Si no es el IVA, es el Ayuntamiento. La mítica sala de conciertos Caracol, de Madrid, cierra sus puertas temporalmente.
El pasado 5 de marzo, la propia sala anunció la noticia a través de un comunicado en las redes sociales, aunque no señaló las razones que llevaron al cierre, por lo que como viene pasando en los últimos tiempos, todos pensamos en lo mismo: el escaso público o la poca rentabilidad tras la subida del IVA acababa cerrando otro emblema cultural madrileño.
Pero no, la Policía ha precintado el local (que es una cosa muy llamativa y un poco imponente, ya lo saben) y fuentes municipales han sido más prolijas en sus informaciones a la Agencia EFE: la Sala Caracol estaba incumpliendo una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid al carecer de una licencia para uso recreativo, es decir, la que le corresponde tener a una sala en la que se hace música en directo.
Los responsables del local han recibido el cierre como una decisión “trágica, injusta, inoportuna e inesperada” y están tratando de capear el temporal manteniendo los conciertos programados trasladándolos a otras salas. En este caso todavía hay esperanza.