El DiarioArchiletras
AlmudenaGrandes,con acentoRecordamos a la escritora madrileña, fallecida en noviembre de 2021, leyendo con acentos del español de ambos lados del Atlántico el inicio de su novela La madre de Frankenstein

Os invitamos a escuchar un doble homenaje. A la escritora Almudena Grandes, a la que tanto echamos de menos. Y también al español, la lengua común de millones de personas que están unidas por un idioma que es plural precisamente porque también es universal. Nos entendemos, aunque hablemos distinto. Y parte de la riqueza de esta lengua está en sus acentos, en las distintas maneras de pronunciar cada palabra.

Este año, para este doble homenaje, hemos convocado a una veintena de escritores, que representan buena parte de los países del español –aquí puedes ver quiénes son–. Y les hemos pedido que leyeran un mismo texto de Almudena Grandes: el inicio de ‘La madre de Frankenstein’. Para que así podamos comparar, a través de sus voces, los distintos acentos.

Es un especial que pensamos repetir. Cada año, en el día del libro, elegiremos a un autor al que rendiremos homenaje de esta forma: leyendo su obra. Porque como escribe en este artículo Elena Cabrera, jefa de Cultura de elDiario.es, “solo hay una cosa que devuelve a la vida a una escritora: realizar el sencillo acto de leerla”.

Una propuesta muy especial para el Día del Libro Hazte socia/o de elDiario.es y llévate los cinco libros de 'Episodios de una guerra interminable' de Almudena Grandes
¡Lo quiero!

Este trabajo, que esperamos os guste, es un proyecto conjunto de elDiario.es con la revista Archiletras. Su director, Arsenio Escolar, explica en este otro artículo los matices fonéticos de las variedades dialectales del español. Según los académicos, son solo ocho grandes dialectos. En nuestro especial hemos recogido muchas más voces, aunque sabemos que esa riqueza de acentos es aún mayor.

Con este reproductor, puedes escoger el autor, el acento, al que quieres escuchar mientras lees. Para que puedas comparar esa doble belleza: la de la palabra y la voz.

Ignacio Escolar
Director de elDiario.es
‘La madre de Frankenstein’, Almudena Grandes
Tusquets Editores, Barcelona, 2020.
C
uando el
taxi
se
detuvo
ante el
portal
de
Gaztambide
21,
sentí
que me
faltaba
el aire.
El resto
de los
síntomas
se
manifestó
muy
deprisa
antes
de que
tuviera
tiempo
para
autodiagnosticarme
una
dolencia
que
habría
reconocido
a
tiempo
en
cualquier
otro
paciente.
—¿Le pasa
algo,
señor?
—el
taxista
se
volvió a
mirarme
con el
ceño
fruncido—.
Se ha
puesto
usted
muy
blanco.
¿Quiere
que le
lleve a
la Casa
de
Socorro?
—No,
gracias
—me
esforcé
por
ralentizar
el
ritmo
de mi
respiración
aunque
sabía
que la
opresión
en el
pecho
aumentaría—.
¿Cuánto
le
debo?
—así
aprendí
que al
controlar
la
hiperventilación
también
se
disparaba
la
frecuencia
de las
palpitaciones
cardíacas.
Nunca
antes
había
tenido
un
episodio
de
ansiedad.
Miedo
sí,
mucho
miedo
y
muchas
veces,
durante
los
bombardeos,
en el
coche
que me
llevó a
Alicante,
en el
muelle
del
que
nunca
acababa
de
zarpar
mi
barco
, en la
celda
de una
comisaría
de
Orán,
en el
puerto
de
Marsella
y
después,
en
un
interminable
viaje
en
coche
entre
Francia
y
Suiza.
Había
tenido
miedos
grandes
y
pequeños,
de mí
mismo
y de
otras
personas
, miedo a
morir,
a que me
mataran,
a
perder
el
control
, mucho
miedo,
pero
nunca
ansiedad.
Hasta
el
21
de
diciembre
de
1953.
Hasta
que
aquel
taxista
al que
le
dejé
una
propina
desorbitada
para
poder
salir
a toda
prisa
de su
coche,
se
paró
delante
de la
casa
donde
había
vivido
yo,
donde
seguía
viviendo
mi
madre,
donde
ya
no
vivía
mi
padre.