Los teóricos de la democracia coinciden en una serie de criterios básicos que debe cumplir un sistema político para ser clasificado como democracia: elecciones libres y limpias, igualdad ante la ley, derecho al voto, libertad de expresión, etc. En lo que nunca se han puesto de acuerdo, sin embargo, es en hasta qué punto es un elemento definitorio de la democracia no sólo la igualdad política (“una persona, un voto”) sino también la igualdad socioeconómica. Por el momento son mayoría aquellos que consideran que la igualdad socioeconómica no debe formar parte de la definición de democracia. Una democracia no deja de ser democracia por tener mucha pobreza o mucha desigualdad, siempre que los derechos civiles y políticos así como el proceso democrático (elecciones, participación, control del gobierno,...) sean respetados.
Parece que los ciudadanos europeos no están del todo de acuerdo con esta definición de democracia y que para ellos el componente de justicia social es definitorio de la misma. Con el fin de medir el significado que tiene para los ciudadanos la democracia (esto es, qué elementos son parte fundamental de la misma), la última Encuesta Social Europea pregunta a los encuestados lo siguiente: “Hasta qué punto es importante para la democracia que los gobiernos protejan a los ciudadanos contra la pobreza / desarrollen políticas que reduzcan la desigualdad de ingresos entre los ciudadanos?” La escala de respuesta a cada pregunta va de 0 (nada importante) hasta 10 (extremadamente importante) y las preguntas llevan consigo una explicación previa en la que se advierte al encuestado de que no se trata de pensar en ninguna democracia en concreto sino tan sólo en la democracia en abstracto, como ideal. El gráfico muestra solo el porcentaje de aquellos que han respondido 10. Juzguen ustedes mismos. En un próximo gráfico veremos cómo estos mismos ciudadanos juzgan el nivel de justicia social en sus propias democracias y, por tanto, hasta qué punto hay un desfase entre el ideal y lo realmente existente.