Las crónicas periodísticas que han informado sobre la celebración de la Pascua militar no han mencionado la concentración que llevaron a cabo frente al Palacio Real algunos trabajadores de la empresa pública que se encarga del servicio a la corona y del mantenimiento de los principales palacios y monasterios de Patrimonio Nacional mientras la familia real, el Gobierno y los militares leían discursos dentro.
El representante del comité de empresa de Patrimonio Nacional del CSI-F, Carlos Zarco, se ha quejado a Europa Press Televisión de que los trabajadores de Patrimonio Nacional, además de sufrir los recortes de todos los empleados públicos, están trabajando “como criados del siglo XVI”.
Zarco denuncia además el infernal horario de los trabajadores de Patrimonio, que salen a las diez de la noche cobrando el mismo sueldo, o en algunos casos menos que el año pasado. A partir del día 24 comienza la negociación para un nuevo convenio.
La noticia nos provoca algunas preguntas y reflexiones
1. Un fontanero que tenga que desatascar el inodoro de las dependencias privadas de Su Majestad o un electricista que tenga que poner un enchufe en el despacho del monarca ¿están adscritos a Patrimonio Nacional?
2. Si es así, nos podemos imaginar a qué se refiere el sindicalista con eso de que trabajan como criados del siglo XVI. Viendo el tratamiento que el periodista Jesús Hermida —nada menos que Jesús Hermida— dio al rey nos tememos lo peor.
3. Somos un país pobre con un patrimonio desmesurado. ¿Por qué en vez de vender la sanidad a los amigos del PP, el Gobierno no vende Patrimonio? Puestos a quedarnos sin algo, Diario Kafka prefiere, pese a ser un suplemento de cultura, una buena unidad de oncología, pública y gratuita, antes que el Pórtico de la Gloria.