El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.
Su presidente explica aquí la verdadera situación de la tauromaquia en España: cifras infladas de profesionales y festejos, datos económicos manipulados para la opinión pública, irregularidades en los censos, beneficios fiscales, subvenciones europeas...
Demuestra la falsedad de que la tauromaquia genera puestos de trabajo; desvela la falacia de que la dehesa no sobreviviría sin lidia; destapa la infrautilización de las infraestructuras taurinas; y desmiente el tópico del toro indultado.
Un impactante informe publicado por AVATMA desmonta los argumentos con que los taurinos defienden un sector que sobrevive con fondos públicos, cuya actividad se ha desplomado y cuyas crueles prácticas rechaza una mayoría social.
Derribando tópicos taurinos
Derribando tópicos taurinos
Resulta sorprendente que un sector, el taurino, que en los últimos 8 años ha visto disminuir su actividad en un 51,1%, en lo que a festejos en plaza se refiere, lleve los mismos años generando un 27,4% de puestos de trabajo en lo que respecta a los profesionales taurinos que pueden intervenir en esos espectáculos.
¿Conocen los lectores alguna empresa o sector productivo que sea capaz de semejante milagro?
Se consideran festejos en plaza las corridas de toros, las novilladas con y sin picadores, el rejoneo, los festivales, los festejos mixtos, los festejos mixtos con rejones, las becerradas y el toreo cómico.
Hace unos meses decidí investigar sobre otro tópico usado e invocado por el sector taurino, el de la creación de los puestos de trabajo que genera la tauromaquia. He analizado para su redacción numerosas estadísticas publicadas en medios de prensa afines al culto del uso y abuso de estos animales por pura diversión, documentos publicados por organismos estatales, como el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Ministerio de Trabajo e Inmigración, y Senado de España.
Los datos resumidos que van a tener la oportunidad de leer en este artículo son la realidad de un sector que engloba, entre otros, a los profesionales de la tauromaquia, es decir, a todos aquellos que se encuentran inscritos en el Registro General de Profesionales Taurinos y a las ganaderías de lidia. Además, he analizado el número de infraestructuras que acogen festejos de este tipo, demostrando la infrautilización que tienen, y he evidenciado otra falacia que sirve para defender esta actividad, la de la oportunidad que tienen los toros y novillos de salvar su vida mediante el indulto en las plazas en que son lidiados. Además, demostraré que la dehesa no necesita al toro de lidia para su sostenibilidad.
Sobre los puestos de trabajo
Habrán leído en muchas ocasiones que esta actividad genera 200.000 puestos de trabajo. Les demostraré que es falso. La Justicia en España, con todo lo que conlleva, ocupa al mismo número de personas que los taurinos afirman que dependen laboralmente de su sector. Un despropósito.
Anualmente, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que es el que tiene las competencias sobre tauromaquia, gracias al último gobierno del PSOE, hace públicas las estadísticas oficiales sobre el número de profesionales taurinos y el de festejos que se celebran.
Durante el año 2007 el número de festejos taurinos en plaza fue de 3.651; en 2008 de 3.295; en 2009 de 2.684; en 2010 de 2.422; en 2011 de 2.290; en 2012 de 1.977; en 2013 de 1.858. En 2014 hubo 1.868, lo que supuso un ligero repunte aumentando con respecto al año anterior en un 0,5%, pero en festejos de menor categoría, ya que siguieron disminuyendo el número de corridas de toros, de novilladas con picadores y de rejoneo, que son los que de alguna manera atraen más público.
La sorpresa nos la encontramos cuando vemos la evolución de los profesionales taurinos que se apuntaron en el registro correspondiente. En 2007 el número de profesionales taurinos era de 7.397; en 2008 de 7.830; en 2009 de 8.301; en 2010 de 8.631; en 2011 de 9.293; en 2012 de 9.522; en 2013 de 9.855 y en 2014 de 10.194. En 8 años, el periodo que va de 2007 a 2014, los profesionales taurinos aumentaron en un 27,4%, es decir, aparecieron 2.797 teóricos nuevos puestos de trabajo. Cuando hablamos de profesionales taurinos nos referimos a matadores de toros (toreros), novilleros con y sin picadores, rejoneadores, banderilleros, picadores, mozos de espadas y toreros cómicos.
En resumen: en los últimos 8 años se celebraron 1.703 festejos en plaza menos, y aumentaró en 2.797 el número de profesionales taurinos que podrían intervenir en ellos. Difícil ecuación.
