Madrid, 10 may (EFE).- El consejero madrileño en funciones de Justicia, Interior y Víctimas, Enrique López, ha descartado adoptar medidas como el toque de queda que impliquen “encerrar a siete millones” de personas que viven en la región por culpa de “unos centenares de jóvenes” que han celebrado fiestas sin medidas de seguridad este fin de semana.
En declaraciones en Onda Madrid y en Telecinco, López ha pedido a la Delegación del Gobierno en Madrid que agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil ayuden a controlar aglomeraciones y botellones como los que se han producido las dos últimas noches tras el fin del estado de alarma.
Unas imágenes que el consejero en funciones ha “deplorado”, pero también ha subrayado que no se puede encerrar a siete millones de madrileños por culpa de “unos centenares de jóvenes”.
Este mismo lunes, la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, ha pedido al Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso que tome medidas “valientes”, como el toque de queda, para evitar fiestas y concentraciones masivas, y ha recordado, en declaraciones a la Ser, que cuando se lleva “meses y meses sembrando en la ciudadanía una falsa libertad, lo que te encuentras es un libertinaje”.
Por su lado, López ha vuelto a criticar la “dejadez política” y la “pereza” del Ejecutivo de Pedro Sánchez, ya que no ha aprobado en todo un año una ley para que las comunidades autónomas puedan adoptar medidas restrictivas durante la pandemia en el caso de situaciones de alta incidencia de casos, una vez que ha decaído el estado de alarma.
“Tienen tiempo para legislar con quién se quedan las mascotas en el caso de divorcio y no para regular algo tan importante como para dar cobertura a las autonomías para limitar los derechos fundamentales”, ha señalado.
Porque no se trata de que las medidas que planteen las autonomías las tengan que avalar los jueces, ha asegurado; “no se le puede obligar al Tribunal Supremo a que dote de calidad a una ley que no tiene calidad”, ha añadido, porque “para eso está el legislador”, no los jueces, y es “un chiste” que se cargue esta responsabilidad a los magistrados.