Las penurias económicas hacen agudizar el ingenio y la iniciativa ciudadana y muestra de ello son los campamentos infantiles que en poco mas de un mes han organizado varios vecinos de Zabalgana. Ante la escasez de alternativas a las tradicionales colonias educativas ofertadas por los centros escolares y otras entidades públicas y privadas, que suponen un desembolso económico añadido, varios monitores residentes en Zabalgana, organizados en un nuevo grupo de tiempo libre, Txorrosolo, ofrecen a las familias 10 días de colonias infantiles para sus hijos en el mismo barrio. Los usuarios solo han de abonar una módica cantidad de dinero suficiente para cubrir los gastos de los seguros de los chavales y el material necesario para desarrollar las actividades. Entre seis y ocho monitores voluntarios se harán cargo de los grupos sin recibir nada a cambio, de forma desinteresada. “No hemos fijado el número exacto de profesionales hasta que no dispongamos de datos definitivos sobre los peques matriculados”, aclara el responsable Bergoi Madernaz.
La iniciativa ha despertado el interés de momento una docena de padres y madres pero el periodo de matriculación se ha ampliado hasta el próximo domingo, víspera del inicio de los campamentos . “De momento somos pocos pero es que la difusión de la iniciativa no ha sido demasiado amplia. La hemos dado a conocer mediante carteles en las calles principales del barrio y muchos no se han enterado o tenían a sus hijos ya apuntados en otras actividades. Por eso hemos decidido ampliar los plazos para formalizar las solicitudes”, explica Madernaz.
Crear barrio
La mayoría de las actividades programadas están diseñadas para desarrollarse al aire libre, como salidas al bosque cercano, pero en el caso de que la climatología les obligue a cobijarse el propio local de la asociación de vecinos Zabalgana Batuz les servirá de campamento base. También han solicitado una sala en el centro cívico de Ariznabarra para celebrar varios de los talleres previstos.
Las colonias están pensadas par los niños residentes en la zona, con el objetivo de crear barrio, aunque no están cerradas a los niños de zonas cercanas. “Creemos que los chavales deben recuperar las calle, bajar a jugar tranquilamente como lo hacíamos antes con los juegos de siempre y con la cuadrilla de vecinos. Las nuevas tecnologías nos han acercado pero a la vez alejado un poco”, explica Bergoi Madernaz, que pretende que estas actividades fomenten las relaciones entre vecinos y renueven el espíritu de comunidad y las redes locales. Uno de los objetivos paralelos de los encuentros estivales es reforzar durante el verano el uso del euskera entre los chavales que no lo hablan en el ámbito familiar. Así que las colonias de Zabalgana se desarrollarán en ese idioma.