Convocatoria cívica suma fuerzas en Andalucía en busca de respuestas al capitalismo
El 3 de julio se presentó en el Ateneo de Madrid Convocatoria Cívica, iniciativa que aspira a tender puentes entre partidos y movimientos sociales progresistas para frenar el “retroceso en el bienestar y la pérdida de derechos que costó decenios conquistar”, como consigna su manifiesto. Ocho figuras de reconocida trayectoria presentaron el proyecto: Almudena Grandes y Luis García Montero (escritores), Baltasar Garzón (magistrado suspendido de la Audiencia Nacional), Federico Mayor Zaragoza (ex director general de la Unesco), Juan Torres (catedrático de Economía), Pilar del Río (presidenta de la Fundación Saramago), Antonio Gutiérrez (ex secretario general de CCOO y ex diputado PSOE) y Pilar González, (ex secretaria general del PA). Cinco andaluces, dos más -Grandes y Mayor Zaragoza- “de adopción” y sólo Antonio Gutiérrez sin vínculo directo con la autonomía. Y es que, aunque ellos dicen no haber reparado en la cuota de andaluces hasta verse en el acto, Convocatoria Cívica es una propuesta concebida en Andalucía.
De ahí que su segundo acto vaya a celebrarse en Sevilla este miércoles. Y vaya a centrarse, además -según ha informado a eldiario.es/andalucia Luis García Montero- en el tema de los desahucios, “incluyendo un llamamiento a los ciudadanos a protestar contra la agresión del Gobierno de Madrid y la Troika al decreto-ley antidesahucios de la Consejería de Fomento de la Junta”. Decreto suspendido de forma cautelar por el Tribunal Constitucional.
Sobre el origen de Convocatoria Cívica, explica García Montero que tras haber coincidido en conferencias y compartido su preocupación, Juan Torres les envió un correo convocándolos a reunirse y tomar una postura política común. Para ello se citaron en la Fundación Garzón el propio jurista, Torres, García Montero, Almudena Grandes, Antonio Gutiérrez, Federico Mayor Zaragoza, Pilar del Río y Rosa María Artal y decidieron hacer público un manifiesto con dos ideas: que hay alternativas a la degradación democrática y empobrecimiento ciudadano así como profesionales serios (economistas, juristas, sociólogos, escritores, periodistas, etc) dispuestos a plantearlas. La segunda, que éstos no quieren fundar otro partido sino promover la convergencia de los tradicionales y los nuevos movimientos sociales para crear un frente que encauce la energía de protesta y la lleve a ganar elecciones, entrar en las instituciones y cambiar el ordenamiento legal.
El manifiesto fue reenviado. La nómina de firmantes figura en la web que sigue recabando apoyos. Dos destacados signatarios se han adherido a la iniciativa tras recibir el texto remitido por García Montero. Son el periodista, escritor y director del Centro Andaluz de las Letras, Juan José Téllez y el ex Defensor del Pueblo Andaluz José Chamizo para quien la alta representación de andaluces se relaciona con el que “haya personas ahí como Torres o García Montero, andaluces, que son los aglutinadores, personas muy respetadas y valoradas en sus ámbitos”.
Téllez considera que Andalucía está formulando “propuestas al puzzle español que no llegan desde Cataluña, País Vasco o Galicia. Ofrecemos un modelo de Estado con derechos en función de población, un federalismo de nuevo cuño que atiende a peculiaridades identitarias culturales, no excluyentes, frente al armazón clásico de defensa del españolismo a ultranza”. “También es innegable -añade Chamizo- que en Andalucía hay creatividad hasta en la política. La mayoría de las iniciativas, no sólo ésta, surgen en Andalucía”.
Así ha sido, en efecto, con el Frente Cívico liderado por Julio Anguita que acaba de celebrar su Asamblea Constituyente Estatal en la que los andaluces tienen una representación del 21,8%, superior a la que correspondería por población. Y también con la Asamblea de Andalucía liderada por Isidoro Moreno o la Asamblea Ciudadana de Sevilla cuyo nacimiento fue impulsado el 21 de febrero por el citado Juan Torres quien acabó por desvincularse en mayo al declarar a eldiario.es : “No voy ya a reuniones. No me gusta el recorrido que lleva. Creo que están montando una iniciativa más, cuando se trataba de unir y presionar a las existentes para asumir la necesidad de candidaturas unitarias”.
Otros participantes en Convocatoria cívica exponen que el “unir y presionar” a los actores ya existentes anima también este proyecto. “En la presentación en Madrid se habló mucho de ser conectores”, “impulsores”, “catalizadores” -declara Pilar González, responsable de Primavera andaluza, “organización socio-política, sin estrés electoral”. “Lo explicó Garzón muy bien -sigue. Se trata de tender puentes desde la izquierda entre partidos y sindicatos -que requieren una honda renovación ante este cambio de ciclo histórico- y los movimientos sociales y ciudadanos, desde obreros a clases medias”.
