A las 22.00 horas se hizo literalmente el silencio en Box Cartuja con los primeros escrutinios. A unos kilómetros, Vox celebraba su inesperada irrupción en la política andaluza y española. Todo cambia tres años después y no solo de B a la V. Si el 22 de marzo de 2015, Podemos entró con fuerza en el Parlamento andaluz como tercera fuerza política (15 diputados y el 15,04% de los votos), ahora ha sido el partido de ultraderecha quien le ha robado ese protagonismo: 12 diputados y el 11% de los votos.
Teresa Rodríguez decía en la mañana del domingo en su perfil de Twitter que tenía “unas ganas infinitas de cambiar las cosas en Andalucía”. No tendrá ninguna opción. la espera de los pactos poselectorales, las derechas suman. “¿Cuándo nos vamos a llevar una alegría, carajo?”, comentaba apesadumbrado un miembro de IU. Los datos hablaban por sí mismos: menos de 200.000 votos separaban a Vox de la coalición electoral compuesta por Podemos e IU. Demasiado serio para mirar hacia otro lado, a la vista de los resultados, solamente tres años después.
Teresa Rodríguez ha apelado en su comparecencia tras los resultados a “recuperar el nuevo sentido común que se abrió con el 15M”. Vuelta “a las calles” y una advertencia a la extrema derecha: “Nos van a tener delante”. La candidata de Adelante Andalucía ha apostado por poner “la mirada larga”. “Pa’lante, que nos queda mucho tiempo”, ha concluido.
Era “la noche de las reflexiones”, ha dicho. “Seguiremos trabajando para un cambio a mejor. Lo que más nos preocupa no es si hemos sacado uno o dos diputados más o menos, sino qué va a pasar a partir de mañana en Andalucía”, ha señalado. “La extrema derecha es una lucha de los últimos contra los penúltimos. Nos van a tener delante”.
“Pasamos a la ofensiva”
La unión de ambas fuerzas en la coalición electoral Adelante Andalucía les ha supuesto 17 escaños, tres menos que lo que sumaron entre unos y otros en 2015 (Podemos 15 e IU 5). “Esto ha sido una llamada a la izquierda para trabajar en los barrios y salir de las oficinas”, apunta una militante de base, aún impactada. “Hay que hacer autocrítica”, señala otra fuente de Podemos. “Sevilla será la tumba del fascismo” fue el único punto alegre de la jornada electoral en Adelante Andalucía al observarse en las pantallas el resultado que situaba a Adelante como segunda fuerza en la capital hispalense.
Antonio Maíllo, candidato a la Vicepresidencia, había sido el primero en intervenir tras el escrutinio, advirtiendo de “los retrocesos” para los derechos sociales “cuando las derechas ocupan los espacios”. “A partir de mañana, pasamos a la ofensiva contra la extrema derecha”, ha enfatizado ante los gritos de 'no pasarán' de los militantes y simpatizantes. “No hemos conseguido los objetivos, pero más nos preocupa la cuestión política y que se abandonen los intereses de las clases populares”.
Maíllo también ha cargado contra “otros que le han hecho la campaña a la extrema derecha”. El panorama político tras los comicios supone “una quiebra”, “un impacto”, pero “aquí nos vamos a arremangar a partir de mañana. Nos jugamos mucho. Estamos preocupados, pero no derrotados”, ha dicho queriendo dejar una luz de esperanza a los notablemente decepcionados simpatizantes de Adelante Andalucía. En las últimas semanas, nunca como este domingo se escuchó tan bajo el himno de Andalucía al final de la intervención de Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo.