Según informa la editorial Alfaguara, el escritor Santiago Roncagliolo (Lima, 1975) publicará a partir del próximo viernes 18 de enero una nueva novela, Óscar y las mujeres. La noticia, enunciada así, corre el peligro de pasar inadvertida en la vorágine editorial del mercado español: otra novedad.
Pero la novedad esta vez trae novedades. Lo destacado en este caso es que Óscar y las mujeres se publicará por entregas y en formato digital. Todos los miércoles y viernes a partir del día 18 de enero, Roncagliolo irá colgando nuevos capítulos de su novela, que podrán descargarse por 0,99 euros cada uno en la página de la editorial. Si alguien quiere esperar y bajarse la novela entera, podrá hacerlo por 9,99 euros a partir del 20 de febrero, cuando la obra esté ya culminada y colgada en internet.
Óscar y las mujeres trata de las telenovelas. Así que tiene sentido esta innovación: la edición digital por entregas permitirá leerla como si fueran los capítulos de un folletín o de una serie de televisión.
Autores y editores siguen rompiéndose la cabeza en busca de la fórmula que satisfaga los nuevos hábitos lectores. La gente no ha dejado de leer, eso es obvio. De hecho, entre correos electrónicos, mensajes de Whatsapp, páginas de internet, estados de Facebook y tweets, hoy se lee más que nunca. El problema es que se está dejando de leer lo que siempre se leyó y de la manera que siempre se hizo. El sueño de autores y editores es dar con la tecla que conecte nuevos escritores con nuevos lectores.
En este sentido, bienvenido sea este y cualquier otro experimento. En un mundo desconocido para todos, sólo se avanza así, dando palos de ciego. Lo que nos cuesta más trabajo comprender es el mantenimiento en este mundo nuevo de una política de precios vieja. En el universo de la edición digital, donde no hay papel, ni tinta, ni impresión, ni almacenamiento, ni transporte, un libro electrónico no puede costar 10 euros. Aquí alguien está cobrando por algo que no ha hecho. Las víctimas de la revolución digital no pueden ser solamente los libreros.