No sé si siempre ha querido ir a Cuba y nunca ha sabido fundamentar adecuadamente el viaje. Esas latitudes caribeñas siempre han estado bajo la sospecha de un ocio caudaloso, del ron dulzón y añejo y de una cultura sabrosona. Y claro, suele existir esa persona que suelta aquello de ¿qué buscarás tú allí? Pues bien, ya tenemos respuesta: la vigésimo segunda Feria Internacional del Libro de Cuba.
Esta nueva edición, que se inaugura el 14 de febrero, volverá a tener como sede principal la fortaleza colonial de San Carlos de La Cabaña de La Habana. Y allí podremos encontrar más de ciento cincuenta expositores, treinta y siete países representados, las idas y venidas de cuatrocientos escritores, además de coloquios, conferencias, recitales, espectáculos y firmas de libros. Vamos, lo que viene siendo una Feria Internacional del Libro.
Si finalmente se atreve a decir en casa que se va a Cuba, arguméntelo con esta lista de invitados: Juan Madrid, Jordi Sierra i Fabra, Hans Christoph Buch, Paco Ignacio Taibo II y Wolsan Kim Ki Dong. Y si no es suficiente, dé paso a la artillería pesada. Leonardo Padura recibirá el Premio Nacional de literatura 2012, el uruguayo Daniel Chavarría será uno de los homenajeados, se celebrará el III Encuentro de Jóvenes Escritores de América Latina y del Caribe y, como no podía ser de otra forma, se reflexionará hondamente sobre el mercado editorial, los cambios que impone el progreso tecnológico y el impacto de los libros digitales en el complicado mundo de la edición.
Si aún así, amiga o amigo, no consigue el visado doméstico, siempre puede decir que la razón de tan anhelado viaje no es Cuba ni el ritmo repegadito de su cultura. Defiéndase como gato panza arriba argumentando que va por Angola, que es el país invitado y acudirá a la isla con una delegación de 123 artistas, entre escritores, músicos, bailarines, pintores y escultores. Porque no volverá a tener otra oportunidad hasta el año que viene. Y usted lo que quiere es ir este año. No el año que viene. Que está cansado de posponer las cosas. Dígalo alto y claro. Rebélese.