Con respecto al resto de trabajadores que se puede considerar que trabajan de forma exclusiva en este sector, en realidad son muy pocos. Las ganaderías de lidia generan muy pocos empleos fijos, no más de tres de media, los empresarios taurinos se dedican a otro tipo de actividades, así como los representantes de los toreros. Los negocios de restauración próximos a plazas de toros siguen funcionando cuando no hay festejos taurinos, el personal de las plazas trabaja en otros menesteres, los sastres que se dedican en exclusiva a vestir a los profesionales taurinos son escasos, los fabricantes de las armas de tortura que se utilizan durante la lidia trabajan otro tipo de materiales. Ponga usted, lector, todas las ocupaciones que se le ocurran relacionadas con el tema que estamos tratando y saque sus propias conclusiones.
Cuando vean titulares en medios de prensa que rezan: 'La tauromaquia empezó a generar puestos de trabajo en 2014', no se lo crean, es falso. Como ven, lo lleva haciendo desde 2007.
Las sorpresas siguen apareciendo cuando se analizan los tramos de edad en los que se enmarcan estos profesionales.
Tiene más de 65 años el 11,3% de los matadores, el 4% de los rejoneadores y el ¡3,4% de los novilleros! Tiene más de 45 años el 36% de los matadores de toros (toreros), el 28% de los rejoneadores y el ¡10,2% de los novilleros! Siguiendo con la extravagancia de las cifras, el ¡68,7% de los novilleros tiene más de 30 años! He puesto signos de exclamación cuando he hecho referencia a los novilleros, porque este es el paso previo para ser torero y, para serlo, basta con haber participado en 25 novilladas picadas, cosa que no ha conseguido el 82,3% de aquellos que se sitúan por encima de los 30 años en esta categoría profesional. Si sumamos este dato al que nos ofrece el número de profesionales taurinos encuadrados en edades comprendidas entre 16 y 29 años, veremos que durante 2014 hubo un descenso en todas las categorías en ese tramo de edades, lo que nos indica que el envejecimiento en esta parte del sector taurino es más que evidente. De hecho, según el Convenio Colectivo de Profesionales Taurinos, una gran parte de ellos debería estar ya jubilada. Entiendo que si lo están no deberían aparecer como trabajadores en activo.
¿Cómo se puede explicar que haya 10.194 profesionales taurinos inscritos, que aumentan año tras año, para un total de festejos en plaza de 1.868, que disminuyen año tras año con la excepción de ese pequeño repunte en 2014? Hasta donde soy capaz de entender, de ninguna manera. La precariedad de los puestos de trabajo es evidente porque, como voy a demostrar, la mayoría de estos profesionales lleva muchos años sin pisar la arena de una plaza de toros para desarrollar el trabajo para el que están cualificados. La gran mayoría vio y ve los toros desde la barrera, si es que les regalaron las entradas o tuvieron dinero para pagarlas.
De 810 matadores de toros (toreros) inscritos, solo trabajaron en algún festejo en plaza 187, es decir, el 23,8%. Además, de los toreros que trabajaron, 58 sólo intervinieron en 1 festejo, 29 en 2, y sólo 23 estuvieron en presentes en más de 20.
De los 3.018 novilleros inscritos solo trabajaron en algún festejo en plaza 123, es decir, el 4,18%. Además, de los novilleros que trabajaron, 37 solo intervinieron en 1 festejo, 21 en 2, y 16 en más de 10.
De los 397 rejoneadores inscritos sólo trabajaron en algún festejo en plaza, 59, es decir, el 14,1%. Además, de los rejoneadores que trabajaron, 11 sólo intervinieron en 1 festejo, y 27 en más de 10.
Como se puede ver, salvo unos pocos toreros y rejoneadores, la mayoría de los que trabajaron lo hicieron de forma precaria.
Si sumamos el total de profesionales englobados en estas tres categorías, toreros, novilleros, y rejoneadores, los que se denominan 'Jefes de Cuadrilla', obtenemos un total de 4.225 profesionales, de los que solo intervinieron en algún festejo en plaza, 369, es decir, el 8,8%.
En lo que se refiere a los otros profesionales taurinos, los que tienen sueldos más bajos, es decir, banderilleros, picadores y mozos de espadas, que son contratados por los llamados 'Jefes de Cuadrilla', resulta evidente que si éstos, los toreros, novilleros y rejoneadores, no trabajan, no pueden contratar a todos estos subalternos, pagando sus nóminas y sus cotizaciones a la Seguridad Social. La gran mayoría de ellos deberá tener otros empleos para llegar a fin de mes.
