Madrid, 27 may (EFE).- La pandemia y la evidencia de la transmisión de la covid por aerosoles ha hecho que una amplia mayoría de ciudadanos esté a favor de ampliar los espacios sin humo, de forma que casi tres cuartas partes prohibiría fumar en terrazas y seis de cada diez lo vetaría en la calle.
Así se desprende de la encuesta anual sobre tabaquismo que cada año realiza la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) con motivo de la Semana Sin Humo y que ha sido presentada esta mañana por el coordinador nacional de la iniciativa, Emilio Salguero, y una de las organizadoras, Ana María Furió.
“No vamos en contra de los fumadores, vamos en contra del tabaco”, ha dicho el doctor Salguero antes de presentar los principales resultados del estudio, que arrojan que la mayor parte de los 5.426 encuestados está a favor de ampliar los espacios públicos sin humo: el 61,6 % apoya incluso que se prohíba fumar en la calle.
Aunque las cifras difieren según su relación con el tabaco, ya que solo el 9,9 % de los fumadores estaría de acuerdo frente al 48 % de los no fumadores y el 34,9 % de los exfumadores.
En las playas lo vetarían las tres cuartas partes de los no fumadores y el 57,9 % de los que han dejado este hábito, pero solo lo haría el 25,9 % de los fumadores; en los parques, los porcentajes se elevan al 76,2 %, 62,3 % y 28,7 %, respectivamente.
Mientras, secunda la prohibición de fumar en terrazas un 83,4 % de los no fumadores y del 76,2 % de los ex fumadores, si bien aquí se incrementa al 40 % el número de fumadores que estaría a favor de esta medida.
En general, el 83,6 % dice sentirse expuestos al humo ambiental de algún modo o en cualquier lugar (89 % en el caso de los no fumadores; 80,1 % los exfumadores y 75,5 % los fumadores).
Pero son las terrazas los sitios en los que mayor sensación de exposición al humo existe entre los encuestados, incluso entre los fumadores: algo más de la mitad, el 52 %, tiene esta percepción, que es mucho más alta entre los que no fuman (83,1%) y en los que lo han dejado (71,5 %); tras ellas, los más mencionados han sido bares y restaurantes, el hogar, el coche y el trabajo.
Menos diferencias hay cuando se trata del interior de los coches, donde el 47,7 % de los fumadores ve bien que se prohíba, un 69,8% en el caso de los exfumadores y un 74,8 % en el de los no fumadores.
Si hay niños, las cifras son mayores e incluso se invierte el orden: lo apoyaría el 74,7 % de las personas que siguen fumando, frente al 70,1 % de las que lo dejaron y el 70 % de las que no tienen este hábito.
Las discrepancias vuelven cuando se trata de medidas para atajar el tabaquismo: el 58,4 % de los fumadores recomendaría hacer más campañas de sensibilización e incrementar la financiación de tratamientos (45,6 %), según ha explicado Furió.
Pero no fumadores y exfumadores abogan por reducir los espacios donde se permita fumar, con porcentajes del 81,3 % y del 72,5 %, respectivamente. Ambos grupos también apuestan por las campañas (70,8 % y 73,8 %); el aumento del precio del tabaco (64,6 % y 53,2 %), y la eliminación de la publicidad encubierta (62,2 % y 58 %).
El presidente de Semfyc, Salvador Tranche, ha destacado las analogías que existen entre la covid y el tabaquismo: las dos son pandemias puesto que, aunque la segunda no es transmisible, afecta a la practica totalidad de países del mundo.
Si una se ha cobrado la vida de cerca de 80.000 personas en nuestro país, el tabaco mata a entre 50.000 y 60.000 al año, según algunas estimaciones. “Casi cada médico de familia ha visto fallecer a tres personas por el tabaco”, ha lamentado.
En las dos son imprescindibles medidas de seguridad como la distancia social y la mascarilla, y ambas cuentan con una vacuna que, en el caso del tabaco, es tan “barata y accesible” como simplemente dejar de fumar.