Dos retos: partidos y movimientos sociales
Estos impulsores de Convocatoria Cívica coinciden en que el manifiesto y la presentación son punto de partida, y el trabajo consistirá en tejer esa red entre partidos y movimientos “muy amplia pues no se trata de crecer, sino de ganar elecciones para cambiar la realidad” -dice Pilar González. En el camino, dos retos fundamentales:
De un lado, convencer a las que ellos llaman “organizaciones políticas tradicionales”, o sea, partidos y sindicatos. Luis García Montero, miembro de Izquierda Abierta -integrado en IU- cree que “la cúpula del PSOE no está interesada en converger porque la política contra la que protesta el manifiesto de Convocatoria Cívica es la asumida por el PSOE hace tiempo. Respecto a Europa, la Troika, la ley hipotecaria y la electoral está más en sintonía con el PP que con el manifiesto”. González y Chamizo también ven más probable contar con IU que con el PSOE. Si bien, todos estiman posible y deseable la adhesión de militancia y simpatizantes socialistas, descontentos con sus dirigentes y lo que Téllez llama “posibles pecados en la autonomía”. De hecho, él es quien abre más la expectativa a la integración socialista. “Hay posiciones polarizadas en PSOE o IU, pero Convocatoria cívica es buena base para reorganizar la izquierda en siglo XXI. Tenemos más en común de lo que nos separa y lo importante es saber en qué estamos de acuerdo”. García Montero plantea la importancia de contar con Equo, Iniciativa (Cataluña), Anova (Galicia), Compromís (Valencia), Izquierda Anticapitalista y Primavera andaluza (Andalucía).
El segundo reto es lograr que los movimientos sociales venzan una triple resistencia: frente a lo estructurado, frente a los partidos, y ante referentes personales como los propios impulsores de Convocatoria Cívica. García Montero, Téllez, González y Chamizo coinciden en defender que sin estructura no es posible llegar a las instituciones y cambiar las leyes “con el riesgo de que la energía de protesta se acabe desinflando” -dice el primero. Para vencer los otros dos recelos, el poeta cree vital “honradez, autocrítica y generosidad de partidos, sindicatos e intelectuales”. Y también que los activistas entiendan “lo reaccionario que es tanto el pensamiento anti-político, como el intento de la derecha de reducir a los intelectuales a tecnócratas, expertos en su ramo, pero sin papel en lo social, sin rol de conciencia crítica”.
A corto o largo plazo
Hay matices acerca de la administración de los tiempos. Juan José Téllez considera que “esto es una maratón, no los cien metros lisos porque la cuestión de fondo es elaborar una respuesta al capitalismo que arrastre a la ciudadanía a actuar en cualquier fisura del sistema para transformarlo”. Pero García Montero señala una convocatoria precisa: “En mi opinión, las europeas del año que viene son fundamentales. Deberíamos ser capaces de dinamizar asambleas cívicas en que se integraran fuerzas políticas de la izquierda para dar respuesta unitaria en esas elecciones”.
En lo que convergen es en la necesidad de tener un plan de acción para evitar que emerja un populista o bloquearse tras la cita electoral. “Que los demócratas se pongan de acuerdo es fundamental -asegura el granadino- porque esta crisis es tan dura que si nos descuidamos, sale cualquier payaso demagógico; hay que articular respuestas desde la profesionalidad y la seriedad”. Tellez, como él, cree vital esa organización y tener un programa para el día después. “Siguiendo la letra de La estaca de Llach, si empujamos fuerte por aquí y allá la dictadura caerá, pero hay que evitar una descoordinación que haga que nos caiga encima o que tras ganar no sepamos qué hacer, como Grillo en Italia”.
Plan de acción
Plan de acciónTras la presentación en Madrid, los impulsores de Convocatoria Cívica apuntan una etapa de coordinación con partidos e iniciativas sociales “no para hablar de listas o nombres sino para buscar puntos de acuerdo básicos”. Son palabras de García Montero quien reconoce haber hablado ya con Julio Anguita, impulsor del Frente Cívico. Si bien, en su opinión, “ahora tienen más responsabilidad las organizaciones más consolidadas. Sería fundamental que IU tuviese una postura muy generosa y sin ánimo de manipular, ni imponer candidatos, ofreciese su estructura estatal al Frente Cívico, Convocatoria Cívica, partidos, plataformas o grupos políticos”. Algo que está por ver a tenor de la declaración del coordinador federal de la coalición, Cayo Lara, al día siguiente de la presentación: “Organizarse no es salir solamente un día a hacer una manifestación, es algo mucho más profundo y más serio”.