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Eduardo Lourenço, una vida dedicada a pensar Portugal

Lisboa —

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Lisboa, 1 dic (EFE).- El ensayista y filósofo Eduardo Lourenço, fallecido hoy a los 97 años, deja atrás una vida dedicada a pensar Portugal y a analizar el imaginario y el modo de ser de los portugueses, que le convirtió en uno de los mayores pensadores del país.

“Escribió siempre sobre Portugal, sobre lo que es Portugal, sobre la historia de Portugal, qué es ser portugués, cuál es nuestra identidad, lo que significamos hoy y en el futuro”, resumió hoy el presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, en sus palabras de despedida al filósofo.

Precisamente fue su célebre obra “El laberinto de la saudade”, un “psicoanálisis mítico del destino portugués”, como reza el subtítulo del libro, la que más lo catapultó como autor.

Pero es apenas uno de las más de cuatro decenas de títulos que componen su vasta bibliografía.

Nacido en 1923 en São Pedro de Rio Seco, una aldea del interior portugués pegada a la frontera con España, se licenció en Ciencias Histórico-Filosóficas por la Universidad de Coimbra en 1946 y tres años después publicó su primer libro, “Heterodoxia”, al que seguirían otras obras célebres como “Pessoa Revisitado” (1973) o “El fascismo nunca existió” (1976).

Ejerció en las universidades de Hamburgo, Heidelberg, Montpellier, Grenoble, Niza y Baía, hasta que se estableció en la ciudad francesa de Vence en 1965. Entre 1989 y 1991 fue consejero cultural de la embajada de Portugal en Roma.

Lourenço pasó su vida a caballo entre Portugal y Francia, pero nunca se olvidó de su país natal, al que revisitaba constantemente en su obra, al igual que el tema de Europa.

Su labor fue distinguida con numerosos galardones, incluidos los más importantes de las letras lusas: el Camões, que recibió en 1996, y el Pessoa, en 2011. También el Vergílio Ferreira (2001) y el Vasco Graça Moura (2016), entre otros, además de una nominación al Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales de 2011.

“Pensador de espíritu libre y mirada profunda, abierto y siempre diferente sobre las cuestiones, el profesor Eduardo Lourenço dio, a lo largo de los años, una importante contribución en la forma de pensar el destino portugués”, señaló hoy la presidenta de la Fundación Calouste Gulbenkian, Isabel Mota.

Lourenço fue administrador de esta fundación entre 2002 y 2012, pero no fue la única institución cultural portuguesa a la que estuvo ligado.

En 2000, a iniciativa suya, quizá por haber nacido pegado a la frontera salmantina, se creó el Centro de Estudios Ibéricos de Guarda, que integra entidades académicas de Portugal y España y desde 2004 entrega un premio con su nombre.

Desde 2016 formaba parte del Consejo de Estado de Portugal por invitación del presidente Rebelo de Sousa, que hoy le agradeció “casi un siglo de servicio a la patria”.

Lourenço recibió diversos reconocimientos como La legión de honor francesa, Caballero de la orden de las Artes y las Letras de Francia en 2000, la Orden al Mérito Civil española en 2009, así como numerosas distinciones en su Portugal natal.

Era doctor Honoris Causa por la Universidad Nova de Lisboa, la Universidad Federal de Río de Janeiro, la Universidad de Coimbra y la Universidad de Bolonia.

Portugal va a decretar el miércoles una jornada de luto nacional por Lourenço, desveló el primer ministro, António Costa, que consideró que “El laberinto de la saudade” es “seguramente uno de los más notables ensayos de la ensayística portuguesa”.

El ensayista será despedido con una misa de cuerpo presente en el Monasterio de los Jerónimos de Lisboa.