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Los menores con autismo tienen tres veces más riesgo de problemas emocionales

Barcelona —

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Barcelona, 30 mar (EFE).- Los menores con trastornos del espectro autista (TEA) tienen hasta tres veces más riesgo de sufrir problemas emocionales, sobre todo depresión y ansiedad, según un estudio hecho por el grupo de investigación Nutrición y Salud Mental de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona.

El estudio, elaborado con datos de cerca de 800 escolares de la provincia de Tarragona y dado a conocer con motivo de la celebración el próximo domingo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, también apunta la necesidad de profundizar más en la evaluación del diagnóstico, puesto que si además sufren TDAH, una comorbilidad que a menudo no se detecta, la vulnerabilidad aumenta hasta cuatro o cinco veces.

“La posibilidad de desarrollar síntomas de ansiedad y depresión aumenta hasta tres veces en los niños que presentan una de las dos condiciones, pero si tienen el doble diagnóstico, TEA y TDAH, presentan una vulnerabilidad sensiblemente más grande”, ha resumido Paula Morales, investigadora del estudio junto con Núria Voltas, Carmen Hernández y Josefa Canals.

Según Morales, “el problema es que muchas veces, cuando se hace un diagnóstico de TEA, no se evalúan específicamente las dificultades en la regulación de la atención y de la conducta, más característicos del TDAH, porque se superpone la sintomatología de los dos trastornos o porque sólo se considera el diagnóstico principal como un cajón de sastre en que cabe todo”.

En este sentido, el estudio señala que es clave afinar más en el diagnóstico y precisar si, por ejemplo, los pacientes también tienen TDAH.

“Si no se detecta, no se puede tratar adecuadamente. Hay que ser más rigurosos, puesto que, si ajustamos la intervención y el acompañamiento, esta persona tendrá un mejor pronóstico y una mejor evolución”, ha subrayado Morales.

Según el estudio, el 32 % de los menores en edad escolar con TEA tienen problemas emocionales clínicamente significativos, sobre todo ansiedad y depresión, un porcentaje que es del 38 % en los que tienen TDAH y que sube hasta el 57 % en los que tienen el doble diagnóstico.

“Muchas veces estos niños se excluyen de los estudios que valoran la eficacia de programas de intervención en problemas emocionales dirigidos a la población infantil y juvenil. Pocos estudios se centran en la manera de ayudarlos, con estrategias basadas en la evidencia, a pesar de que son más vulnerables”, ha comentado Morales.

“El autismo -según la investigadora- es una condición y una forma diferente a ser. A las personas con TEA les genera un fuerte malestar el hecho de sentir que no son entendidas ni incluidas en la sociedad, cosa que puede ir acompañada de la presencia de problemas psicopatológicos concurrentes como ansiedad o depresión, derivados de un estrés sostenido”.

El estudio forma parte del proyecto EPINED (Estudio Epidemiológico del Trastornos del Neurodesarrollo), liderado por la catedrática de la URV Josefa Canals, y, según las investigadoras, es uno de los trabajos epidemiológicos más exhaustivos de España porque se focaliza en población comunitaria, y ha permitido determinar la prevalencia de estas condiciones identificando tanto los niños con diagnóstico previo como los que todavía no habían sido diagnosticados.