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Díaz pone en acción a sus consejeros y advierte “los hechos serán la vara de medir”

Susana Díaz, rodeada de su nuevo Gobierno.

Manuel Ramos

Los 13 nuevos consejeros y consejeras del Gobierno andaluz han tomado posesión esta mañana de su cargo con el primer encargo de la presidenta: salir a la calle, ser el reflejo de la sociedad y propiciar el diálogo “en todos los ámbitos”. La presidenta apeló a su gobierno a pasar cuanto antes a la acción porque “los hechos van a ser las varas de medir con las que nos van a juzgar los ciudadanos a partir de este momento”.

Para el nuevo ejecutivo Susana Díaz pidió “coraje y determinación”. Situó como prioritario dar un gran salto en la creación de empleo, reduciendo drásticamente las cifras del paro y generando empleo de calidad. Apostó por reformar el sistema productivo andaluz para hacerlo más innovador, abierto y competitivo.

En el Salón de los Espejos del Palacio de San Telmo, ante 350 invitados, uno por uno los consejeros han ido prometiendo su cargo, salvo José Fiscal, de Medio Ambiente, que optó por el juramento. Lo hicieron ante representantes de los sindicatos y de empresarios, miembros del PSOE, su personal de confianza y familiares y amigos. Como representantes de la oposición acudió Juan Ignacio Moreno Yagüe de Podemos, Julio Jesús Díaz Robledo de Ciudadanos y Antonio Maíllo por IU. Solo una ausencia reseñable. Nadie se vio por allí del PP andaluz. Tampoco asistió el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz.

A Manuel Jiménez Barrios le tocó pasar dos veces, una como vicepresidente y otra como consejero de Presidencia; Antonio Ramírez de Arellano lucía en la solapa la insignia de la Universidad de Sevilla, de la que hasta ayer era rector, y José Sánchez Maldonado titubeó a la hora de nombrar a su nuevo departamento, Empleo, Empresa y Comercio. Fuerte abrazo entre la presidenta y la nueva consejera de Educación, Adelaida de la Calle que deja el rectorado con la Universidad de Málaga, y muestra también de cercanía con la veterana Rosa Aguilar, de regreso a la política autonómica desde la Consejería de Cultura.

Rigor, austeridad y calidad de los servicios públicos son, a juicio de Díaz, las señas de identidad que deben marcar la acción de su gobierno. Por ello abogó por mejorar la calidad de la educación pública, apuntalar la sanidad pública apostando por un servicio de calidad e innovador en materia de biomedicina o mejorar los servicios sociales, como la dependencia y la atención a las situaciones de emergencia social. “Es imprescindible que se demuestre una vez más que es sostenible el sistema público al mismo tiempo que cumplimos con la estabilidad presupuestaria”, ha señalado.

Ya en los corrillos tras la toma de posesión tomaron la palabra los nuevos consejeros. “No hay ni un minuto que perder para dar soluciones a los andaluces”, dijo un ilusionado Manuel Jiménez Barrios. María Jesús Montero, que continúa en Hacienda, dice trabajar ya en “con mucha ilusión y muchas ganas” en elaborar los nuevos presupuestos que “tiendan a la excelencia”.

Rosa Aguilar, ahora en Cultura, dice que trabajará por el desarrollo de una política cultural en la que todos los andaluces “puedan reconocerse y se puedan encontrar”. Y Javier Fernández, en Turismo, señaló que los retos son la generación de empleo de calidad y la modernización en una de las principales industrias de Andalucía. Este viernes mantiene ya una reunión con los agentes económicos.

Aquilino Alonso, en Salud, destaca como fundamental buscar la “complicidad” con los profesionales, asociaciones de pacientes y el resto de sectores que trabajan en salud, y “trabajar por mantener el sistema sanitario en los niveles de cuota de calidad que tiene”. José Fiscal llega a la consejería de Medio Ambiente “con toda la ilusión del mundo” y con el propósito de relanzar la economía verde en la comunidad.

Adelaida de la Calle llega ya marcando distancias con la reforma educativa del ministro Wert. Una de las primera cuestiones a las que hará frente será la aplicación de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad de la Educación (LOMCE) para ver cómo “dentro de legalidad, Andalucía puede tener su propia personalidad”. El nuevo consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, confirmó que una de sus principales preocupaciones es aportar medidas para frenar los desahucios, además de confiar en que la mejora económica permita recuperar inversiones en infraestructuras. La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, María del Carmen Ortiz Rivas, garantizó el diálogo con todos los agentes y defiende la innovación “para ganar cuotas de mercado y de calidad de nuestros productos”.

El nuevo consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, reconoce en este gobierno una “apuesta valiente” para “encontrar una salida sostenible a esta situación económica y para el futuro de Andalucía”. José Sánchez Maldonado, al frente de Empleo, se mostró convencido de que Andalucía conseguirá mitigar las cifras de paro. Este reconoce que se sitúa al frente de una cartera que “da vértigo porque es un problema social que tenemos y que afecta los ciudadanos. Ellos serán el eje central de las políticas”.

“Ampliaremos el desarrollo de la ley de dependencia, que hemos mantenido a pesar de los obstáculos que el Gobierno de España ha puesto, sobre todo a nivel presupuestario”, dijo María José Sánchez Rubio como una de las medidas más importantes a desarrollar desde la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales. Continuidad en Justicia, donde Emilio de Llera ha apuntado la necesidad de conseguir “una reordenación de los recursos humanos implantando progresivamente la oficina judicial y fiscal”.

Tras la foto oficial, llegó el tiempo de los besos y los abrazos, de desear los mejores augurios a los recién llegados y buen porvenir a los que dejan el Ejecutivo: Luciano Alonso, Elena Viboras y María Jesús Serrano.

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