización de las mujeres en la Economía Social y Solidaria' publicado en el número 25 de los dossieres de Economistas sin Fronteras Dossieres EsF, dedicado al tema El enfoque de género en la Economía Social y Solidaria: aportes de la Economía Feminista'.El enfoque de género en la Economía Social y Solidaria: aportes de la Economía Feminista'

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