Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El Gobierno andaluz niega y reafirma a la vez su pacto con Vox: para Cs “no hay pacto” y en el PP están “cómodos los tres”

El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno (PP), el vicepresidente, Juan Marín (Cs) y el titular de Presidencia, Elías Bendodo, saludan al portavoz de Vox, Alejandro Hernández.

Daniel Cela

El Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos presume cada semana de una “estabilidad política que genera confianza en los mercados” y que, como consecuencia, “dinamiza la economía y genera empleo”. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, cree que la fórmula andaluza es exportable a Madrid y Murcia, dos comunidades donde también suman aritméticamente las tres fuerzas conservadoras (PP, Ciudadanos y Vox), pero donde la formación de Gobierno no cristaliza por las tiranteces que enfrentan al partido de Santiago Abascal con el de Albert Rivera.

En los últimos días, la tensión de la negociación entre estos tres partidos se ha intensificado, y el Ejecutivo andaluz ha tratado de mediar como pacificador: “Nuestro acuerdo es positivo y claramente exportable. Si en Madrid y Murcia se repite este acuerdo que hay aquí, funcionaría bien. Estamos los tres cómodos”, ha subrayado el portavoz de la Junta y consejero de Presidencia, Elías Bendodo, en referencia a los dos socios del Ejecutivo (PP y Cs) y su aliado externo: Vox. El hombre fuerte de Moreno en el Gobierno -cada vez con más predicamento en Génova- ha trasladado un mensaje para los tres actores políticos de la negociación en Madrid y Murcia, pero significativamente dirigido a sus socios de Ciudadanos. “Hay que hablar con todos y escuchar a todos sin cordones sanitarios ni prejuicios”, sostiene.

El problema es que la tensión entre estos tres partidos en Madrid y en Murcia están fracturando el discurso único de la Junta de Andalucía, visibiliza una bicefalia que ambos socios niegan y generan contradicciones, a ratos, surrealistas: esta semana el presidente de la Junta (PP) ha ensalzado el acuerdo presupuestario para 2019 y 2020 firmado el pasado 13 de junio en el Parlamento por PP, Ciudadanos y Vox, mientras que el vicepresidente de la Junta, Juan Marín (Cs), ha asegurado ante los medios que su formación “todavía no tiene firmado ningún acuerdo con Vox”.

La frase de Marín y de otros diputados andaluces de Ciudadanos es una réplica del argumentando que la dirección nacional del partido mantiene a los cuatro vientos para negar su progresivo distanciamiento del centro político y sus vínculos con la extrema derecha. Una máxima que han repetido todos los líderes nacionales de Ciudadanos desde la manifestación de Colón en Madrid -en la que Rivera e Inés Arrimadas coincidieron por primera vez en la foto con Abascal- hasta la marcha del Orgullo LGTBI de este fin de semana, a la que no fueron invitados por los organizadores por negarse a firmar el compromiso de no pactar con formaciones de extrema derecha que cuestionan los derechos del colectivo gay.

“No hemos pactado con Vox, por mucho que la izquierda política y mediática lo repita y sus manipulados corifeos tuiteros lo repliquen”, escribió en su cuenta de Twitter el senador y diputado andaluz, Fran Carrillo, el pasado domingo, tras la polémica por los abucheos y ataques que recibieron durante la marcha del Orgullo. Carrillo recibió la respuesta de decenas de personas que le remitieron el documento del pacto presupuestario andaluz con la firma y el logo de PP, Cs y Vox, y la fotografía del consejero de Economía (Cs), Rogelio Velasco, estrechando la mano del portavoz del grupo ultraconservador en el Parlamento, Alejandro Hernández, y el titular de Hacienda, Juan Bravo (PP).

Los naranjas hacen equilibrios con un mensaje de partido hacia afuera y un discurso institucional para adentro. Mientras líderes nacionales negaban su acuerdo firmado con la extrema derecha, el portavoz de Cs en el Parlamento, Sergio Romero, admitía en una entrevista este fin de semana que “Vox está siendo útil en Andalucía, se puede confirmar con hechos”. Los populares ya lograron convencer a Ciudadanos para que superase “sus complejos” en Andalucía. “Hay que hacerse la foto, no pasa nada”, ironizó Bendodo, en alusión a las reticencias de sus socios a vincularse a Vox. La misma expresión que este martes ha usado la candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso: “Si necesitas los votos de Vox, te tienes que hacer la foto con Vox. Eso es así”.

En Madrid las discrepancias se han mantenido hasta el último minuto (este miércoles está previsto el primer debate de investidura, aún sin candidato). En Murcia, la falta de acuerdo entre PP, Cs y Vox hizo descarrilar la investidura del ex presidente del PP, Fernando López Miras. En Andalucía los tres partidos del arco conservador han avanzado en su alianza desde las elecciones del 2 de diciembre. Primero pactaron el control de la Mesa del Parlamento, órgano rector de la Cámara, de mayoría conservadora [como también han hecho en la Asamblea de Madrid]. Luego se firmaron acuerdos por separado para garantizar la investidura de Moreno Bonilla. El PP firmó un pacto de Gobierno de coalición con Ciudadanos y, en paralelo, un pacto de investidura con Vox, que quedaba fuera del gabinete y rebajaba considerablemente sus exigencias iniciales. En ambos participaron las direcciones nacionales de los tres partidos, conscientes de que aquella alianza proyectaba la hoja de ruta para otros territorios y para el conjunto del país (aún no se habían convocado las generales).

Tras las generales de abril y las municipales y autonómicas de mayo, el partido de Abascal aumentó la presión sobre Ciudadanos en todos los territorios, incluido Andalucía, donde Vox rechazó la equidistancia del partido naranja y le exigió sentarse a negociar con ellos. Amenazó con dejar caer los primeros Presupuestos andaluces -que necesitan el respaldo de los 12 diputados de Vox- y forzó a PP y a Cs a negociar por primera vez en la misma mesa. Ese acuerdo se plasmó en un documento con el logo y la firma de los tres partidos -el primero y único en España- que garantizó la estabilidad del Gobierno de Moreno prácticamente para toda la legislatura. Ese pacto ha propiciado, por ejemplo, que la Junta incluya la mayoría de enmiendas de Vox al Presupuesto de 2019 por un montante de 2,1 millones de euros.

Entre las propuestas incluidas hay algunas de gran contenido ideológico, como el recorte de gasto para integración de inmigrantes (-600.000 euros) y el aumento del presupuesto para reforzar la seguridad en los centros de menores inmigrantes (Mena), ligando la extranjería con la delincuencia. En 2010, la Junta también creará, a petición de Vox, un teléfono de ayuda a las víctimas de la violencia intrafamiliar, un concepto que la extrema derecha usa en sustitución de la violencia de género.

Etiquetas
stats