No hacer una lista con los mejores diez o doce libros del año que acabamos de convertir en serpentina es empeñarse en caminar por el extrarradio de la gran literatura. Aquí el que más y el que menos tiene una enorme responsabilidad como lector: recomendar los libros de quienes puedan recomendar el tuyo o, en su defecto, puedan publicarte lo que tienes guardado en el segundo cajoncito del taquillón. Las listas están ahí. Por decenas. Y, para mayor estropicio mental, sus autores suelen encabezarlas con un “aborrezco estas listas de final de año” sin padecer ningún tipo de acidez estomacal. Así que, si les parece bien, les hago una primera destilación y adelanto algunas novedades que van a darlo todo durante este año. No sean perezosos y, en un huequecito, se dejan hecha ya la lista con lo mejor de 2013.
De entre lo que va a publicarse en nuestro país, en la categoría de autores que dan prestancia al lector, destaca Haruki Murakami con Después del terremoto (Tusquets), Don Delillo con Americana (Seix Barral), Manuel Vicent con El azar de la mujer rubia (Alfaguara) y Amélie Nothomb con Matar al padre (Anagrama).
No pierdan de vista, por supuesto, el panorama español, que este año viene con autores muy de caer en la prueba de acceso a la universidad: El traspiés. Una tarde con Schopenhauer (Anagrama), de Fernando Savater; La ridícula idea de no volver a verte (Seix Barral), de Rosa Montero; Oficio de lector (Seix Barral), de Caballero Bonald; Constructores de monstruos (Alpha Decay), de Javier Tomeo, Fábulas de sentimiento (Alfaguara), de Luis Mateo Díez y Todo lo que era sólido (Seix Barral), de Antonio Muñoz Molina.
No obstante, si ustedes son de apostar a galgo ganador con todas las piezas dentales, anoten ahora mismo: Jóvenes corazones desolados (RBA), de Richard Yates; la edición ultimísima de Queer (Anagrama), de Williams Burroughs; y la nueva traducción de Los miserables (Castalia), de Víctor Hugo. Añadan una posdata inclasificable: Patricio Pron con La vida interior de las plantas de interior (Mondadori) y Lolita Bosch con Campos de amapola antes de esto (El Aleph).
Todo parece presagiar que un buen puñado de estos títulos engrosará la lista de los libros más vendidos, reseñados y recomendados de 2013. O no. Porque es lo que tiene la literatura: que a ella todo esto le aburre soberanamente.