Sobre ganaderías de lidia y su subsistencia en base a los festejos taurinos
En España hay censadas como tales 1.339 ganaderías de lidia, inscritas en alguna de las cinco asociaciones ganaderas que existen, que justifican su existencia en la venta de animales para espectáculos taurinos, y que presumen de realizar una excelente labor en el mantenimiento y selección de esta raza para festejos en plaza. Para tener una explotación de este tipo y ser reconocido como criador, basta con tener 25 vacas bravas y un macho como semental.
Cuando he analizado los datos del 2014, me he encontrado la sorpresa de que sólo 311 de estas ganaderías, es decir el 23% de ellas, pusieron como mínimo un ejemplar (novillo o toro) en una plaza. De ellas, 155 vendieron más de 10 animales; el resto, menos. ¿Qué hizo el 77% restante con su producción? Entendemos que la sostenibilidad de este tipo de explotaciones no puede venir dada de la venta de animales para festejos en plaza. ¿Se sostienen acaso dando salida a sus productos para los 15.848 festejos populares que se celebraron en España en 2014? Si es así, que tampoco puede ser, la selección genética de la que presumen y el trabajo de mejora de la raza del que hacen alarde podemos ponerlo en entredicho; y lo podemos hacer porque los animales que se utilizan en festejos taurinos de calle (embolados, ensogados, toros a la mar, suelta de reses...), son de muy baja calidad en cuanto a lo que en términos taurinos se denomina trapío y bravura. Muchos de ellos son lo que se denomina 'desechos de tienta'.
Curiosamente, el 74,5% de los festejos en plaza se programaron en cosos taurinos de categoría inferior (plazas de tercera o portátiles), en los que se sabe que la calidad, en cuanto a las características que deben atesorar los ejemplares de esta raza, dejan mucho que desear. Los precios de estos animales son fijados en función de la categoría de la plaza en que serán lidiados, y es evidente que los que se utilizan en cosos taurinos de escasa categoría se pagan a precios que rozan el de coste de producción e incluso menos.
Sobre el número de festejos
En lo que respecta al número de festejos en plaza, de esas 311 ganaderías que vendieron algún animal, solo 25, el 8%, apareció en los carteles en más de 10 festejos. El que una ganadería aparezca anunciada en un festejo significa que ha podido estar presente con un solo animal, con dos, con tres, con cuatro... o con la totalidad de los que se lidiaron.
A pesar de este negro panorama, que es una realidad y no una fantasía, como hemos demostrado, en abril del año 2011 el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino puso en marcha el 'Programa de Mejora de la Raza Bovina de Lidia', cuyo presupuesto, de carácter público, desconocemos, y en el que participan más de 500 ganaderías, y tres universidades: la Complutense Madrid con el Servicio de Genética de la Facultad de Veterinaria, la de Sevilla con su Facultad de Ingenieros Agrónomos, y la de Córdoba con los veterinarios del Departamento de Producción Animal. ¿Cuánto nos cuesta esto a los contribuyentes?
Sobre el sostenimiento de la dehesa
Otro de los tópicos utilizados por el sector taurino para defender su actividad es el que hace referencia a la necesidad de la crianza de estos animales para mantener un tipo de biodiversidad, que es aquella que se concreta en el mantenimiento de la dehesa. Las cifras reales de hectáreas de dehesa en España no están claras, ya que su categorización depende de diversos factores, y de quienes los interpreten. Las cifras oscilan entre 2.700.000-3.000.000 de hectáreas. Según datos de la Unión de Criadores de la Raza de Lidia (UCTL), el toro ocuparía 280.000 hectáreas del total, así que, en el mejor de los casos, podríamos hablar de un 10,3% del total de dehesa en España ocupada por este tipo de explotaciones.
Además, muchas de estas explotaciones ganaderas son mixtas, es decir, están ocupadas también por otro tipo de especies domésticas: porcino, ovino, equino, otros bovinos e incluso especies salvajes, que sufren las consecuencias de actividades cinegéticas. El respeto que por estos espacios tienen algunos ganaderos lo podemos poner en entredicho: El Cordobés, cuando compró la finca en la que asentó su explotación, taló la friolera de 5.000 encinas. Así lo manifestó el ganadero que le compró la finca posteriormente.
