Nadie puede culparle si el Festival de Cannes le ha producido empacho mediático. La 66ª edición vino precedida por la desmedida expectación del Gatsby de Luhrmann y ha llegado al paroxismo informativo durante dos semanas. Pero hay algo que nos permite resarcirnos: el Festival de Cans.
La ya famosa localidad gallega dio el pistoletazo de salida a su peculiar festival el pasado miércoles, y con esta son ya diez ediciones. Como en las anteriores, el agroglamour caracteriza la cita, y el certamen de cortos convierte a la parroquia porriñesa en el corazón del audiovisual gallego. Con el tiempo ha conseguido convertirse en un punto de referencia a nivel nacional por su capacidad para desarrollar una identidad propia.
Este año serán 21 los cortos en competición (catorce de ficción y siete de animación), y fuera de concurso habrá muchas proyecciones, algunas de ellas relacionadas con la historia del festival, como Ciudadano Cans o 10 anos do Festival de Cans. La presencia musical también tendrá gran peso. Entre otros, participarán El Gran Wyoming y Los Insolventes, Tony Lomba y Elio dos Santos, Víctor Coyote, Silvia Superstar, Jorge Ilegal, Charly de Los Suaves.
Todo esto en el marco rural de la Galicia más auténtica. ¿Quién puede resistirse a este cóctel de cine y genio irónico?