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Consecuencias electorales del 15M en las generales de 2011

Uno de los aspectos más sorprendentes del 15M o movimiento de los indignados ha sido la enorme atención que éste ha prestado a las elecciones. Las protestas ciudadanas pueden centrarse en cuestiones muy diversas, pero no suelen articular mensajes electorales tan claros como el conocido “No les votes” (en referencia a los partidos mayoritarios PSOE, PP y CiU). Tampoco es habitual que se discuta en torno a las consecuencias del sistema electoral (que justamente beneficia a PP y PSOE) o sobre aspectos realmente sofisticados como las implicaciones que el voto nulo, el voto en blanco y la abstención tienen para la aplicación del umbral electoral y la representación de los grandes partidos (recuérdese por ejemplo esta web).

Si estos debates calaron entre la población, el 15M debió tener consecuencias electorales, reduciendo el voto a los grandes partidos. En un reciente post Kerman Calvo argumentaba que el “voto indignado” no encuentra expresión en ninguna opción política. Sin embargo, un análisis detallado del estudio post-electoral del CIS permite concluir que la participación en el 15M perjudicó al PSOE y al PP en beneficio de IU y UPyD respectivamente.

Para estimar las consecuencias electorales del 15M no basta con fijarse en lo que votan los que participan en esas protestas, porque estos ya traen consigo predisposiciones políticas distintas a las de los no participantes. Como podemos observar en la tabla 1, entre los participantes hay más jóvenes y más personas con estudios superiores. Los participantes se consideran mejor informados sobre política, desconfían más de los partidos y especialmente del parlamento, y se sitúan ideológicamente más a la izquierda que los no participantes. Sin embargo, los datos muestran también que los participantes tienen una opinión sobre los políticos muy similar a la de los no participantes, y que, contrariamente a lo que podríamos pensar, entre los participantes hay más personas cercanas a un partido que entre los no participantes.

Tabla 1. Diferencias entre participantes y no participantes en el 15M

No es de extrañar pues que participantes y no participantes tengan opciones de voto muy diferentes, como se ve en la misma tabla. Los no participantes votaron en gran medida al PP, mucho menos al PSOE, y poco a IU y a UPyD. Sin embargo entre los participantes el voto al PP es mucho menor, y el voto a los pequeños partidos (UPyD y especialmente a IU) bastante mayor.

Pero ¿es la participación en el 15M lo que explica estas diferencias en el comportamiento electoral, o son las características y predisposiciones previas de los participantes (con más estudios superiores, más politizados y ubicados más a la izquierda)? Para responder a esta pregunta necesitamos “limpiar” el efecto de participar en el 15M del de otros factores (edad, estudios, ideología, actitudes) que también inciden en el voto y diferencian a participantes de no participantes.

La respuesta es que haber participado en el 15M sí tuvo un efecto propio sobre la decisión de los votantes. No afectó a la probabilidad de abstenerse, pero sí redujo la probabilidad de votar a un partido grande (PP, PSOE, CiU) en más de 15 puntos porcentuales. Podemos afirmar con cierta seguridad que este efecto es consecuencia directa del 15M, porque no es achacable a ninguna predisposición previa que tengan quienes sienten simpatía hacia el 15M o participan en sus actividades (se tienen en cuenta edad, estudios, sexo, ideología, situación ocupacional, tamaño de municipio, tamaño de distrito electoral, y recuerdo de voto en 2008). Los detalles del análisis multivariable pueden consultarse aquí.

¿Qué partidos se beneficiaron de este efecto negativo sobre el voto a los partidos grandes? Claramente, IU y UPyD. La probabilidad de votar al PSOE (respecto a votar al IU) baja algo menos de 15 puntos porcentuales como efecto de haber participado en el 15M. Por su parte, la probabilidad de votar al PP (respecto a votar a UPyD) baja también de manera significativa.

Obviamente no podemos saber cómo habría sido el 20N si no hubiera habido 15M. Pero sí podemos afirmar que participar y simpatizar con el 15M tuvo consecuencias con respecto a decisión de los electores, y que estas consecuencias fueron en la dirección de erosionar a los grandes partidos (PP, PSOE, CiU) y beneficiar a los pequeños.