Resulta por tanto falso que el sostenimiento de estos espacios dependa de la raza de lidia, y quedó claramente demostrado en el documento que en forma de ponencia elaboró y publicó el Senado en noviembre del año 2010. En ella se dice, entre otras cosas, que el único animal que rentabiliza la dehesa, y que costea las labores que se tienen que realizar para la conservación de la misma, es el cerdo ibérico de bellota, que ocupa aproximadamente 1.200.000 de hectáreas de este ecosistema en España.
Creo que este análisis, del que usted, lector, puede ver un amplio resumen en este enlace, y con gráficas en éste, deja claro que el negocio de la tauromaquia es insostenible salvo para unos pocos toreros, rejoneadores y ganaderos. La precariedad del empleo y la escasa actividad productiva es evidente. El dinero público que de forma directa inyectan ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas e incluso el Estado para esta actividad es lo que la hace viable. Además, es público que la Unión Europea, ésta sí, de forma indirecta, subvenciona las explotaciones de toro de lidia a través de los fondos del PAC (Plan Agrario Común) y los fondos FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional); sabemos que dinero proveniente de estos últimos ha sido utilizado en la rehabilitación de plazas de toros e incluso en algún intercambio entre alumnos de escuelas de tauromaquia de Portugal y de España.
Sobre infraestructuras taurinas
Con respecto a estas infraestructuras, los cosos taurinos, el número total de ellos en España es de 1.721, de las que solo se utilizaron para festejos taurinos 447; de éstos, 273 ofrecieron sólo un festejo durante 2014, y 85 programaron sólo 2. En resumen, el 80% de las plazas de toros que tuvieron actividad taurina, no ofrecieron más de 2 festejos durante el año 2014. Sabemos que el dinero público que se invierte en el mantenimiento de estas infraestructuras infrautilizadas es mucho, aunque no tenemos los datos suficientes para poder cuantificarlo.
Algunos ejemplos de la dilapidación de dinero público en la rehabilitación y mantenimiento de estas infraestructuras:
Como también sirve de justificación para defender esta actividad, apuntar que, durante 2014, de los 1.842 toros y novillos que fueron lidiados en plazas de primera y segunda categoría, que son las únicas en que estos animales pueden ser indultados (salvo en Andalucía, donde también pueden serlo en plazas de tercera), solo 18 animales lo fueron, es decir, el 0,9% de los utilizados. Muchos de estos animales, los indultados, mueren una vez devueltos a las ganaderías por las secuelas que les dejó la lidia.
Sobre subvenciones estatales
Otro tema del que me gustaría que los lectores tuvieran conocimiento es cómo el Estado subvenciona a los empresarios taurinos y toreros que certifiquen no tener deudas con entidades bancarias, Ministerio de Hacienda o con la Seguridad Social. Para los empresarios taurinos, reducción salarial general del 7,5% de los honorarios de todos los 'Jefes de Cuadrilla', así como de la parte comprensiva de los salarios del resto de integrantes de la cuadrilla. Para los matadores de toros y rejoneadores del grupo A que cumplan con determinadas condiciones especificadas en su convenio colectivo, se bonificará en un 7,5% de descuento sobre los salarios mínimos establecidos en el convenio. Para el resto de 'Jefes de Cuadrilla', los de los grupos B y C, la reducción será del 10% sobre tales salarios mínimos.
No sé cuántos de los lectores tendrán este tipo de prebendas, pero seguro que no serán demasiados, si es que son empresarios.
La clasificación de estos profesionales en los grupos A, B y C depende del número de festejos en los que hayan intervenido a lo largo de un año, y sobre esta circunstancia tiene el lector información en el enlace anterior, el que hace referencia al convenio colectivo del sector, si que está interesado.
Y termino con un mensaje, aprovechando la oportunidad que me ha dado, una vez más, El caballo de Nietzsche para entrar en contacto con sus lectores, y que se aleja un poco de la información que les he ofrecido en este artículo, pero que suscribimos los 267 veterinarios que trabajamos desde AVATMA por la abolición de la tauromaquia y del maltrato animal:
“Como veterinarios, afirmamos que la lidia de toros es un ejercicio de maltrato y tortura animal que debe ser abolido. Cualquier hipótesis que pretenda hacer creer que el padecimiento de estos animales no es tan intenso como se piensa, debería ser respondida por los órganos que rigen la actividad veterinaria tanto a nivel académico como profesional”.
Seguimos esperando que lo hagan.
Sobre este blog
El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.