Washington, 3 mar (EFE).- El Tribunal Supremo de EE.UU. falló este jueves en contra del preso de Guantánamo Abu Zubaydah y determinó que el Gobierno puede mantener en secreto información sobre las torturas que sufrió en una prisión clandestina de la CIA en Polonia hace dos décadas.
La máxima corte determinó que el Gobierno, en nombre de la seguridad nacional de Estados Unidos, puede mantener en secreto detalles del polémico programa de torturas que la CIA creó para interrogar a sospechosos de terrorismo tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Los abogados de Zubaydah habían pedido a la máxima instancia judicial que obligara a testificar en Polonia a los psicólogos Bruce Jessen y James Mitchell, que torturaron al preso y que fueron quienes diseñaron las llamadas “técnicas de interrogatorio mejoradas”, como se conoce el programa de la CIA.
Por petición de Zubaydah, existe en Polonia desde 2010 un proceso judicial abierto por el polémico programa en el que se cuestiona si las autoridades polacas ayudaron a la CIA con las torturas.
Este jueves, sin embargo, seis de los nueve jueces del Tribunal Supremo de EE.UU. rechazaron la petición de Zubaydah.
El juez progresista Stephen Breyer, que se encargó de redactar el fallo, determinó que la petición de Zubaydah forzaría a los psicólogos a confirmar la localización de una de las prisiones clandestinas que la CIA abrió en el extranjero para esquivar las garantías del sistema judicial estadounidense.
Paradójicamente, la localización de esa cárcel, ubicada en Stare Kiejkuty (Polonia) es de sobra conocida por el público estadounidense porque ha sido retratada en informes del Congreso y de varias ONG, como Amnistía Internacional (AI), y ha aparecido en los medios de comunicación.
Sin embargo, a juicio de los jueces, confirmar la ubicación de la prisión “perjudicaría significativamente los intereses de seguridad” de Estados Unidos.
La localización de esa prisión clandestina también está recogida en un informe del comité de inteligencia del Senado de EE.UU., que fue parcialmente desclasificado en 2014 y que supone la mejor fuente de información de los abusos de la CIA hasta la fecha.
De hecho, hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha determinado que Polonia fue “cómplice” de las torturas y cooperó con la CIA, por lo que ordenó al Gobierno polaco pagar una indemnización de 100.000 dólares a Zubaydah.
Zubaydah, palestino y nacido en Arabia Saudí con el nombre de Al-Abidin Huséin, fue la primera persona torturada por la CIA en el marco de este programa.
Fue capturado en 2002 en Pakistán con la sospecha de que era uno de los “cerebros” de los atentados del 11 de septiembre y de ser “el número tres o cuatro” del fallecido líder de Al Qaeda Osama bin Laden, algo que han puesto en duda posteriormente exmiembros de la CIA y el FBI, que han rebajado la importancia de su papel.
Tras su detención, Zubaydah fue encerrado en prisiones clandestinas de la CIA en Tailandia y Polonia, donde permaneció entre 2002 y 2003, tal y como se detalla en el resumen de la investigación del Senado.
De acuerdo a ese reporte, Zubaydah sufrió 83 ahogamientos simulados conocidos como “waterboarding”, pasó once días encerrado en un estrecho ataúd en el que se le hizo creer que había sido enterrado vivo, sufrió privación de sueño, fue golpeado contra la pared y se le mantuvo en posiciones de sumisión.
El Gobierno de George W. Bush (2001-2009) lo trasladó a la cárcel de la base militar de Guantánamo (Cuba) en septiembre de 2006 y aún no se han formulado cargos en su contra.
Además, diferentes Administraciones han bloqueado sus peticiones para salir provisionalmente en liberad.