La recogida neumática de residuos se retrasará en Aretxabaleta

Los vecinos de Aretxabaleta, que esperan la puesta en marcha del sistema de recogida neumática de residuos ya instalado en sus calles, seguirán utilizando los contenedores para deshacerse de sus desperdicios hasta nueva orden. El funcionamiento de ese mecanismo no resulta sostenible en áreas con una densidad de población reducida y sí compensa allí donde se registra una alta concentración de usuarios y volúmenes altos de residuos.

En aquellas zonas con menos de 2.500 viviendas, como es el caso de Aretxabaleta, no es rentable. El número de pisos en ese área, aún sumados los de las nuevas urbanizaciones de Olarizu- sin residentes todavía- no suman más de 400. En un futuro próximo no se enchufará el sistema a la red eléctrica porque genera muchos costes, sobre todo después de la subida de tarifas eléctricas. Y aunque el barrio es una zona en expansión, la construcción de nuevas viviendas y la llegada de nuevos vecinos que aumenten su población será lenta.

Para no demorar mucho en el tiempo la entrada del funcionamiento del servicio de recogida en Arretxabaleta y evitar más quejas del vecindario, los responsables del Departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento barajan extender los buzones a zonas próximas como Iturritxu. En el último consejo sectorial de Medio Ambiente se trasladó la propuesta a los presentes, que no consideran desacertada la idea. En el mismo foro los representantes municipales insistieron en la necesidad de implicar más al ciudadano para lograr un sistema más efectivo.

Por ello no descartan emprender nuevas campañas de sensibilización, ya que en algunas zonas no se hace un uso correcto de los buzones, las bolsas siguen depositándose fuera de las recipientes. “En las zona de Salburua, donde la recogida de orgánicos se hace a través de los buzones, los vecinos siguen mezclando los residuos y llegan a así a la plante de Jundiz donde deben realizar de nuevo la selección que ha de hacerse en origen, en las casas”, explica Andrés Illana, de Ekologistak Martxan. “En el Casco Viejo también se registran problemas. Se instaló el sistema para evitar la entrada de camiones y los ruidos que provocaban pero siguen entrado cinco veces al día porque se acumula la basura fuera. Las bolsas han de ser de menos de 30 litros porque al usar mayores no caben por los orificios de entrada. Algunos vecinos que se encuentran con este problema las dejan fuera. Son necesarias más campañas de sensibilización para frenar ese tipo de comportamientos”.