Solamente el 4,01% de los andaluces con derecho a votar el próximo 19 de junio que residen en el extranjero ha solicitado poder ejercer su derecho en las elecciones de Andalucía. El área de Censo Electoral del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este martes las cifras provisionales de solicitudes de voto de los electores residentes en el extranjero: 10.588 peticiones del total de 263.430 personas con derecho a voto. Pese a que también se deberán tener en cuenta las solicitudes que hagan los electores en plazo por correo postal, que pueden llegar después del día 31 de mayo, los datos no son definitivos ya que, como ya informó este periódico, no es lo mismo pedir el voto que votar, y el porcentaje a buen seguro que se reducirá como ha ocurrido en otros comicios.
Cabe recordar que las elecciones andaluzas del 19J serán a priori las últimas que se celebren en España con 'voto rogado'. La Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados ratificó el pasado 25 de mayo la ponencia de la proposición de ley que acaba con ese sistema, implantado en 2011, y aprobó el dictamen de la nueva norma que regirá el voto de los españoles residentes en el extranjero a partir de 2023
En el gráfico se pueden observar los electores en el extranjero, según las provincias de origen, y las solicitudes de voto aceptadas. Como se puede observar, las provincias más occidentales se implican más en los comicios andaluces que las orientales. Sevilla casi duplica a Granada, y Córdoba duplica a Almería, a tenor de los datos hechos públicos por el INE en el apartado 'Elecciones al Parlamento de Andalucía'.
Las listas de tablas, en lo que se refiere a solicitudes de voto, ofrece también las peticiones aceptadas según el país de origen donde reside la persona con municipio de inscripción en Andalucía. En este sentido, y según apunta Juan Antonio Domínguez, técnico estadístico del IESA-CSIC, destaca el porcentaje destacado (7,8%) en rogar el voto desde el Reino Unido, que abandonó oficialmente la Unión Europea hace poco más de un año con la entrada del 2021. Serán, por tanto, las primeras elecciones en Andalucía que se celebran bajo esa nueva situación. “El fenómeno Brexit ha traído que casi un 8% de los residentes ausentes que viven en el Reino Unido hayan solicitado el voto, el doble de la media, y muy por encima de los residentes en la Unión Europea”, apunta.
Es el dato “más sorprendente” de esa tabla ya que “por lógica los que viven en la UE tienen mayores 'facilidades'”. De hecho, así se expresó Helena Mateos, que vive desde septiembre en Bruselas (Bélgica) y que, a priori, no observó especiales dificultades para la tramitación. El estadístico también alude a “la dificultad de acceso al voto rogado en países fuera de Europa, que es abrumador”. “Fuera del territorio europeo, nuestras diáspora tienen mayores dificultades para solicitar el voto. Si en la Unión Europea es residual, fuera es simplemente ridícula, cuando además el peso demográfico es alto, como sucede en los países iberoamericanos”, señala el experto.
En las anteriores elecciones de Andalucía, solamente el 3,8% de los andaluces residentes en el extranjero pidió votar el 2 de diciembre de 2018, fecha de los comicios autonómicos precedentes. Pero no todos ejercieron finalmente su derecho, pese a haberlo pedido en primera instancia: 7.020 votos emitidos de los 9.301 votos rogados. La estadística dice que el sistema de 'voto rogado' ha hundido la participación electoral de los españoles en el extranjero. En Andalucía, por ejemplo, entre 1986 y 2008, el promedio de votantes era del 28,5%. Al rogar el voto a partir de 2011, ese porcentaje bajó dramáticamente a 4,1%, atendiendo al promedio de las tres últimas elecciones. Esta vez, ese porcentaje bajará a buen seguro porque no todos los que piden el voto lo ejercerán finalmente.
Claves de la reforma del voto desde el extranjero
La futura nueva ley, cuya principal novedad reside en que los electores podrán descargarse en una página web la papeleta de la votación y todas las candidaturas, que recibirán en bloque, estará lista antes de que termine el periodo de sesiones de las Cortes y que seguirá su tramitación en el Pleno del Congreso y, posteriormente, pasará al Senado a partir de septiembre, debutando previsiblemente en las próximas elecciones que se convoquen en 2023, aunque “no se conoce el detalle de los plazos”, aseguran fuentes del Congreso.
Las embajadas serán lugares habilitados para depositar el voto en las urnas así como los consulados honorarios, que ampliarán sus horarios en mañana y tarde. Incluso se podrá utilizar la valija diplomática para hacer llegar el voto a tiempo. En cuanto a los plazos previstos, el voto en urna será entre el octavo y el tercer día, ambos inclusive, anteriores al día de la elección, mientras que el escrutinio no será a partir del quinto día, sino del octavo día siguiente a la votación y concluirá no más tarde del décimo día posterior al de las elecciones.
Los consulados garantizarán los medios informáticos necesarios para la descarga del resto de la documentación precisa para votar, el proceso de precintado, recuento y elaboración del acta sea público y las funciones de los representantes de las candidaturas concurrentes en los procesos electorales en el exterior se asimilarán a las funciones de interventores y apoderados en los artículos 76 a 79 de la LOREG.
Por otra parte, ante situaciones excepcionales que se puedan dar en algunos países donde votar sea más complicado, el Gobierno previo informe de la Junta Electoral Central (JEC) podrá modular los criterios de votación o incluso el proceso para garantizar que los residentes españoles puedan ejercer su derecho de sufragio.