El cuadragésimo quinto Premio de Honor de las Letras Catalanas, dotado con 15.000 euros, ha ido a parar al dramaturgo Josep Maria Benet i Jornet, y este no ha dudado en dedicarle el galardón al teatro catalán, que, como él mismo ha indicado, “está en el mejor momento de la historia, por los actores, por los textos y por las direcciones escénicas”.
Según ha declarado a Europa Press momentos después de que Muriel Casals, presidenta de la asociación Òmnium Cultural, le comunicara el fallo del jurado, el teatro catalán “ha tenido que luchar mucho por sobrevivir, e incluso sobrevivir a la misma Cataluña por cierto menosprecio en algunas ocasiones”, pero eso a el no le ha impedido seguir escribiendo y defender la certeza de que seguirá haciéndolo hasta el último día.
Este dramaturgo, que terminó alcanzando enorme popularidad por las series Poble nou, Rosa, Nissaga de poder, Laberint d'ombres, Nissaga, l'herencia y Vendelplà, ha sido destacado con este reconocimiento, según palabras del periodista y miembro del jurado Joaquim Maria Puyal, por “su calidad, extensión, variedad y coherencia”, cualidades que le han permitido convertirse en uno de los autores más representativos del panorama teatral contemporáneo.
Los miembros del jurado que le han otorgado el premio son Margarida Artizeta, Margarida Casacuberta, Lluís Duran, Pilar García, Ramon Pla, Damià Pons, Joaquim Maria Puyal, Carles Solà y Josep Maria Terricabras, y la entrega tendrá lugar el 11 de junio en el Palau de la Música en un homenaje merecidísimo, aunque él siga asegurando que “no he sabido nunca, y moriré sin saberlo, si lo que he hecho está bien o mal; pero a buen seguro, es de una calidad menor de la que habría querido”.