A la alegría por la decisión de otorgar el Premio Cervantes a Caballero Bonald, se une la que nos ha producido que el Premio Nacional de Moda 2012 haya recaído en un zapatero como Manolo Blahnik (Santa Cruz de la Palma, 1942), que estudió arquitectura y literatura en Ginebra, pero que acabó diseñando zapatos.
El jurado ha premiado “la trayectoria de uno de los creadores españoles más universales”, y ha destacado que Blahnik “nunca ha estado sujeto a las tendencias pero siempre las ha transcendido, fiel a sí mismo, hasta el punto de convertir su nombre en un sustantivo que forma parte del lenguaje de la moda: ”manolos“. Asimismo ha valorado la ”exquisitez artesana de su obra“.
No hace mucho tiempo, cuando se hablaba de cultura, se hablaba de Aristóteles, de Platón, de Homero, de Dante, de Shakespeare o de Cervantes. O de Caballero Bonald. De un tiempo a esta parte, la cultura incluye, además de bailes regionales y costumbres típicas, lo que antes se llamaba Artes y Oficios.