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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La felicidad de poder volver a tu país

Amaia Celorrio

En Batalimo había cerca de 20.000 refugiados congoleños que habían huido del conflicto inter-étnico en su país. La operación de retorno a su país había sido pospuesta varias veces por razones de seguridad y logísticas pero el 10 de abril el primer convoy cruzó el río Oubangui. El último convoy llegó el 10 de mayo.

ACNUR ha organizado el transporte de los refugiados desde Batalimo hasta el pueblo de Zinga, junto al río, donde fletaron barcos para cruzar hasta Batanga o Libenge en la provincia de Equateur. En Batanga, los retornados fueron registrados y se les dio documentación así como ayuda económica para ayudar a que se reintegren. Y de allí fueron transportados a sus aldeas, donde se les seguirá haciendo seguimiento. La fotógrafa Leonora Baumann ha realizado con un grupo el viaje de vuelta de estos refugiados a República Democrática del Congo.

Fotos: ACNUR/L.Baumann

Trabajadores de ACNUR ayudan a una pequeña refugiada congoleña a montarse en el barco que la llevará junto a su familia a la provincia de Equateur.

Los retornados llevan chalecos salvavidas mientras cruzan el río a bordo del Baleiniere, utilizado por ACNUR como transporte para los refugiados congoleños desde el campo de Batatalimo.

Los retornados hacen cola en el barco mientras comienza el proceso de registro en el centro de tránsito de Batanga.

Esta mujer se muestra feliz al pisar por primera vez en cinco años tierra congoleña.

Algunos de los niños de esta foto nacieron en República Centroafricana y van a la República Democrática del Congo por primera vez.

Los retornados esperan con sus documentos en el centro de tránsito de Batanga donde les darán una ayuda económica para volver a comenzar sus vidas.

Una mujer da el pecho a su bebé a su llegada al centro de tránsito de Batanga.

Un medico examina a una joven en una clínica en el centro de tránsito de Batanga. Todos los congoleños retornados disfrutarán de asistencia sanitaria gratuita los próximos seis meses.

Estos niños se refugian del sol mientras esperan en el centro de tránsito de Batanga.

Tras completar el proceso de registro, las familias se montan en un camión de ACNUR que les llevará de Batanga a Libenge.

En el último tramo por carretera de Batanga a Libenge los refugiados parecen felices.

Los vecinos de Libenge saludan y se alegran cuando el convoy con los últimos refugiados retornados llega procedente de República Centroafricana.

En Batalimo había cerca de 20.000 refugiados congoleños que habían huido del conflicto inter-étnico en su país. La operación de retorno a su país había sido pospuesta varias veces por razones de seguridad y logísticas pero el 10 de abril el primer convoy cruzó el río Oubangui. El último convoy llegó el 10 de mayo.

ACNUR ha organizado el transporte de los refugiados desde Batalimo hasta el pueblo de Zinga, junto al río, donde fletaron barcos para cruzar hasta Batanga o Libenge en la provincia de Equateur. En Batanga, los retornados fueron registrados y se les dio documentación así como ayuda económica para ayudar a que se reintegren. Y de allí fueron transportados a sus aldeas, donde se les seguirá haciendo seguimiento. La fotógrafa Leonora Baumann ha realizado con un grupo el viaje de vuelta de estos refugiados a República Democrática del Congo.