En la segunda sesión del debate sobre el estado de la ciudad se ha visualizado el entendimiento entre el alcalde Javier Maroto, y el portavoz de su socio presupuestario, Gorka Urtaran. El alcalde ya avisaba ayer que haría “esfuerzos ímprobos” por reeditar el acuerdo presupuestario con el PNV y esta mañana recibía de buen grado varias de las propuestas que en materia de empleo y movilidad sostenible planteadas por el portavoz jeltzale. Pese a que intercalaban reproches mutuos, las muestras de avenencia entre ambos dirigentes son evidentes. Javier Marato ha aceptado las propuestas planteadas por Gorka Urtaran para el fomento del empleo y la actividad económica, para ofrecer una atención social de calidad y una cuarta en el área de la movilidad sostenible.
El portavoz jeltzale ha propuesto que desde el Ayuntamiento se invite a concursar y se fomente la contratación de empresas de Vitoria en contratos menores y procedimientos negociados; un programa de inspección técnica de edificios que consiste en la creación de una línea de ayudas para promover la revisión de los inmuebles más antiguos; un repaso y actualización del sistema de funcionamiento de los servicios sociales de base, que según aseguraba el representante peneuvista “se han convertido en una mera ventanilla administrativa, que actúa de forma cuasi asistencialista con directrices políticas totalmente trasnochadas”. Por último Urtaran ofrecía a Maroto un proyecto de implantación en Vitoria-Gasteiz de un servicio de préstamo de bicicleta eléctrica. “El Gobierno vasco y la empresa encargada de la gestión del tranvía, Euskotren- aseguraba Urtaran- están dispuestos a colaborar en ese proyecto”. Maroto recogía la proposición del sistema de bicis y anunciaba que “más pronto o más tarde” se resolverá la financiación.
Otro de los acuerdos entre ambas formaciones salía a relucir durante la intervención de Javier Maroto. El edil ha reconocido que desmantelará “de forma ordenada” la sociedad pública Ensanche XXI porque así lo ha pactado con el PNV.
Sin embargo, la sintonía entre ambas formaciones se atenúa al tratar el desempleo. Urtaran recriminaba al alcalde su falta de liderazgo e ideas en esta materia. “Un alcalde no puede resolver el problema del empleo, pero sí hacer más de lo que usted está haciendo. No puede para la crisis pero sí minimizar sus consecuencias. Apenas han ejecutado un 12% del total de la partida presupuestaria destinada a promoción económica. Cumpla su palabra y ejecute la partida”, le exigía Urtaran.
“Perseguir al más débil”
Precisamente en este tema, el del desempleo, han coincidido las críticas de la oposición. PNV, PSE y Bildu han reprochado a Maroto su la falta de alternativas factibles en materia de creación de empleo. El portavoz socialista le acusaba de descuidar el sector turístico, al comercio minorista, el Casco Histórico y a las empresas locales adjudicando casi el 45% de los contratos de servicios a firmas de fuera de Álava. “Estamos mucho pero que hace dos años. Nos hemos convertido en el lugar de España donde más ha crecido el paro en el último año, casi un 13%”, sentenciaba Lazcoz. Pero los reproches más agrios del portavoz socialista se refieren a los recortes en políticas sociales. “Se han dedicado a perseguir a los más débiles porque intentaban defraudar un plato de comida, convirtiéndolos en sospechosos y gente de mal vivir, rompiendo un código de conducta y ética política respetado durante más de treinta años”, lamentaba.
El representante de EH Bildu, Kike Fernández de Pinedo, reclamaba a Maroto mecanismos de protección social para los más débiles, “un derecho inalienable en cualquier sociedad moderna y democrática que nada tiene que ver con la beneficencia ni con la caridad” para paliar el grave retroceso en bienestar social provocado por las políticas del Gobierno municipal. En relación al empleo el grupo de la izquierda abertzale reprochaba a Maroto su “nula capacidad” para articular nuevas propuestas. “No ve otra vía de generar empleo y actividad económica que no sea la construcción y las infraestructuras, más ladrillos y más cemento”.
Maroto se defendía ante la sucesión de críticas por su gestión en políticas de empleo recordando que todos los grupos del Ayuntamiento pactaron abordar conjuntamente este asunto en la Ponencia sobre Empleo. “Ya existe un foro para tomar decisiones en ese sentido y así lo acordamos. Y ahora vienen aquí y todos, incluso los que se descolgaron de ese espacio de debate, me reprochan que no saque un conejo de la chistera”, zanjaba el alcalde.